Capitulo 22

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4 meses después

- Firme aquí señorita- me dijo el conductor del camión de la mudanza. Firmé y se marchó. Ya estaba hecho. Me giré y contemplé a mí alrededor aquella sala vacía, solo con un escritorio y una silla giratoria pegada a la ventana. Bueno no estaba vacía del todo, había un montón de cajas por desembalar y mucho trabajo por hacer. Pero esto era lo que siempre había querido, poder tener mi propia empresa.

- ¡No puedo creerlo, este sitio es genial!- gritó mi amiga Ellen dando vueltas en la silla giratoria.

- Lo que yo no puedo creer es todo lo que aún nos queda por hacer- dije empezando a desembalar una de las cajas que estaban en el suelo de la oficina.

- Estaremos bien, socia- dijo mi amiga situándose a mi lado y colocando su brazo por encima de mi hombro.

Y así era, estábamos a mediados de abril y por fin habíamos encontrado un lugar para instalar nuestra empresa "I Am Cupid". Ellen había acabado oficialmente su carrera de química, y aunque nunca le había gustado, y precisamente estar en un laboratorio todo el día rodeada de líquidos de colores y probetas no era su idea de futuro, quiso acabarla. Así que en cuanto terminó, nos convertimos en socias, y ahora las dos sacaríamos adelante "I Am Cupid".

Yo la casamentera, pero ella me ayudaría con todo lo demás. Principalmente en el tema de administrar la página web y contactar con los clientes. Ser relaciones públicas era algo para lo que había nacido. En cuanto la semana anterior nos dieron el sí para poder ocupar la oficina, Ellen se despidió de su trabajo en el café Saint James para empezar esta nueva aventura.

Jake nos había estado ayudando con las cajas y el material de oficina, y había prometido dedicarnos una página entera en su periódico de la próxima semana para promocionar la empresa. Había conseguido un ascenso y quería conseguir el puesto de redactor, así que estaba completamente enfocado en su trabajo. Aunque se ofreció a ayudarnos con la empresa de vez en cuando. Hace algunos meses me armé de valor y le dije lo que me contó mi abuela aquella vez, que no había nadie destinado para él. Me costó bastante decírselo y pensaba que se entristecería, pero por el contrario se lo tomó muy bien. Dijo que ahora mismo lo que le importaba eran su familia, sus amigos y su trabajo, y que confiaba en mí para encontrar a alguien con el que ser feliz cuando llegue el momento.

No había vuelto a saber nada de James Gardner, o el hombre que decía ser mi padre. Desde la exposición en la que lo conocí por primera vez no había vuelto a dar señales de vida. Decía tener mucho interés en recuperar el tiempo perdido y conocerme, y a lo mejor fui un poco dura con él en la forma en la que hable, pero no había sabido nada de él desde entonces, y era mejor así. Yo tenía claro que mi familia eran mi madre y mi abuela, y así es como debía ser.

Por su parte, mamá y la abuela estaban encantadas con mi nueva empresa. Al principio mamá se mostró más reticente a que emprendiera mi propio negocio tan joven, pero ahora sé que está orgullosa de mí. A la abuela por supuesto le encantó que siguiese con el "negocio familiar", e incluso se ofreció a ayudarme con algunos clientes. Sus amigas casamenteras también están deseando ver cómo funciona la empresa, pero ya me advirtieron que me centrase únicamente en el público joven que usa las nuevas tecnologías, que el público mayor de 50 años era suyo. Y eso haría, no me apetecía enfrentarme con ellas en el primer mes de empezar oficialmente mi carrera como casamentera.

Después de todo lo que había pasado en los últimos meses, mi idea de hacia donde quería encaminar mi negocio había cambiado un poco. Mi misión sería "ayudar a todas aquellas personas que buscasen el amor a encontrar la felicidad." Acompañaría a las almas gemelas a encontrarse en el momento adecuado, sin prisas. Y para todos aquellos como mi amigo Jake, que no tuviesen una alma gemela, les ayudaría a encontrar a aquella persona que pueda hacerles felices. El amor traspasa fronteras, por ello mi visión era la de "hacer llegar la felicidad, el amor y la ilusión a todos los rincones del planeta." Aún no tenía muy claro cómo iba a ayudar a encontrarse a almas gemelas que viven en continentes diferentes... pero conforme iría avanzando el negocio esperaba encontrar la solución. Así que tal y como me enseño Kyle, con la misión y visión de mi empresa claras, todo lo que me quedaba era empezar con mi negocio.

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