-¿Pero tú si la querías?Le tenía mucho apreció, fue buena persona conmigo, me cuidó como yo hubiese querido que lo hiciera mi madre, cuando yo estaba enferma ella no se apartaba ni un solo segundo de mi lado, ella me inscribió de nuevo en el colegio para que yo terminará mis estudios, me regaló los mejores consejos y sobre todo me defendió de muchas cosas.
-¿Te defendió de que mamá? ¿Y que pasó con ella? ¿Por qué eres tan misteriosa para hablar?
¡Calma! Lehitan, no puedo responder todas tus preguntas en un mismo tiempo, yo he contado la historia de mi vida cronológicamente. Todo lo que ha sucedido en mi vida se los he confesado, pero todo a tenido un tiempo, yo no puedo comenzar a contar las cosas del fin al principio sino de principio a fin. ¿Será que puedes tener un poco de paciencia? Todo tiene su tiempo.
-Si mamá.
Voy a responder tus preguntas pero en orden, también espero que escuchen con atención.
Maya me defendió de todo, de personas que trataron de hacerme daño mientras estaba bajo su tutela, de personas que odian al mundo y simplemente me odiaban por alguna razón, a veces pienso que yo causaba ese sentimiento en la gente, un sentimiento contrario a lo que es el amor.
-¿Tú odias al mundo?
Deja de interrumpir mientras hablo Lehitan, ten educación. Pero respondiendo a tu pregunta !NO! no, no odio al mundo, odio a las personas que algún momento me hicieron daño, odiar al mundo sería odiarlos a ustedes y hasta odiarme a mí misma y no es así, yo los amo, también me amo porque a pesar de todo logré salir adelante, tal vez yo misma me odiaría si hubiese dejado que eso me afectara más, tal vez me odiaría si nunca hubiese denunciado aquel abuso que cometieron mis padres.
Voy a seguir y no quiero interrupciones.
También Maya me defendió de su esposo, aquel rubio de labios perfectos que no era más que un pervertido.
Cuando cumplí los 15 años Maya al saber que siempre me gustó la lectura y la escritura me dió como obsequio una hermosa máquina de escribir negra, en mi cuerpo no cabía tanta emoción, abracé a mi madre adoptiva con entusiasmo y le clave un sonoro beso en la mejilla en señal de agradecimiento, mi cuerpo vibraba de alegría.En cambio el rubio me invitó a dar un paseo, yo con gusto acepte y es que nunca me llegue a imaginar que me iba a llevar a un prostíbulo, Maya y Sophia decidieron quedarse en casa ya que mi hermana tenía mucha fiebre y mi madre se quedó con ella a su cuidado.
El lugar a donde el rubio me llevo tenía por nombre "La Casita" pensé que era café o algún restaurante, pero no fue así.Al entrar en aquel lugar entendí de lo que se trataba, quise dar la vuelta y devolverme a la casa pero Xavier mi padre adoptivo me detuvo y me pidió que me sentará en un extenso sofá rojo, habían varias mujeres bailando, otras entrando a unas habitaciones tomadas de mano con algunos chicos, hombres ebrios en la barra del bar y otros observándome con atención.
—¿Si eras menor de edad como te dejaron entrar a ese sitio?
El dueño de "la casita" era muy amigo de Xavier. Yo en ese lugar me sentía incómoda, me senté en ese sofá y baje la cabeza, me dediqué a ver el piso, no me interesaba ver mujeres desnudas bailando con erotismo.
Me acerqué a mi padre adoptivo y le dije al oído que quería irme, ya no soportaba estar allí, él en cambio me tomo por el mentón haciéndome alzar la cabeza y me dijo que disfrutara del momento, que un cumpleaños era para divertirse no para estar cabizbajo.
Estaba desesperada quería salir corriendo, necesitaba a Maya.
Sabía que ella nunca hubiese aceptado que su esposo me llevará a un prostíbulo.
Cuando ya casi eran las 11 de la noche por fin salimos de ese lugar, un taxi nos llevó a la casa pero en el trayecto Xavier me pidió que no le comentara nada a Maya ni a Sophia de otro modo me iba a meter en problemas con él, yo por miedo obedecí.Al llegar a la casa mi hermana y mi madre adoptiva estaban sentadas en la mesa del comedor junto con un pastel de chocolate, fresas y crema batida, se veía delicioso y ciertamente lo estaba. Maya comenzó a preguntar qué a donde habíamos ido, como la habíamos pasado y todas esas cosas, yo no respondi pero Xavier si lo hizo y mintió dijo que habíamos ido a cenar a un restaurante italiano que luego fuimos al boliche y que nos divertimos mucho.
Todo lo que dijo era totalmente falso a partir de ese momento comence a sentir más miedo hacia él, ya no quería vivir en esa casa, quería estar lo más lejos posible de ese hombre.