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—¿Que paso luego de que te violaron la primera vez?

Lehiana, no preguntes esas cosas a mamá.

Yo no tengo ningún problema en responder, tu hermana solo quiere saber y yo quiero contarles.

Después de ese día fueron muchas veces más, no se cuantas la verdad seria terrible si las hubiese contado. Pero solo se que la ultima vez lo hicieron junto con mis padres, para ese entonces yo tenia 10 años, estaba jugando con unas muñecas en la sala de esa casa cuando escuche que mi mamá me llamo, sin saber lo que me esperaba fui hacia su cuarto, al entrar estaba mi padre desnudo en un sillón, su prima de pie a un lado, el esposo de su prima sentado en una esquina de la cama y mi madre me tomo por el brazo derecho haciendome entrar con tosquedad y cerrando la puerta con fuerza, todos en la habitacion estaban desnudos.

Estaba impactada al ver a mis padres sin ropa, sentía verguenza. Alce la vista y miré fijamente a los ojos a mi mamá preguntandole que pasaba, por qué todos estaban desnudos y solo me dijo que íbamos a jugar a hacer el amor, ese fue el maldito termino que le dio a la maldad que me hicieron. Mi padre estiro su brazo y con el dedo indice me hacia señas invitandome hacia donde él estaba sentado, yo estaba estática, sin moverme, no reaccionaba de pronto sentí un empujón que me hizo caer de rodillas justo ante mi padre, voltee y mi mamá me dijo que obedeciera.

Mi padre me desnudo por completo me tomo por ambos brazos y me obligo a sentarme encima de él, introduciendo todo su miembro dentro de mi, me dolia, sentía mucha presion en mi vientre, él era un hombre fornido y yo pesaba muy poco así que con facilidad me tomaba por la cintura y me hacia mover de arriba abajo, yo gritaba de dolor y pedía auxilio pero nadie escuchaba y él solo exclamaba gemidos de placer.
En mi mente solo rondaba una pregunta, ¿como es posible que mi propio padre fuese capaz de hacerme eso?

Me bajó de su regazo y me dejo de pie, las piernas me temblaban, no podía estar parada, sentía mis piernas sin fuerzas, su prima aún seguía de pie observandome y con el tiempo entendi que el cigarrillo  que fumaba no era más que marihuana, la habitacion ya estaba comenzando a opacarse por el humo que producia, mi mamá se puso de rodillas detrás de mi y separo mis nalgas y en menos de lo que se imaginan estaba pasando su lengua por mi ano, mire hacia mi derecha y estaba el esposo de su prima masturbandose, a mi izquierda estaba mi padre a menos de 10 centímetros de mi pero estaba en dirección contraria, estaba justo al frente de mi mamá quien seguía arrodillada pasando su lengua entre mis nalgas y luego introducia el pene de mi padre en su boca.

Joana se acerco a mi y me miró con ternura, se inclino a mi altura y comenzó a besar mis labios con delicadeza, yo trataba inútilmente de cerrar la boca pero cada vez que lo hacia pegaba ese cigarrillo en mi abdomen.

Entre Joana y mis padres me llevaron a donde estaba ese hombre masturbandose, me obligaron a ponerme de rodillas y pidieron que comenzara a pasar mi lengua por su pene, me daba asco y no pude hacerlo, mi padre me alzo y me lanzo a la cama, luego subió Joana con su esposo y mas tarde mis padres.
Me tocaban, me besaban y entre los cuatro me violaron. ¡Fue horrible!

—Que asco de personas, que perversión tan grande. No puedo creer que mis propios abuelos hayan hecho eso.

Yo me sentí igual de frustrada hija, molesta con la vida, pase muchos años con rabia, de niña antes de que todo comenzara rezaba y creía en Dios pero después de eso mas nunca lo hice y ¿saben por qué? Por que si Dios existiera de verdad, si el fuera omnipresente y omnipotente como dicen por ahí no hubiese dejado que esas personas me hicieran tanto daño, marcaron mi niñez, me utilizaron a su antojo, yo solo era para ellos su muñeca humana sexual.

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