Ciudad del Cabo, Capital Sudáfrica.
5 meses después.
Últimamente los días me resultan mucho más llevaderos al dormir, el navegar en una especie de dimensión y capacidad sensorial en la que mi mente y cuerpo origina una armadura de des-conexión temporal, bloqueando casi todo mi entorno social, pues en su mayoría sigo percibiendo de estímulos auditivos y táctiles...
Un voz navega por mi cerebro, azotando en ésta una alerta brutal colosal. Como si...
—Profesor Cullen. Universidad. Matemáticas —abro los ojos de inmediato.
—Señorita Johnson, ¡Despierte!
Levanto mi cabeza torpemente del material duro y plano de la mesa, lo hago de un modo tan rápido que en el proceso me mareo y como puedo me incorporo en mi asiento.
—Lo siento, yo... —niego con la cabeza en un intento por despabilarme y un gran bostezo me hace cerrar los ojos con fuerza.
Me hubiese sido más fácil darme una bofetada, pero eso sería raro, como tampoco lo haría frente a treinta estudiantes observando y un profesor echando humo por las orejas.
—No volverá a pasar —sonrío apenada con la miraba baja.
—Por supuesto que no volverá a pasar —alza la voz, mientras me observa con esos ojos color aceituna bien abiertos que temo se le vayan a salir en cualquier momento.
—Gracias profesor, yo...
—¡No! -grita, haciendo que de un pequeño salto en mi lugar —quiero que resuelva cincuenta ejercicios del libro.
—¡¿Qué?! —suelto exasperada.
—No me haga repetirlo señorita —el tono demandante en su voz me hace sentir cohibida, incómoda.
Observo como mis compañeros de clase miran tal escena burlándose de mí.
—Para la próxima semana ¿Cierto? —me obligo a encararlo tímidamente.
Una sonrisa plana y malvada se asoma en sus labios.
—Es que acaso ¿Está tomándome el pelo?
Niego con la cabeza y en el proceso trago saliva.
—Lo necesito para dentro de dos días, espero que con eso aprenda a no quedarse dormida en mi clase, faltando al respeto cada que a la señorita se le da la gana, no lo toleraré ni un día más —suspira enfadado.
—¡¿Qué?! ¡No puede ser! ¿Dos días? ¿Habla en serio? —pregunto, fuera de sí con la sangre hirviendo mi cuerpo entero.
—Por supuesto, es eso o reprueba mi materia. Usted elije —dice simple, tan des preocupante, mientras que yo, quiero arrancarle la cabeza.
Un carraspeo de garganta me hace encarar lo y me observa esperando por una respuesta cruzado de brazos.
Yo asiento en un gesto tosco y seco al tiempo que llega a mis oídos un sonido chillante, indicando que la clase ha acabado.
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El tormento de Jade (Pausada)
RandomEntre un pasado y el presente, Jade Jhonson se vera obligada a entrar en los juegos de un encapuchado y las sombras de sus recuerdos por descubrir la verdad. -Yo seré tu sombra en la oscuridad, tu demonio, inclusive tu ángel, si así lo deseas -susur...