Onceavo momento: Temores

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La suave brisa nocturna de la playa se podía sentir a través de la ventana abierta de par en par por la cual Candy miraba hacia la nada. En su cabeza aún podía escuchar las palabras que horas atrás le había dicho Karen Klaise sobre que todas las parejas que protagonizaban "Romeo y Julieta" irremediablemente terminaban casándose; sin embargo, de aquella plática eso no fue lo que más le dolió sino la afirmación que aquella joven actriz frustrada por no ser ella la elegida para ese rol le hizo, asegurando que Terry ya no pensaba más en ella, pues conviviendo tanto tiempo con Susana ya era otra rubia la que ocupaba los pensamientos del británico.

Abrazándose a sí misma la enfermera contenía las lágrimas que se negó a dejar salir como tímida prueba de que eso podría ser cierto, aferrada a sus sentimientos se repetía para sí misma:

—*No creeré en ese dicho. Confió en Terry y él confía en mí.

...

Casi al mismo tiempo que Karen y Candy sostenía la conversación no grata para la rubia, en Nueva York la historia era bastante diferente, opuesto a lo que Karen afirmó Terry no podía dejar de tener en mente a su novia, por eso cada línea recitada mientras vestía su traje de Romeo, era dedicada a su "Julieta en liana" del San Pablo, aunque frente a él fuese otra chica la que estuviese presente, misma chica que seguía sin tomar en cuenta a pesar de todo el tiempo que convivía con ella, la convivencia era meramente trabajo para el castaño, fuera poca o mucha, o que la preparación fuese cada vez más ardua al estar el estreno a una semana, como ese día que se extendieron mucho más, en parte porque los tramoyistas hacían su labor acomodando los reflectores en el lugar preciso, pero también porque era el primer ensayo con vestuario completo en el que todos los actores participaban.

Desde su lugar en el procedió el director de escena gritaba todo tipo de órdenes una tras otra casi sin respiran entre cada una.

—*Las luces sobre los dos. Hagamos la escena una vez más. Romeo y Julieta en el centro. Vengan acá.

—*Sí señor –al mismo tiempo cual soldados acatando a su general Susana y Terry respondieron.

—*Bien, ahora la escena del baile.

Las luces se apagaron, únicamente quedaron iluminadas dos siluetas, en especial una, la de Terrence quien fue enfocado con más intensidad para atraer la vista de los espectadores hacia él, ¿cómo si se requiriera de algún otro incentivo para llamar la atención?, el apuesto joven ya atraía las miradas con ese traje clásico en tonos verdes y ese antifaz que hacía resaltar increíblemente sus intensos ojos azul verdoso, una pena para el público que no los pudiesen apreciar desde las butacas.

Los diálogos comenzaron a ser recitados y la escena a tomar forma. Como el buen actor que Terry era hacia parecer que en Susana veía a una auténtica Julieta, al auténtico amor de su vida, no obstante, por su parte la actriz realmente no actúa sólo era obvia mostrando su atracción hacia Terry.

—*¿He estado enamorado antes? —la pregunta retórica de "Romeo" flotó en el aire mientras parejas de actores simulan bailar, el "amante apasionado" se quitó el antifaz embrujado por su musa.

Pero algo extraño sucedió, por lo alto del recinto, en la tramoya, unas cuerdas se mueven, se tensan al punto de comenzar a romperse, el ruido extrañamente sólo es percibido en primera instancia por Susana que al parecer no está tan embelesada por la presencia de Terry, quien absorto en su papel no ve nada en su entorno, pero el ruido se vuelve intenso lo que provoca que él giré su rostro hacia arriba. En un segundo las cosas acontecen, ve que las luces están a punto de caerse, la adrenalina sube hasta el tope, su instinto de supervivencia hace que se tire hacia atrás, cayendo de espaldas con un fortísimo golpe que no se escucha al ser tragado por el aún más poderoso rugir de las luces estrellándose contra la duela; cualquier impacto seria menos peligroso que haber dejado que esos reflectores cayeran sobre él.

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