*Cinco Meses Después*
---¿E-Estas seguro de que no es demasiado tarde para ti?--- el albino juega nerviosos con sus dedos mientras veía a su amado por la pantalla de su celular.
---Descuida. Mis compañeros de cuarto deben estar en alguna fiesta....O tal vez dormidos en algún callejón...--- responde el azabache con una leve sonrisa.
---Debe ser muy lindo estudiar en Canadá, ¿cierto?--- los ojos carmesí del menor lanzaban bellos destellos de emoción.
---Lo es. Es lindo, y hace mucho frío....¿O será que me he vuelto muy friolento?
Una risilla por parte del mayor le hace enloquecer el corazón al pequeño albino.
---¡Debes ser friolento, Soraru-san!--- exclama divertido Mafumafu.--- Pero...dejando eso de un lado...¿cuando regresarás?
El silencio de Soraru le aterra. No puede evitar que sus manos tiemblen, que su gran deseo, desaparezca.
---No lo se. El intercambio aún no acaba...--- la seriedad mostrada en su rostro le incomodaba. Era el tema menos indicado que al azabache le gustaba tocar.
---Soraru-san, pero tú dijiste que no eres muy bueno en las relaciones a distancia....¿Por qué aceptaste seguir conmigo?
---Porque tú lo vales, Mafumafu. Porque si no eres para mí, alguien puede llevarte, puedo perderte...--- las palabras cálidas del azabache provocan en las mejillas de su Ángel ese típico sonrojo adorable.
---Nadie se me acerca, Soraru-san--- ríe avergonzado el menor.
---Eso está bien. O creo yo...
Durante todo ese tiempo distante, Soraru y Mafumafu se comunicaban a través de mensajes y videollamadas. Por la diferencia de horarios, ambos debían ser muy acertados, y hablar en una hora que no sea un problema para el otro.
Mientras que Soraru enviaba fotos de paisajes o de su nuevo instituto, Mafumafu rezaba para que éste regresara pronto a Japón.
Las cosas no habían cambiado tanto. De hecho, el albino regresaba a sus antiguos hábitos de ir y regresar solo a su hogar. Su madre de en vez en cuando pedía información del azabache, pues aunque su hijo ya está en una edad para experimentar el amor, no se sentía segura al saber que era un persona un poco mayor.
Luz de en vez en cuando le daba visitas al menor. El castaño le había prometido al mayor que cuidaría de él, sobre todo los primeros días donde Mafumafu se encontraba emocionalmente destrozado.
Las burlas en el salón del albino, cesaron. Tal y como él lo había previsto, las cosas habían regresado a la normalidad.
Tiempo después Mafumafu entendió a la perfección lo que sucedía con sus dos amigos de su aula: Urata y Sakata. Ambos estaban perdidamente enamorados del uno por el otro, pero sus miedos les evitaba que sus corazones hablaran por sí solos. Pero tal y como a él le había sucedido, tarde o temprano esos sentimientos saldrían a la luz, dando así paso a una linda relación entre ellos dos, si no es que era demasiado tarde.
Amatsuki se encontraba más al pendiente de su amigo. En sus momentos depresivos, el castaño hacía todo lo que estaba en sus manos para alegrarle, pues Mafumafu se había convertido en su mejor amigo.
---Esto es algo vergonzoso...pero...--- Amatsuki jugueteaba con sus dedos con nerviosismo.--- Hay un chico que ha empezado a....Ya sabes....Gustarme...
---¡¿Eh?!--- Mafumafu por poco y se ahoga con ese delicioso flan en su boca.--- ¡¿Quien es?! ¡¿Está en tu aula?! ¡¿Cómo es?!
---¡¡SHHH!! ¡¡MAFUMAFU!!--- un leve golpe en la boca del menor bastó para callar esa vocecita chillona y curiosa.--- ¡Es de otro grado! ¡Pero shhhh!
Amatsuki comenzaba a entender los sentimientos que el albino presentaba desde un principio, pero para dejar al menor con intriga, no dio pistas de su primer enamorado.
El verano estaba a punto de terminar, y el intercambio que era una eternidad, no parecía acabar.
Mafumafu se estresaba al ver como el clima cambiaba increiblemente rápido. Así como los días calurosos hicieron de sus nocheS casi un infierno, el otoño llegó con sus hojas naranjas y amarillas que inundó el camino que siempre solía tomar para ir a su escuela.
El albino día con día iba creciendo. Sólo le faltaba un año y medio más para graduarse, y si el azabache no llegaba de su intercambio mucho antes, no valdría la pena apartar un asiento para el día de su graduación.
Los aires fríos se llevaron al otoño, y el invierno reinó en todo Japón.
Otro año sin la compañía del azabache pasó, dando así el comienzo de otro año sin el tacto frío que aquellas manos habían tristemente olvidado en un comienzo deprimente como el otoño de hace dos años.
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¡Número equivocado! [Soramafu] EDITANDO.
FanfictionMafumafu ha agregado el número de su nuevo amigo, Amatsuki. ¿El problema? El número no concuerda con la persona que espera que responda. 🌙Historia Soramafu. 🌙Por favor, cuiden de ella. Espero y sea de su agrado♡. 🌙Obviamente es historia boy×bo...