Recuerdos, todos ellos apareciendo de repente, en el momento menos oportuno. Mis ojos se abrieron de golpe junto a una respiración jadeante y entrecortada. Mi cuerpo, tenso e inmóvil, por mi cerebro que no había despertado por completo; y mis oídos nublados que progresivamente captaban el sonido de los cascos de los caballos galopando y la madera demacrada chirreando por el brusco movimiento de la escasa suspensión de las carretas.
Mi cuerpo no se había reincorporado adecuadamente cuando los gritos de aquellos soldados de la legión, metieron a mi cuerpo en una especie de trance. Un grupo de titanes seguía a su presa, guiada más que por la esencia de sus cuerpos, por los escandalosos gritos de aquellos que por lo visto no eran capaces de suprimir el miedo de su interior, y que probablemente no sabían el temple que se necesitaba para ejercer esta importante labor y solo se habían inscrito a la legión para darse a ellos mismos reconocimiento, sin saber verdaderamente el sacrificio que se hacia por parte de los pertenecientes de la legión de reconocimiento. En conclusión, estos eran la carne fresca que alimentaba primero en cada expedición a aquellas enormes criaturas sin un pensamiento propio que no fuera su instinto.
Mis ojos se pintaron de su ya conocido color azabache, junto a la característica esfera roja en su interior, mi kagune también se hizo presente ante la situación, pero como si tuviera mente propia, esta extensión de mi aún paralizado cuerpo, se extendió duplicando su tamaño corriente y volviéndose en forma de parábola, como tres estacas rojas, alrededor de la carreta. Mi cuerpo moviéndose por sí solo se lanzó hacia el enemigo.
Todo pasó con demasiada rapidez. La aniquilación de aquellas criaturas fue casi instantánea, pero mi cuerpo lleno de una intensa sed de sangre, se vio envuelta en nueves de humo de una temperatura elevada, para que me dejara de nuevo a cargo de mí misma.
"¿Que había sucedido?, ¿Por qué de repente mi conciencia se había ido de viaje dejando a mi cuerpo actuando como le viniera en gana?, ¿Por qué mi cuerpo se sentía tan extraño, pero a la vez tan lleno de una radiante chispa?". Era incapaz de responder estas preguntas ahora. Mi mente divagaba, pero sin percatarme, mientras miraba aquellas manos, con unas largas y afiladas extensiones fuera de lo común, una sonrisa llena de cinismo y excitación adornaba mi rostro.
Mi dividido cuerpo en algún punto fue apresado entre cuerdas y mordazas, mientras mi cabeza introducida en una gruesa tela que no me dejaba apreciar la luz del día. Mi inevitable pero débil resistencia, fue parada por un fuerte golpe en la zona de mi atlas; que, al aún dejarme de pie, fue seguid de otro aun mas fuerte. Esta vez caí inconsciente, volviendo a hundirme en aquel aterrador sueño donde esas criaturas de putrefacto aroma, acababan con mi familia, y hacían conmigo lo que se les viniese en gana. Pero un sentimiento extraño venia con ese sueño. Una experiencia que estaba enterrada en mi subconsciente y que por mas que quisiera no podía desenterrar.
Las memorias de varios años de mi vida que habían sido borrados completamente.
"Pronto todo será revelado. Pronto todo tendrá sentido. Lo que está dentro de ti debe salir. mostrarse ante el mundo como eres, seguir tu instinto. El instinto que te han dejado tus verdaderos antepasados. La impureza sale, dejando que al fin puedas ser pulido por tu verdadero ser. Gul, gul. Sal de tu cascaron. Toma este cuerpo en tú posesión, y enséñale la senda que debe seguir. Haz que nuestro legado resurja una vez más. Permite nos tomar lo que nos pertenece. Permite que nuestros sacrificios no hayan sido en vano."