Educando al Duque (CHERIK - AU)

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- ¿Qué demonios se supone que están haciendo? - La voz iracunda del Duque resonó en el establo y Charles sintió que la sangre desaparecía de su cuerpo.

- Nada que te importe. - Gruñó Logan, pasando un brazo protector por encima de su amigo. - ¿No tienes otras cosas que hacer además de olfatear el culo de Charles todo el maldito día? -

Charles deseó que la tierra lo tragase. El duque era como una fogata y Logan sólo le echaba más y más leña.

Vio la furia endurecer sus bellas facciones, así que optó por interceder entre ambos por segunda vez en el día. Ya no estaba tan seguro de que no fueran a golpearse.

- Logan, ya terminé todas mis tareas con Azazel. Acompañaré al duque a ver a los niños, cualquier cosa me avisas. - Le sonrió en un vano intento por despreocuparlo pero era Logan. No a gusto con eso, volvió a quejarse.

- Tú lugar es aquí. Fuiste contratado para cuidar a Azazel. Si Su Alteza requiere un niñero que contrate a alguien más. - Logan escupió con furia, atalandro con su mirada a Erik.

Por supuesto el Duque tampoco se quedó callado. Charles se sentía en el mismísimo infierno.

- Yo mando aquí, y si quiero puedo ponerte incluso a ti a trabajar de cualquier otra cosa. - Rebatió Erik con una maliciosa sonrisa que dio escalofríos a Charles.

- Eres un maldito imbécil. Me avergüenza ser tu maldito hermano bastardo. Y si sigo aquí es porque el estúpido de tu progenitor puso esa cláusula que me ata aquí hasta poder heredar mi propia propiedad. Cuando eso pase, no volveré a ver tu cara de mierda nunca más. -  Bramó colérico y sin esperar respuesta salió sin mirar hacia atrás.

Un silencio incómodo se cernió sobre ambos, y sólo fue interrumpido por un suspiro cansado del duque.

- Charles, yo... - Erik comenzó avergonzado pero el menor lo detuvo.

- No me debe explicaciones. No estaba al tanto de la relación que los unía, pero no diré nada sobre esto... - El menor explicó ligeramente incómodo. No estaba muy seguro si salir en busca de su amigo, o intentar animar al duque, cuyo rostro era una perfecta mezcla entre dolor y enojo.

- Es mi hermano, más bien medio hermano. Mi padre tuvo una aventura con una de las sirvientas hace muchos años atrás, y como resultado de ello nació Logan. Mi madre lo odió, y obligó a desaparecer al niño y a su amante... - A medida que el relato avanzaba, Erik agachaba más y más la mirada, visiblemente avergonzado, y Charles sólo podía pensar en abrazarlo y aligerar esa culpa que no le pertenecía.

- Recién cuando mi madre murió, mi padre se animó a buscarlo y por supuesto para ese entonces Logan ya lo odiaba. A él, y a todo lo que tuviera que ver con mi padre. Tras una larga conversación logró convencerlo de mudarse aquí, y darle su lugar, aquél que se le negó en su infancia... sin embargo puso una inútil condición que sólo trajo más problemas. Logan debía permanecer dos años viviendo aquí, conmigo. Mi padre era tan ingenuo que creía que al obligarnos a vivir juntos, terminaríamos teniendo una buena relación. En un comienzo intenté acercarme a él, pero no soy un hombre muy paciente, y tras varias contestaciones irreverentes por parte de mi renegado hermano menor, decidí dejar de intentar. - Explicó masajeandose la frente. El Duque jamás hablaba tanto, y escuchó en completo silencio. Era evidente que el tema lo preocupaba, y a pesar de que decía haberse resignado con Logan, sabía que no era realmente así.

- Lo que no entiendo... - Repuso Charles pensativo. - Es porque Logan trabaja como si fuera un criado cuando en verdad es un noble como usted. Aunque sea un... bueno, su medio hermano. La palabra bastardo es muy dolorosa y despectiva para emplearla en cualquier ser humano. -  Agregó con seriedad.