No había visto a Matías desde aquel día en la fiesta. La cual fue hace 5 días.
No sé nada de él, tampoco me ha contestado los mensajes.
Hablé con alguno de los chicos, los amigos de Matías y tampoco saben.
O no me quieren decir.
Estoy por hacer una locura, pero debo hacerlo.
Toqué la puerta y Khea salió sin camiseta.
-Belu, ¿Qué haces acá? Matías no está.
-Lo sé, quiero preguntarle algo a Dam.
-Pasa, pasa.- Se corrió dejándome espacio.
Entré y estaba la sala, la mayoría de los chicos estaban.
-Belu, que sorpresa.- Marcos me saludó y llevó para sentarme a su lado.
-Perdón por venir sin avisar.- Dije avergonzada.
-No hay problema. ¿Buscas a ecko?
-Si y no.- Me miraron extrañados.
-Dale que sos pelirroja no rubia, explica mejor.
-Ey yo soy rubio. ¿Qué querés decir?- Seven se hizo el ofendido.
-Pero vos sos una rubia divina, no importa lo otro.- Contestó Khea.
-Terminemos.- Arse cortó su momento no gay. -Ahora explícanos mejor.
-Celoso.- Susurró Seven.
-Estoy buscando a Matías pero no acá, vine a pedirle a Dam la dirección.
-¿De su casa?- Me interrumpió.
-No, ya sé dónde vive. De la casa de su novia.- Lo último casi lo susurré.
-EH?
-Ahora más que nada sigo pensando que sos teñida.
-Y sigue el "si quieres ver temaiken"- Cantó lo último con voz finita.
-Sos un pete, dice "Si quieres vete my girl".
-Otra vez nos fuimos, seguí.
-La dirección de Rocío.- Ahora si lo dije fuerte.
-Estás loca piba.
-Está bien. Total no me cae bien.
Dam me pasó la dirección no era lejos de mi casa, ahora mismo iría.
-No vayas hacer una locura.- Mks gritó desde la ventana.
-Si la agarras a palo, arrancale el cerquillo feo ese.- Dam sonrió e rió por lo último. Seguramente se lo imaginaba.
Aclarar que yo también y me pregunto ¿Cómo será sin ese cerquillo?
-Después les cuento.
Me puse los auricular y comencé a caminar hacía la casa de Rocío.