La residencia de la adinerada familia Andley en Chicago era un monumento a la ostentosidad, todo en ella era de grandes dimensiones, la construcción, la entrada, las habitaciones, los salones y por supuesto el jardín no podía ser la excepción; ese jardín podía pasar como una pequeña reserva botánica, e incluso para algunas personas casi como un mini zoo debido a que no sólo había plantas de todo tipo sino también unos cuantos animales paseando libremente por el lugar sin problema alguno; los visitantes podían deleitarse viendo a pavo reales, venados, ardillas, patos, ponis y una que otra ave visitando ese bellos sitio, sin embargo para los hermanos Cornwell que habían crecido rodeados de todo aquello eso era simplemente así, el común de esa casa, no sabía si era correcto o no, sólo sabían que el lugar existía, tan acostumbrados a ello que no le daban mayor relevancia, hasta el día que tuvieron que correr detrás del irreverente Terrence Grandchester para intentar alcanzarlo, empresa perdida antes de empezar pues ninguno de los hermanos estaba acostumbrado a hacer ejercicio a diferencia de Terry quien desde pequeño encontró en las actividades físicas un desahogo de sus frustraciones temperamentales provocadas por su madrastra. Archie, por ejemplo, aparte de esgrima evitaba cualquier otra cosa que le hiciera sudar y manchar su ropa, mientras Staer siempre tan entregado a sus inventos que sencillamente no tenía cabida en su tiempo nada más.Así que corriendo aún a una distancia muy amplia entre ellos y el actor, fueron conscientes de lo amplio de ese espacio, mas todavía cuando vieron como el británico se detenía, abría la puerta y sencillamente se recargaba colocando su saco en un hombro, no lo podían creer, a ellos les faltaban como veinte metros para llegar hasta ahí, por ello ese acto los hizo trastabillar menguando un poco su carrera. Luego casi con indignación vieron la actitud tan cínica en el joven inglés, eso siempre descolocaba a todos, ellos no fueron la excepción.
Stear al ver a Terry en esa posición sonrío, tal imagen en conjunto con la corrida que dieron le recordó cuando vio al inglés en Nueva York jugando su tradicional futbol* en un claro de Central Park con varios niños. Terrence siempre parecía estar tan despreocupado por todo a pesar de que por dentro tuviera una revolución de emociones. Llegando junto a él novel actor, Stear recordó esos dos días en los cuales convivieron, sin prestar atención alguna en lo que en ese gran salón sucedía se hundió en sus pensamientos.
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...
.Las últimas nevadas del invierno eran tan escasas que ya la nieve derritiéndose dejaba ver el verde pasto que se abría paso para alcanzar los cada vez más continuos rayaos solares, la primavera no tardaría en llegar a Nueva York. Con la vista en el piso el joven de cabello oscuro y lentes del mismo tono, caminaba taciturno sin notar esos brotes que aparecían por doquier en Central Park, iba distraído cavilando sobre lo acertado o erróneo de sus intenciones, necesitaba tenerlo claro antes de dirigirse hacia el puerto para firmar el acta que oficialmente lo nombraría como voluntario del ejército francés. Para despejarse Stear quiso caminar por el famoso parque del cual Candy tanto le escribía en sus cartas, contando sobre como ella y Terry salían de vez en cuanto para pasear, o el británico a correr un poco.
Alistear caminó varios metros hasta instalarse cerca de un claro, quería no pensar al menos por unos minutos así que escogió un lugar para distraerse, como ese donde unos niños jugaban algo de soccer, deseaba únicamente mirar el partido y nada más. Esos niños parecían oscilar entre los nueve y los once años, pero resaltaba que eran acompañados por un solo adulto el cual se comportaba como si también tuviese la misma edad de quienes le rodeaban, únicamente delataba su posible edad su alta estatura y larga cabellera acomodada en un coleta, fue cuando lo reconoció, ¡Terrence Grandchester estaba jugando futbol con ese grupo de chicos! Staer incrédulo giro su rostro hacia todas direcciones, no lo podía creer, el famoso "Romeo" estaba ahí y nadie lo había notado, claro sin su caracterización, vestido tan común y lleno de polvo ni él lo reconoció a la primera, eso sí que era un espectáculo, como lamentó que Archie no estuviera ahí para criticar la vestimenta sucia del actor, lo más simpático de todo es que ni con toda la falta de glamour Terry dejaba de lucir aristócrata.
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Momentos...
FanfictionHay Momentos del anime entre Terry & Candy, que espere y espere y nunca llegaron, como que ella aceptara el beso robado, que Candy alcanzara el barco donde iba Terry, que ellos dos se vieran en el Hogar de Ponny, que Terry la abrazara cuando llegó a...