Decisiones Nocturnas |Izzy Stradlin|

Capítulo 22: Cuestiones

Narra Izzy.

-Izzy, iré con Slash y Steven al bar ¿Vamos?- Era Axl que había abierto la puerta de mi habitación sin tocar, haciendo que esa acción me despertara de lo medio adormilado que estaba y en cierto modo me molestara.

- ¿Qué diablos quieres? - Hablé con flojera, quizás vocalizando mal las palabras debido a que tenía exactamente tapado el rostro por la almohada. Giré mi cuerpo con pesadez para ver a Axl y en vez de hacerlo, me percaté de que había una mujer a mi lado, que estaba sentada con las sábanas que la cubrían hasta la cintura. Vi que Axl miró el torso desnudo de la mujer, haciendo que yo también la mirara y me perdiera por un momento en el dije que tenía su collar.

-¡Mierda! Eh... Lo siento. - Axl se disculpó y cerró la puerta de un portazo.

Traté de recordar un poco más de lo que había hecho anoche, pero fue algo en vano. Estaba seguro que la que tenía al lado era otra prostituta.

-¿Deseas que me quede cariño? Mmm...- Se había acercado lo suficiente como para hacer contacto entre su cuerpo y el mío, sin embargo no provocó nada en mi, haciendo más bien que la apartara hacia un lado y así poder buscar entre las almohadas mi cajetilla de cigarros, pues no tenía ganas de ni siquiera dirigirle la palabra.

-Mejor vete. Cuando venga, no deseo encontrarte.

No esperé su reacción, porque simplemente no me importaba y no era algo que implicara mi comportamiento. Porque al final de cuentas, podía ser si quería un hijo de puta y no pasaba nada. Era otra mujer de las muchas con las que me acostaba, pero que a diferencia de todas, esta tenía algo en especial que me hacía recordar a otra.

- ¡Eres un idiota! - Escuché tras mi espalda a lo que ni le di una vez más importancia. Pues para ese momento ya me había puesto unos pantalones negros mientras iba prendiendo un cigarrillo y me dirigía hacia la puerta de la habitación. Tiré de ella y seguido de eso me fui en busca de algo de comer y así de esa forma, poder ignorar a aquella mujer. No era mi costumbre a que al día siguiente, mis "salientes" se conviertan en mis conocidas.

El día de por si, había comenzando no tan bien por haber ignorado la invitación de Axl para salir al bar. Ya que si hubiese sido en otra ocasión, estaba seguro que le aceptaba a la primera. Sin embargo no pasó y eso me molestaba. Necesitaba despejarme, en especial olvidar tantas cosas, como la presión que tenía en el trabajo y que me llegaba a hacer pensar que era perseguido por alguien, pues la situación estaba un poco difícil y lo que más quería hacer, era escapar de ser el maldito que se encargaba en distribuir la droga. Estaba cansado.

Me quedé mirando un punto fijo de la pared de la cocina, mientras mis manos se encargaban de impulsarme para sentarme en la pequeña encimera que teníamos.
No sabía cómo sobrellevar estos ratos de angustia. Para ese momento me seguía bombardeando de tantos pensamientos e ideas que tenía de como iba a manejar toda esta situación. No había manera de hacerlo y eso es lo que odiaba. Que me cerrara de mente y no encontrara solución, algo que era tan frustrante, que desencadenaba en mi, una serie de desesperaciones, frustraciones y sobre todo un cuadro realmente muy extraño en la que ni yo mismo me llegaba a comprender.

-¡Puta madre! - Pasé mi mano por mi rostro con rudeza y cerré los ojos de manera fuerte al no poder encontrar solución a nada. Más aún, cuando sentí como un enojo recorrió mi cuerpo al no recordar lo de la noche anterior, más que aquella mujer con la que me había acostado. Algo que ya comenzaba a mortificarme un poco, y en especial, empezar a sentir algo de culpabilidad por haberlo hecho.

La había visto en una esquina del bar sola, sin acompañante, con una copa en su mano. Estaba de espaldas y no era ni su cuerpo despampanante ni su forma de vestir la que me dió curiosidad por querer acostarme con ella. Era algo más que eso. Ella tenía un cabello negro muy oscuro y largo, que caía con mucha soltura sobre su espalda. Tenía una estatura no tan baja ni alta, pero que podía resaltar entre las demás mujeres con facilidad.