-¿Y nunca hiciste una denuncia en contra de ellos?
Si hijo, ya voy a contar eso. Ese día que me violaron entre todos fue horrible, recuerdo que desperté muy adolorida mis piernas practicamente no funcionaban. Me fije que estaba durmiendo en esa misma habitación vi la hora en un reloj que estaba colgado en una de las paredes y marcaba las 10:25 pm y de pronto tuve la idea de salir corriendo a pedir ayuda, yo estaba sola dentro la habitación, cuando sali con la poca fuerza que tenia mi padre estaba en el piso dormido con una cerveza en la mano, Joana y mi madre estaban en el sillón de la sala abrazadas y descansaban en un sueño profundo y el esposo de Joana estaba sentado en una de las sillas de la mesa del comedor, su cabeza estaba apoyada en esa superficie plana, sus ojos estaban cerrados y la boca abierta, en la misma mesa habia un polvo blanco que con los años descubrí que era droga.
Con mucho cuidado pude abrir la puerta y corri hasta la estación de la policia, quedaba relativamente cerca, un oficial me miro de arriba abajo, me veía con asombro ya que parte de mi ropa estaba cubierta de sangre y de inmediato me ofreció un vaso de agua. La tome y me sente en una de esas sillas metálicas que tienen muchos hoyitos en el espaldar. Me pregunto donde estaban mis padres y al mencionarlos me eche a llorar, desconsolada por toda esa situación comencé a contarle, su boca cada vez se iba abriendo más, estaba sorprendido y note que sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas, así como están ustedes ahorita, sus ojos verdes se pusieron vidriosos gracias a las lagrimas que los inundaron.
Seguido de eso mandaron varias patrullas a esa casa, me hicieron análisis de sangre, una mujer muy linda me reviso mis partes al principio yo no quería por que pensé que también me podía hacer todo lo que mi supuesta familia me hizo pero ella solo quería ayudarme, hable con un psicólogo y pase la noche en la estación con varias policias femeninas cuidandome. Al siguiente día me entere de que habían arrestado a mis padres y a Joana por abuso y maltrato infantil, también por la venta y posesión de sustancias ilícitas.
Las pruebas que me hicieron confirmaron todo lo que yo habia contado.
-¿Que paso con esa gente? ¿Supiste de ellos después?
-No interrumpas a mamá Lehiana.
Ya te contare todo hija, mi mamá y Joana fueron recluidas en el INCF esas siglas significan instituto nacional carcelario femenino, a mi mamá la condenaron de 40 años a cadena perpetua, a Joana solo a cadena perpetua, a mi padre lo enviaron para una carcel al occidente del país y al esposo de Joana esa misma noche cuando la policia llego a la casa el habia muerto por una sobredosis de drogas.
Luego me llevaron a una casa hogar, la verdad si tenia miedo pero al llegar vi niños y niñas de mi misma edad, muchos corrian y jugaban en el jardín, otros estaban concentrados leyendo y algunos con los cuidadores hablando y cantando. Me toco una habitacion muy grande tenia por lo menos 30 camas de litera pero era una habitacion únicamente para las niñas. Me asignaron la litera numero 12 la niña que dormía en la parte de arriba se llamaba Sophia.
-Se llamaba igual que mi tía, Sophia. Es un nombre muy comun ¿verdad mamá?
Si es un nombre común hija mía, pero esa misma niña Sophia es tu tía.
Ella desde un principio fue buena conmigo, me contó que estaba en ese lugar desde los 4 años, sus padres murieron en un accidente automovilístico y no tenia más familiares así que el estado decidió dejarla en la casa hogar esperando que una pareja la adoptaran.
Cuando ambas teníamos casi 12 años nos adoptó una pareja, eran una familia muy adinerada, nos quisieron adoptar a ambas por que vieron el vinculo tan grande que habíamos formado entre nosotras y supuestamente no querían separarnos. Los señores Schmidt hicieron todos los tramites necesarios y en menos de 3 meses Sophia y yo pasamos a tener el mismo apellido. Diana Schmidt era dueña de un hotel llamado Paradise y Paul Schmidt tenia una cadena de restaurantes dentro y fuera del país.
-¿Y ellos te pusieron ese nombre cuando te adoptaron o ya lo tenias?
Ya lo tenia, ¿saben algo? Es lo único que me gustó que mis verdaderos padres hicieran. Mi nombre no es para nada común pero me gusta por que siempre me diferencie del resto, no habia otra persona con un nombre igual al mío y los señores Schmidt nunca quisieron que yo lo cambiara. Apenas nos adoptaron fuimos a vivir a una casa aún más grande de la que tenemos nosotros, la casa relumbraba, casi todo era de cristal y tenían unas esculturas raras pero con un valor sumamente elevado.
A cada una nos dieron cuartos separados, el de Sophia era rosa pálido con blanco, parecia el cuarto de Barbie y el mío era morado lila con blanco, la verdad es que ambos parecían cuartos de princesas.
De no tener nada pase a tenerlo todo.
Para los empleados de servicio era la niña Agua Santa Schmidt Mc'caliguer.
