Capítulo 5

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Cuando esperas algo con ansias, el paso del tiempo parece ser diferente. Las horas parecen adquirir más de sesenta minutos y los minutos más segundos de lo normal. 

Se intenta ocupar la mente en algo más para no pensar en dicho deseo, pero por alguna razón, todo se termina ligando. En cambio, al final el tiempo tiene que transcurrir, y a pesar de haberse hecho más largo o más corto, la hora deseada siempre se acerca cada vez más.

Y ahí estaba. Waverly Earp a las seis y media de la tarde, después de un baño como a ella le gustaba, escogiendo su atuendo para la cita que tenia en poco más de una hora.

Si bien nunca se había llevado del todo con los vestidos, las faldas le agradaban. Después de pelear un poco con su armario, había optado por un conjunto un tanto conservador pero que no dejaba de lado la sensualidad, pues, se amoldaba con elegancia y naturalidad a las curvas de su cuerpo y resaltaba sus atributos.

De color negro una blusa sin escote pero con un lindo detalle al tener las mangas 3/4  hechas por encaje transparente, del mismo detalle se conformaba la parte superior del pecho terminando poco después del inicio de su cuello.

Debajo de una falda azul obscuro de largo a medio muslo, se encontraban unos millones semi transparentes de color negro ajustados a sus piernas. Para el final de sus pies, unos zapatos de tacón ancho que estilizaban sus piernas y le daban unos centímetros más de altura.

Conforme con su ropa, una leve capa de maquillaje fue aplicada a su rostro. Pues no necesitaba más de una mascarilla de ojos, un poco de sombra, delineador, y una suave capa de pintura para labios de un tono un poco más obscuro a su tono natural. Para su cabello había decidido no realizar ningún peinado extravagante, pues su cabello suelto con un poco de ayuda del cepillo y crema para peinar, le daba la naturalidad y sencillez que combinaba perfecta

Para toque final, un poco de su perfume favorito. Sus ojos buscaron el reloj en la pared, las ocho menos diez minutos. Una sonrisa blanca se formo en su rostro, pues estaba muy gusto con su apariencia y había terminado poco antes de la hora marcada.

Finalmente salió de su habitación dispuesta a esperar la llegada de Nicole en la sala de su apartamento.

-Mira nada más ¿Donde quedó mi pequeña hermana? Mírate, eres toda una hermosa mujer.- Dijo Wynonna, la hermana mayor de Waverly, a modo de cumplido

-Creí que te habías dado cuenta de eso hace un par de años- Una risa complice se hizo presente en la habitación

-Tu cita quedará impresionada, te lo puedo asegurar.

-Gracias, ella no debe tardar. ¿Saldrás con Doc esta noche?

-No, cancelé los planes con el. Quería asegurarme de que todo saliera bien con mi pequeña hermana y su casanova- Contestó entrecerrando los ojos y con su habitual sentido del humor

-Nicole no es ningún casanova, ella es dulce, linda y alguien que inspira confianza y se gana la de los demás.

-Vaya, realmente despierta algo en ti ¿No es cierto?

-Más de lo que hubiese imaginado..- Dijo con una sonrisa en el rostro y las mejillas con un poco de color carmesí.

Una sonrisa de orgullo se posó en el rostro de Wynonna, si bien las cosas no habían sido fáciles desde la muerte de sus padres y de su hermana, las dos habían sabido salir adelante y siempre mantenerse fuertes la una por la otra. Ella estaba muy orgullosa de lo que su hermana había logrado hasta el día de hoy, en cambio, hacia muchos años que no la veía intentando darse una oportunidad, no desde aquel idiota que le había roto el corazón.

Una copa para NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora