Cuando estaba pequeño, tenía aproximadamente 7 años, estaba en el patio de mí escuela. Sólo éramos yo y otros dos amigos. Uno de ellos sacó el almuerzo que su mamá le había dado, verduras cocidas (¿qué madre le da eso a su hijo? ¿Acaso lo quería matar).
Bueno, antes de empezar a comerlas me preguntó sí yo quería, a lo que respondí que no porque las verduras me daban, y me dan, asco. Mis dos "amigos" se miraron entre ellos y se sonrieron. Parecían psicopatas.
De pronto, entre los dos me tumbaron al piso y me sostuvieron, uno de ellos tomó una verdura del topper y la metió en mí boca. Y así fueron, una verdura seguida de otra, y de otra y de otra.
Con esfuerzos me levanté del piso y vomité. Ellos solamente se dedicaban a reír y decir que era una simple broma. Sí bueno, la broma la pagaron cara.
Uno de ellos terminó con la nariz rota y al otro le enterré la cabeza en el lodo, pero antes lo había hecho tragar unos cuantos gusanos.
Así que esa es mí historia del por qué odio y repudio tanto las verduras.
¿Y a ti chico lindo? ¿Te gustan las verduras?
Con cariño.
Yo como siempre.Nolan se quedó con los ojos abiertos, imaginando a un pequeño niño de siete años, enterrando la cabeza de un niño en el lodo y rompiéndole a la nariz a otro.
Río para sus adentro imaginando la escena. Guardó la carta en su mochila y observó el almuerzo que su papá le preparó.
Verduras cocidas.
—Ellos saben que odio las verduras y aún así me las dan. Tal vez sí me quieren matar—Sonrió y a paso apresurado fue a su clase.
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˗ˏˋ Cartas al chico lindo © ˎˊ˗
Romance『Quién diría que aquel joven de mirada aniquiladora y aspecto rudo terminaría rendido ante el encanto del dulce Nolan. Porque sí, se enamoró de aquel lindo muchacho de ojos azules y sonrisa amable. Rhett, sin saber cómo acercarse al dueño de sus pr...