La Primera Vez

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La verdad es que no recuerdo con exactitud la fecha de mi primer encuentro con algo desconocido para mí, algo que me asustaba ya que no entendía lo que era.

Recuerdo que ese día se me antojó normal, como cada día de mi pequeña existencia, tendría unos 4 o 5 años.

Me ocurrió en el colegio, cuando estaba en preescolar, era uno de los primeros días de clase, habían reformado una parte del edificio durante el verano debido a que era muy antiguo y había riesgo de derrumbe.

Al parecer durante esas mismas obras un hombre murió, (de esto me enteré hace dos años) quedó aplastado por una pared que estaban tirando.

Sus compañeros no lo vieron, él estaba distraído y no hubo nada que pudiesen hacer, cuando llegaron los bomberos era demasiado tarde.

A todo esto yo me había ausentado de clase porque necesitaba ir al baño y cómo no, al ser esa parte nueva, me perdí, estuve dando vueltas por los pasillos vacíos como diez minutos.

Hasta que me encontré con un hombre, iba vestido de manera extraña para estar en un colegio, llevaba un uniforme como el que usaban en las obras (lo sabía porque mi padre trabaja reparando barcos y es bastante parecido, salvo por el color y poco más eran idénticos).

-¡Hola!- dije yo, pensando que tal vez él sabía donde estaba el baño-¿sabes dónde está el baño?
-Pero si el baño aún no lo hemos construido chiquilla. ¿Y además, que haces aquí dentro? Es demasiado peligroso para alguien tan pequeño como tú-

En ese momento pensé que el hombre estaba loco así que me fui corriendo a avisar a mi profesora.

Se me olvidó que me había perdido, por si fuera poco ese hombre me seguía, y me gritaba que parara que me podrían hacer daño.

Sin saber como, al final llegué a mi clase y avisé a mi profe. Ella,
muy asustada salió al pasillo.

Allí estaba el hombre, a un par de metros de ella, yo se lo señalaba. Y su cara pasó de asustada a enfadada pensando que me lo había inventado.

Mientras tanto el hombre le hablaba a mi profesora preguntándole que quién era ella, que quién era yo y qué estábamos haciendo aquí.

Entramos a la clase y con el susto se me fueron las ganas de ir al baño. Al final del día ya se me había olvidado.
Aunque el hecho de que se lo dijera a mis padres no iba a cambiar nada. Seguramente pensarían igual que la profesora.

Aunque de vez en cuando lo encontraba por los pasillos gritando a todo el mundo que salieran de aquí, que podían hacerse daño (el pobre seguía pensando que estaba en la obra) en realidad sentía lástima por él pero en ese momento no había nada que yo pudiese hacer. O al menos eso pensaba yo.

Por desgracia, no todos los entes que se quedan en nuestro mundo son benévolos, hay algunos con los que desearás no encontrarte nunca porque pueden llegar a hacerte daño, mucho daño si se lo proponen y son lo suficientemente poderosos.

Pero eso ya es otra historia que narraré otro día para todo el que esté dispuesto a leer.
Gracias por leer, no olviden seguirme, intentaré actualizar regularmente. ❤️❤️

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