Capitulo 13

324 36 10
                                    


No sé cuánto tiempo pasé sentada bajo un árbol mirando al mar. No tenía reloj y había apagado mi móvil. No quería hablar con nadie. El sol se estaba escondiendo y estaba empezando a hacer más frío. A mi alrededor había padres con niños jugando a la pelota, o parejas que caminaban de la mano disfrutando de una cita. Todo eso eran cosas que yo no pude ni podría hacer.

Nunca jugué con mi padre a la pelota, eso es obvio, porque lo acababa de conocer hoy. Mis amigos siempre contaban historias sobre lo que hacían los fines de semana con sus padres, y como jugaban con ellos. También veía como les venían a buscar al colegio y les llevaban en brazos, eran como sus superhéroes. Yo no tenía un superhéroe, pero eso nunca me importó porque yo tenía dos superheroínas con las que jugaba y me divertía, que me cuidaban y me querían. ¿Habría cambiado algo mi vida si hubiese conocido a mi padre antes? No lo sé... Estaba muy segura de que lo que le había dicho esa tarde a James era cierto, que no quería conocerlo. Él tuvo la oportunidad de conocerme cuando nací, pero no quiso saber nada. El hecho de que huyese nada más saber de mi existencia dice mucho de él. Sí, es cierto que todas las personas cometen errores, pero él tuvo mucho tiempo para enmendarlo y no quiso. Vino a conocerme con 12 años, bueno... mi yo de entonces le habría soltado el mismo discurso que mi yo de 22 hace un rato.

No puedo culpar a mamá y a la abuela de todo, no contarme la verdad creo que fue su forma de quererme y protegerme. Pero a veces me gustaría que me diesen un poco más de crédito. Soy mayor, he crecido y puedo tomar mis propias decisiones yo sola.

Arranqué unas hierbas del césped en el que estaba sentada, mientras observaba a una pareja abrazarse enfrente de mí. Suspiré, esa era otra de las cosas que tampoco nunca podría hacer. Al igual que el hecho de que yo no tenía un padre, desde pequeña había asumido el hecho que no había nadie para mí en el mundo. Y a pesar de que nunca me había gustado ningún chico, y siempre me había mostrado muy convencida de mi don y mi destino, sí que había veces que me preguntaba cómo sería estar enamorada de alguien y ser correspondida. Tener una cita, darle la mano al chico que te gusta, o besarle, quería saber cómo se sentía. A veces me imaginaba que no tenía el don y que podía hacer todas esas cosas. Sonreí para mí misma, ¿cómo podía ser tan tonta? Eso nunca me pasaría a mí. Mis ojos empezaron a aguarse, así que metí mi cabeza entre las rodillas, sintiendo el viento mover mi pelo.

De repente oí unas pisadas y cómo alguien se paraba justo enfrente de mí. Su olor familiar llegó hasta mi nariz, y todo mi cuerpo se volvió consciente de su presencia. Mi corazón se aceleró y las manos empezaron a sudar. ¿Por qué siempre me pasaba esto?

- ¿Qué haces aquí?- pregunté todavía sin levantar la cabeza.

- ¿Cómo sabes que soy yo?- respondió él.

- Noto tu presencia a kilómetros- le contesté y levanté la cabeza. Él se había agachado a mi altura para mirarme a los ojos. Su pelo estaba despeinado y vestía con vaqueros, jersey y un abrigo con capucha. No parecía el mismo Kyle de la oficina, parecía más joven y estaba incluso más guapo. Su aura seguía brillando como una bola de discoteca.

- ¿Tienes alguna idea de lo preocupado que está todo el mundo por tu culpa? Hace horas que nadie sabe nada de ti- me reprendió- Ellen me llamó para decirme que habías desaparecido, y tu móvil está apagado. -¿Por qué me estaba regañando?

- ¿Cómo me has encontrado?- pregunté en voz baja.

- No lo sé- me respondió también susurrando. Un viento fresco pasó entre nosotros.

- ¿No lo sabes?- le pregunté escéptica.

- Cuando Ellen me llamó para decirme que habías desaparecido, me puse nervioso, así que salí corriendo a la calle, y mis pies me trajeron aquí... ¿Podría ser eso el destino del que tu siempre hablas?- me preguntó mirándome fijamente esperando por mi respuesta.

I am CupidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora