Declaración: Los personajes principales son propiedad de sus respectivos autores (Kyōko Mizuki e Yumiko Igarashi). Hay momentos del anime entre T&C que espere y espere y nunca llegaron, así que yo sólo me quito frustraciones haciéndolos realidad. Como de costumbre para su y mi esparcimiento. Y nada de lucro..
...
.Escocia, el país de las Highlands, de las gaitas y de los kilts. El país con hermosos paisajes de ensueño llenos de naturaleza, montañas y lagos de un resplandor mágico. Es bajo el cobijo de uno de estos escenarios que se desarrolla este pequeño primer momento, en un lugar lejano de Escocia, entre árboles, entre flores y frente a un lago.
Ese día de finales de verano dos jóvenes parecía que únicamente se limitaban a hacer todo lo posible para poder disfrutar de los suaves rayos solares que la atardecer ofrecía, sentados en el pasto, relajados, sólo observando las tranquilas aguas del lago, siendo acariciados por el soplo del viento.
Él, un joven alto, de larga cabellera castaña y hermosos misteriosos ojos azules con vetas verdes, para algunas personas semejantes a los zafiros, para otras muy parecidos al cobalto; ella una chica de estatura un tanto baja, rubia, de una muy larga cabellera rizada que solía detener en dos coletas, y además con expresivos ojos verdes cual jade; tan diferentes en aspecto, tan parecidos en su interior aunque pareciese eso incierto, de almas rebeldes pero agradecidas, de corazón ligero, compasivo y con ansias de ser entregado.
Ahí, frente a ese lago escocés comenzaron con una amena charla sobre lo divertido de esas vacaciones que ya casi concluían, de lo que habían realizado en ellas, un comentario llevó a otro y a otro hasta platicar de sus familias, en especial de una de ellas.
—"¿Sabes? Me imagino que el avión fue la primavera para la vida de mi padre" —el joven ojiazul comentó.
—"¿Para tu padre?"
—"En el tiempo en que mi padre volaba se enamoró de una dama americana y nací yo. Después de eso renunció a los vuelo y se negó a casarse con mi madre" —con cierta vergüenza en su expresión Terrence se atrevió a realizar esa confesión.
—"¿Por qué hizo eso?" –sin juzgar, sólo por curiosidad pregunto la rubia.
—"Lo hizo porque la nobleza estaba en su sangre. Pero yo no, yo estoy en su contra, sólo quiero ser yo toda mi vida" –al decir aquello desvío un poco su mirada cerrando sus bellos ojos para evitar que ella lo viera.
—"«No es un chico malo, sólo quiere ser él mismo»" –fueron los pensamientos de la joven.
Después de un instante de silencio finalmente Terrence se puso improvisadamente de pie al tiempo que extendía su brazo izquierdo hacia su acompañante.
—"Candy, ¿quieres bailar?"
—"¿Terry?" –confusa por el lugar donde se en encontraban cuestionó.
—"Para que recuerdes Escocia."
Fue la escueta excusa que Terrence utilizó para poder tener a la joven entre sus brazos y así hacer de ese instante también para él un recuerdo inolvidable. Candice se puso de pie aceptando su propuesta y su mano incluso antes de que él terminara su frase.
Al ritmo de un vals imaginario pero por ambos conocido, sus pies y cuerpos comenzaron a danzar creando en su entorno una burbuja que los evadía del resto del mundo para cobijarlos en su propio universo. Uno y otro se veían de frente, sus miradas no se movían, no se esquivaban.
De repente la magia estuvo a punto de perderse, el apuesto joven inglés se detuvo de manera abrupta, dejando su vista fija en un punto imaginario por encima del hombro de la chica pecosa, con lo que provocó que sus cuerpos chocarán.
—¿Qué estás haciendo Terry? –fue la pregunta de ella ante la sorpresa de haberse detenido.
El joven castaño continuó con la mirada perdida, concentrado en lo que parecía una pelea interna, Candy no le sacaba la mirada de encima intentando adivinar que era lo que sucedía, luego embelesada por la presencia de aquel guapo chico que le sostenía una mano y su cintura sólo pudo pensar «Terry».
Fue cuando sucedió, al fin decidido Terrence la haló hacia él para envolver el cuerpo de ella entre sus brazos y prácticamente de esa forma levantarla en vilo para así inclinar un poco su cabeza con lo que logró unir sus labios con los de la chica, algo que deseaba con gran intensidad, no sabia con exactitud desde cuanto pero si que era desde muchos meses atrás. Por fin ahora se animó a realizarlo. Su lucha interna era por dudar en la manera en que ella lo pudiese tomar, pero ya le había dicho que quería ser él mismo, con eso en mente tenía la esperanza de que Candy lo comprendiera. Que entendiera que esa era la manera de abrirle su corazón.
Por su parte la rubia pecosa de momento no supo cómo reaccionar, luego comenzó a comprender lo que sucedía, Terry la estaba besando, estuvo a nada de empujarlo cuando por su rubia y rizada cabecita pasó la loca idea de abofetearlo, de creer que ella era una de tantas, casi creyó lo que de Terry se decía en los pasillos del colegio, pero luego esa fatal idea se borro cuando sintió ese cálido aliento, el peso de otros labios sobre los propios, como se deslizaba esa esponjosa carne casi como ellos mismos al bailar, sin proponérselo entre abrió la boca y así conoció un sabor distinto al suyo, distinto a todo, ligeramente salado, ligeramente... no supo con que compararlo, sólo supo que era el mejor sabor de todos. Cuando una juguetona lengua dio inicio a la deliciosa caricia ella lo único que hizo fue suspirar, suspiro que desapareció en la boca ajena. Para ese entonces ya no pensaba, ahora sentía, y no únicamente la humedad mezclándose lentamente, sino también la firmeza con la que era sostenía por la cintura, sentía el calor en sus manos que emanaba el pecho de Terry, fue cuando se percató que sus palmas estaban posadas sobre esa parte del varonil cuerpo.
Con ese descubrimiento en su pensamiento fue que sintió como era separada de la cálida sensación del cuerpo vecino, el joven inglés la alejaba un poco de su cuerpo haciendo que la rubia literal y metafóricamente volviera a poner los pies sobre la tierra, antes de que ella realizará la acción agresiva que ya estaba maquilando, Terrence beso su frente y volvió a abrazarla recargándola contra su pecho, colocando su mentón sobre la coronilla de ella.
—Gracias Candy.
—¿Qué? –la mencionada con los sentidos todavía adormecidos por lo vivido, sentido y pensado, fue lo único que pudo articular.
—Por no rechazarme. Por comprender que con este beso te digo todo lo que siento por ti. Porque si lo permitiste es porque también lo sientes.
—¿Que siento?
Esa inocente pregunta provocó una franca carcajada en el joven.
—Si es lo mismo que yo –se detuvo para volver a separa un poco a la chica y así poder mirarla a los ojos–, no estoy muy seguro de cómo se llame en realidad, pero sé que quiero estar contigo en cada momento y verte sonreír continuamente... creo que algunos poetas le dicen... amor.
Candy se ruborizó al completo, parte por vergüenza pues nadie había sido tan directa con ella nunca, parte por el intenso calor que inundó su ser. Así que llenándose de valor no desvío su mirada para poder responder.
—Creo que... yo también te amo.
Terry extendió su sonrisa, sus ojos brillaron, sus cabeza bajo, sus labios volvieron a buscar los femeninos. Ya sin telarañas en la cabeza Candy disfrutó sin consideración alguna de ese nuevo beso, el cual le supo aún mejor que el anterior.
Cuando sus bocas volvieron a separarse los ojos azules parecían un cielo lleno de estrellas, los verdes una laguna infinita donde esas mismas estrellas se reflejaban. Volvieron a sentarse en el pasto como antes que todo comenzará, sólo que ahora sus manos permanecieron unidas mientras que continuaron con su plática sobre lo bien que la habían pasado aquel verano, sobre lo bien que la pasarían cuándo regresarán al colegio San Pablo cuando se vieran sin que las monjas los descubrieran.
Primer momento cambiado.
Gracias por perderse entre mis letras.
Nota:
*Los diálogos entre comillas altas "", pertenecen al capítulo "Fin de un verano vibrante" del Anime Candy, Candy producida por Toei Animation entre 1976 y 1979.
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Momentos...
FanficHay Momentos del anime entre Terry & Candy, que espere y espere y nunca llegaron, como que ella aceptara el beso robado, que Candy alcanzara el barco donde iba Terry, que ellos dos se vieran en el Hogar de Ponny, que Terry la abrazara cuando llegó a...