Capitulo 20

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Ya estábamos a finales de diciembre, concretamente a 4 días de Navidad. Era una de mis épocas favoritas del año. Las temperaturas estaban más frías, pero las luces y los árboles adornados que vestían las calles y casas de San Diego, daban un toque cálido. Kyle y yo seguíamos como siempre. Él cada día más brillante y guapo, y yo cada día más feliz y alegre de poder pasar estas fiestas con él.

Ellen y Gabe parecían poseídos por el espíritu navideño también, porque desde que tuvieron aquella "cita improvisada" en el cine se volvieron mucho más cercanos. E incluso propusieron hacer un amigo invisible entre los cuatro. A mí, no sé si por casualidad o destino, me tocó Kyle, así que le compré un regalo que creía que le iba a encantar. Dos entradas para la final de liga de baseball. Si, quedaban muchos meses, y a mí no es que me entusiasmase el baseball, pero Kyle no dejaba de hablar de lo emocionante que estaba la liga últimamente y como sería genial ir a ver el último partido al campo. Así que, se las compré.

Aún no les había contado nada a mamá y a la abuela sobre nosotros, pero planeaba hacerlo en la cena de Nochebuena. Solo estaríamos las tres, como siempre, y creo que podría ser un buen momento para hablar tranquilamente. Tampoco le había dicho nada aún a Miranda acerca de no ser más su casamentera. Pero antes de que acabase el año tenía que decírselo. Por suerte siempre recibo los pagos de los clientes cuando el trabajo está hecho y han quedado satisfechos, de lo contrario Miranda podría demandarme por haberme quedado con su dinero sin darle nada a cambio.

- ¿Quién soy?- dijo una voz ronca mientras me tapaba los ojos cuando salía del baño de chicas. Como no reconocer esa voz, y su colonia.

- Kyle, la gente puede vernos- dije riéndome mientras retiraba su mano de mis ojos y me giraba para mirarlo.

- Nadie puede vernos- susurró él- Estoy deseando que llegue esta noche ¿sabes?

- Yo también. ¿Qué cocinarás?- le pregunté.

- Pues... Voy a cocinar lo que se convertirá en tu nuevo plato preferido, risotto de setas.

- ¿Mi nuevo plato favorito? Me muero por ver si tus dotes culinarias son tan buenas como fanfarroneas- le dije.

- ¿Fanfarronear yo? No se fanfarronea cuando es verdad- dijo atrayéndome hacia él agarrándome de la cintura y moviéndonos más hacia la derecha, casi sobre el umbral de la puerta que conducía a los baños.

- ¡Kyle! Como alguien nos vea...- dije susurrando mientras ponía mis manos sobre su pecho. Él solamente sonrío y señaló al techo. Justo en encima de nosotros había colgando un muérdago.

- Ya sabes lo que dicen Amy...- dijo levantando repetidamente las cejas poniendo una cara muy cómica.

- ¿El beso debajo del muérdago? - dije riéndome por las caras que ponía.

- Exacto, y como es una tradición tiene que cumplirse, así que... quiero mi beso- dijo acercando su cara más a la mía. Yo me giré mirando a todas partes comprobando que nadie nos viera y me lancé a besarle. Mi intención es que fuese un beso corto, de medio segundo. Pero él me agarró de la cara impidiendo que me fuera alargando el beso unos segundos más.

- Mmm creo que voy a poner muérdago por toda mi casa esta noche- dijo aún con los ojos cerrados y su frente sobre la mía. Yo me incliné sobre él de nuevo para darle, esta vez sí, un corto beso y separarme de él para volver al trabajo.

- Feliz Navidad Kyle - dije con una sonrisa.

- Feliz Navidad Amy - dijo mientras me soltaba y me dejaba ir.

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