31/12/20XX

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Narra Tora.

Al fin había llegado el ultimo día del año, hoy podría ver de nuevo a toda mi familia reunida, jugar con mis primos grandes, y cuidar de los mis primitos mas pequeños. Mi mami me había regado un lindo vestido rosa para estrenar hoy, me levante muy temprano para poder ponérmelo junto con mis aretes de pajaritos y el collar que me dio mi abuelita en navidad, ¡ah!, y me olvidaba de mis hermosas baletas rosadas y el gran moño también rosa que mami prometió poner en mi pelo.

Toda mi familia comenzó a llegar por la mañana, en la tarde la casa estaba calentita, aunque afuera hiciera mucho frio. Todos los niños estábamos jugando al escondite, mientras mi papi y varios de mis tíos intentaban arreglar el reloj que estaba fallando, mi papi me dijo que era bastante viejo, así que era normal que por el tiempo se dañara y dejara de tocar las campanas que resonaban cuando mancaba las horas.

La tarde llego y todos los primos y yo disfrutábamos de los especiales navideños que daban en la tele mientras disfrutábamos de una comida hecha por mi mami y las tías. Mientras la tarde pasaba, todas mis tías llevaron a mis primos a tomar siestas, ellas dijeron que debíamos dormir para poder quedarnos despiertos cuando llegara el nuevo año. Aunque nosotros decidimos jugar en algún momento de la tarde todos caímos dormidos juntos, incluso copito de nieve, que cuando llego a casa era muy tímida, toda la tarde se la paso jugando con todos nosotros.

Mi mami me levanto acariciando mi pancita para moverme suavemente, cuando abrí mis ojos ella me dio un beso en mi frente, con una sonrisa dijo que era hora de despertar porque el nuevo año estaba por venir. Mire a Copito de Nieve, ella también acababa de levantarse y estaba bostezando. La puse alrededor de mi cuello como mi mami me había enseñado para llevarla conmigo. Todos mis primos también se acababan de levantar.

Mis tíos y mi papi dijeron que no habían podido arreglar del todo el reloj porque extrañamente no habían encontrado las campanas, así que el reloj solo mostraba la hora, pero no marcaria las doce campanadas. Aun asi todos estábamos emocionados.

Los ojos amarillos regresan una vez mas a reclamar las vidas de sus víctimas. Ya no hay nada que les impida atacar. Nada que los proteja de su ataque. Sigan riendo mientras sus vidas permanezcan en sus cuerpos. Porque pronto, no volverán a ver los rayos del sol nunca más. IMPUROS.

Todos nos reunimos alrededor del reloj, mi papi y mami dijeron que aun faltaban cinco minutos para las doce. Yo aun no sabia leer las horas en un reloj de manecillas, por eso siempre le preguntaba la hora a mis padres. Después de una larga espera, ya las manecillas casi llegaban a las doce, pero de repente todas las luces de la casa se apagaron.

Ya llego la media noche, la hora de su muerte. ¡Muerte a los impuros!, muerte a aquellos que nos deshonraron en el camino del tiempo. Muerte a cada aquellos que caminan entre los humanos vistiendo su misma piel. El amarillo ya no se encuentra en sus cuerpos. Por ello, todos y cada uno debe MORIR PINTADOS DE ROJO.

No sé qué está pasando, no sé dónde están mi mami y mi papi. Solo escucho gritos ahogados en unas extrañas risas, escucho como la carne es desgarrada, pero, aunque mami dijo que ese sonido es bueno, ahora solo siento miedo. Copito de nieve está conmigo, pero puedo sentir su temor. No entiendo lo que pasa, ¿Por qué veo un color amarillo por todos lados?,¿Por qué todos sus cuerpos caen al suelo?,¿Por qué mi vestido no es rosado sino rojo?

Una voz me grita que debo esconderme. Pero antes de siquiera poder moverme el silencio y el frio inundan la casa. Mi cuerpo estatito, mis ojos rondantes divisan unos extraños cuerpos animales. ¿Acaso lo que veo son... hienas? Ellas me rodean en un instante. Sus osicos están llenos de sangre, la sangre de toda mi familia.

Ayuda...

Un cuerpo se pone en frente de mí, es pequeño, una niña de mi misma edad. Ella voltea su rostro, puedo ver sus ojos rojos llenos de temor, pero también de determinación.

La voz de antes vuelve, me dice que debo ocultarme. Que ella me protegerá.

Las hienas atacaron a la niña mientras yo corrí hacia una puerta debajo de las escaleras y entre. No cerré la puerta de inmediato, ahora era mi turno de ayudarla.

Me di vuelta para llamarla, pero algo me golpeo tumbándome al suelo. En mi regazo estaba copito de nieve, y frente a mi unos enormes ojos amarillos y una gran sonrisa pintada de rojo.

"Tú. La única sobreviviente de esta masacre. La única pura entre los impuros. Piel humana y putrefacta. Pronto tu camino se entrelazará con el de tus antepasados. Pronto debes DESPERTAR... HAHAHAHAHAHAHAHAHAHA"

La hiena se lanzo a mi cuello. Mordiéndolo con fuerza. El aire no llegaba a mis pulmones. Pronto mis ojos se cerraron... todo se volvió oscuridad...

Y el rojo vivo por primera vez mancho sus manos.

Un ghoul en un nuevo mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora