Lazos de Sangre

[Capitulo 15] El hombre de ojos grises

- - - Jesse - - -

          Desperté de golpe intentando uir de esas criaturas pero al fijarme me di cuenta que estaba en una habitación, para ser precisos en la de la mansión de la que había huido.

          Cerré mis puños entre las suaves sábanas que se encontraban de bajó de mí, un nudo en mi garganta me hizo llorar en silencio por unos minutos sin saber el por que.

          Me levanté lentamente de la cama con ciertos pasos inseguros ante el pensamiento de mi realidad ¿Fue todo un sueño? No lo creo, mi brazo no estaba roto. Solté un gemido al recordar el dolor que me había generado ese monstruo por a un lado de mi hombro haciendo que lo tocara desesperadamente esperando que mi carne estuviera incompleta.

          La puerta se abrio de par en par dejando ver a mi hermano con cara angustiada, pero después de un momento está se calmó.

-Bryan, ¿Por qué pasa esto?- Fue lo único que pude dejar escapar de mi boca.

-Por que tiene que pasar- murmuró repitiendo las palabras de mi padre hacia mi madre justo antes de que eso pasara.

-Vamos a dar un paseo ¿Si?

-¿Y eso de que nos servirá? No puede evitar lo que esta pasando y no mejorará nada.

-Jesse, las cosas no mejoran por realizar una simple acción, tú pregunta no debería ser ¿De que nos servirá? Mas bien ¿Qué perdemos por hacerlo?

-Parece que no te importa, solo das discursos para el pensamiento que has oído antes y que usas para hacerte pasar por maduro

-¿Vienes o no?

Solté un gran suspiro, es cierto ¿Qué pierdo? -Vamos...

~ ~ ~ Minutos después ~ ~ ~

-¿Un campo de fútbol americano?

-Al menos es algo Jesse, además no es cualquier campo con cualquier equipo- dijo con cierto brillo en la mirada ¿Acaso los hombres son tan idiotas como para ilusionarse con un maldito juego cuando han pasado cosas como que su hermana casi muere?

-¿En...? Ah olvidado- dije de muy mala gana.

-Vamos a las bancas, como tú les dices.

          Tome asiento en la primera hilera de las bancas elevadas dándome cuenta de que todos a mi alrededor parecían serios y su ropa era común, no para animar al equipo.

-¿De donde rayos sacaste la ubicación del campo?

-Dormiste mucho tiempo querida, conocí a Onyx y nos dimos una escapada.

-De verdad que son ridículos ¿Por qué van a un campo en medio de... en medio de...?

-No lo recuerdas por que eres mortal, los mortales no entran ni salen de aquí sin nuestra ayuda.

-Me lo explicaras luego, pero te recuerdo que acabo de despertar después de ser atacada por un monstruo que destrozó parte de mi y aun recuerdo como se siente.

-Ya se te pasara.

           Si, ya llegue a la conclusión de que los hombres son unos idiotas, pero a demás me incluyo por que accedí a venir con el. No me permitía parpadear ya que las criaturas, más bien su imagen regresaban a mi mente, cada vez era más estresante y angustiante ya que por mas que trataba no podía evitarlo ni por unos malditos milisegundos, no podía no parpadear.

-Jesse, ya casi acaba el partido, ¿Te sientes bien?

-No, no me siento nada bien- Me levante discretamente entre la multitud que ya se había llenado de animo -Daré un pequeño paseo, no me alejare mucho.