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[ANTE ÚLTIMO]

«Belén»

Estaba nerviosa, preocupada y feliz. Hoy vería a Ecko después de unos días.

Leer su mensaje me emocionó por completo.

Lo que me preocupaba y ronda por mi cabeza es el "Y tenemos que hablar".

Las personas no se dan cuenta que no pueden decir eso en un mensaje.

Que nos hacen poner nerviosa y preguntándonos miles de cosas.

Baje corriendo las escaleras, casi me estampo contra el piso.

Ecko estaba parado ahí con su celular.

-Eu.- Levantó la vista y literal me tiré arriba.

-Te extrañé, te extrañé. No vuelvas hacer eso idiota.- Me solte pegándole en el pecho.

-¿Estuviste practicando boxeo en estos días?

-Tal vez.- Me hice la misteriosa sentándome en el sofá.

-¿Posta?

-No estúpido.- Reí.

-Baja la agresividad.

-Los días sin ti me puso así.

-¿Eso es una canción de Arjona?- Preguntó extrañado.

-Por estás cosas soy agresiva contigo. ¿Qué querías hablar?- Solté de golpe.

-¿No me vas a preguntar cómo estoy? ¿Sí comí? ¿dónde estuve?

-No soy tu madre para preguntarte eso. Además veo que estás bien, seguís estando bueno hasta más diría yo.

-Siempre chamuyando vos.- Negó.

-Pero solo contigo. Dale decime tarado, no quiero seguir esperando.

-Te amo, te amo mucho. Pero no quiero arruinar nuestra linda amistad. Sos preciosa y mereces a alguien que te merezca, yo no soy esa persona.

-Vos no podés decidir si sos o no la persona.

-Es verdad no puedo decidir, pero tampoco vamos a verlo porque volví con Rocío.

Cuándo terminó de decir todo yo ya estaba llorando.

Me abrazó y así nos mantuvimos un tiempo largo.

«Ecko» (Esto fue antes de lo anterior pero no quería arruinar lo de arriba)

Toqué la puerta y en unos pocos minutos Rocío apareció. Estaba sin maquillaje y su pijama.

Estaba hermosa realmente.

-Matías.

-Hola, puedo pasar.

-Obvio.- Se hizo a un lado dándome espacio.

Entré a la gran casa y fui directo al living, sentándome en el gran sofá.

Ella llegó después de unos segundo e hizo lo mismo, subiendo los pies arriba.

-No sabría que vendrías, si no hubiera preparado algo y no estaría asi.- Dijo avergonzada.

-Estas hermosa de todas maneras.

-¿Dónde estabas? Estaba preocupada y esa chica también, Belén . ¿Sabías qué vino?- Agregó rápidamente.

-En la casa de un amigo.

-Dam.- Me interrumpió.

-Si.- Reí. -Y si se que vino, Dam me lo dijo.

-No pasó nada tranquilo, es una linda chica.

-Lo sé.- Ella miro el piso como si fuera la cosa más interesante del mundo.

-¿Para qué viniste?

-Lo pensé

Pelirroja »EckoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora