Soy la dama de honor pero no se equivoquen y tampoco se emocionen por que no hay ninguna boda, simplemente así me llaman en mi negocio. Yo soy la propietaria de un nightclub, el mejor de todos, el más costoso, lujoso, con clase y con las mujeres y hombres mas sexys y guapos.
Mis clientes van desde empresarios millonarios queriendo escapar por lo menos un momento de la rutina y la cotidianidad de sus aburridas vidas con sus esposas, los políticos mas renombrados e importantes del país con eso me refiero a ministros, alcaldes, gobernadores, el vicepresidente y hasta el mismísimo presidente del país a venido un par de veces, claro todo bajo un acuerdo de confiabilidad y absoluta discreción y obvio servicios privados y de primera calidad.
Muchos dicen que mi negocio es un burdel pero no me gusta que lo llamen así prefiero que le digan nightclub, casa de citas o simplemente el lugar de las maravillas sexuales.
Mis empleados y empleadas conocen muy bien cual es su trabajo aquí ofrecemos bailes eróticos y cualquier tipo de acto sexual que provoque inmenso placer, ese que solo pueden conseguir aquí sino ¿para que frecuentaran este lugar?
A diario vienen alrededor de 150 personas, entre hombres y mujeres ambos sexos buscando un poco de cariño, amor comprado, bailes sensuales con ropa diminuta cabe destacar que la tarifa tiene un precio diferente si piden un baile al desnudo total o sea sin nada que pueda cubrir ni siquiera un poco las partes intimas, sexo ardiente o simplemente una platica agradable, a veces solo vienen aquí buscando a alguien con quien desahogarse.
Aquí en "El Paraiso" todos consiguen un poco de fuego, un tanto de infierno.
Con angeles endemoniados incitando a pecar a cualquiera.
