Capítulo 3

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Nota:

Si alguien es muy sensible a escenas de violencia le recomiendo saltarse la escena en la que castigan a Marley, no es necesario que la lean si va a afectar su sensibilidad. Colocare (***) como advertencia de que es la parte en la que empieza el castigo de Marley y al final  también para que sepan donde pueden volver a leer.

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Marley y Kitty no hablaron mucho ese día. Cada una estaba perdida en sus pensamientos tratando de calmar sus miedo a lo que le harían sus padres. Kitty pensaba en cómo conseguir coger algo de dinero antes de que su padre la echara y Marley trataba de calmarse y mentalizarse para lo que le esperaba en casa. ¿Pero qué joven de 17 años puedo mentalizarse para recibir una paliza de parte de su padre? Ambas temían llegar a casa y se apoyaban en silencio al percibir la inquietud de la otro. Estaban sentadas en un salón vació durante una hora libre que compartían. Sentadas sobre una de las mesas con sus hombros juntos y las manos entrelazadas tratando de transmitir tranquilidad a la otra trazando pequeños círculos en la mano de su acompañante con sus dedos que temblaban suavemente mientras Marley murmuraba una canción que ninguna de las dos conocía realmente. Ninguna sabía de la situación de su compañera, lo más que sabían es que a Kitty la habían sacado de las porristas y Marley tendría una mala nota en un examen.

Kitty recostó su cabeza sobre el hombro de Marley y Marley dejó su cabeza descansar sobre la de la rubia sin dejar de murmurar aquella desconocida melodía. Ninguna esta segura de cuanto tiempo estuvieron así ni de en qué momento Kitty levantó la cabeza y miró a su compañera a los ojos perdiéndose ambas en la mirada de la otra. Sin darse cuenta se empezaron a acercar poco a poco entrecerrando los ojos y mirando los labios de la otra. El beso fue suave y lento, se separaron cuando les faltó el aire  y cuando estaban a punto de acercarse nuevamente el timbre sonó sacándolas de la burbuja que las envolvía en ese momento. Sin decir nada se levantaron para ir juntas al Glee Club ya que era su siguiente actividad. Cuando estaban por salir del aula Marley tomó la mano de Kitty y la atrajo para con una mano tomar la mejilla de la más baja y depositar un último beso que fue correspondido al instante. Marley se separó al poco tiempo y salió del aula antes que su compañera sin decir nada.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Kitty y Marley llegaron a casa antes que sus padres y prepararon un a pequeña maleta con materiales escolares, dinero y algo de ropa. Kitty sabía que su padre la echaría en cuanto llegara a casa y Marley sabía que se iba o su padre la mataba. El plan de Marley era huir antes de que su padre llegara, sin embargo la suerte de Marley nunca fue tan buena y justo cuando estaba en la cocina a punto de coger una botella de agua su padre llegó. Ella al menos tuvo la suerte de ser precavida y esconder la maleta cerca de la puerta para que su padre no la viera y coger solo el dinero que ella había conseguido por su cuento haciendo pequeños trabajos sin que su padre se enterara. Kitty se encontraba en la misma situación de Marley pero ella tenia dos padres molestos en vez de uno.

La paliza que cada una recibió por parte de sus padres no tiene nombre. Sangrando por la nariz y boca, el labio partido y la nariz torcida, Kitty lentamente se levantó de la mesa en la que su padre le había dado puñetazos y correazos mientras su madre de vez en cuando ponía agua salada sobre sus heridas cuando su padre lo ordenaba y se dirigió a la puerta por la cual salió tras coger un par de botellas de agua procurando no hacer ruido para luego limpiarse la cara y tener agua que beber en lo que llegaba a un banco y sacaba dinero de la tarjeta de crédito que le había cogido  a su padre y guardado en su maleta sin que él se diera cuenta.

Marley por su parte entendió porque su padre no estaba en casa como de costumbre cuando ella llego del colegio. El hombre era un sádico que disfrutaba de hacerla sufrir y ella nunca lo tuvo más claro que en aquel momento en que lo vio sonreírle bajo en marco de la entrada a la cocina. Su primer instinto fue huir en cuanto lo vio, ella sabía que si él la atrapaba no iba acabar bien para ella pero había un problema, la única salida era la puerta principal y él la estaba bloqueando. La sonrisa del hombre solo creció al  ver que ella se había percatado de la situación en que se encontraba.

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