Decisiones Nocturnas |Izzy Stradlin|

Epílogo

Narrador Omnisciente.

- ... ¿Y le dijiste que te casarías con él? ¡Vaya! Es que no me canso de leerlo.- Rió con astucia, mientras cerraba la copia del cuaderno que se suponía ser el diario de Solange y se lo entregaba.

- Entonces...- Dijo ignorando lo último.- ¿Usted me está diciendo que con esto me libero de todo cargo?- Ella tomó su pequeño cuaderno que suponía ser la copia de su diario y lo guardó en su cartera.

- Por supuesto.- El hombre de corbata y traje se paró. Se acercó sigilosamente hasta donde se encontraba Solange, mientras observaba como guardaba aquel cuaderno que contenía los escritos de las vivencias entre Izzy Stradlin y ella.- ¿No estará nerviosa, cierto?

-Para nada.- Rió de forma que dió a entender todo lo contrario.

- ¿De verdad? Porque si es así, necesitaré que se tranquilice. Hoy es el citatorio final ante el juez. Está a punto de quedar absuelta. Creo que el hecho de que hayamos mandado su diario "original" como parte de la prueba, ha sido una buena manera de corroborar todos los hechos.- Respondió más que tranquilo.

-Claro...

-¿Cómo que claro?- Respondió él extrañado.- Srta. Solange, hemos estamos ya casi un año en este juicio. Es ahora cuando usted debe ser más fuerte. Está a punto de ganar ¿o es que a caso hay algo más que deba saber como su abogado?

- No... Nada.- Susurró muy desconfiada.- No hay nada más que contar.

- ¿Segura?- Volvió a ser insistente.- Usted... ¿Entonces? ¿Por qué desconfía?

- Por nada.- Ella sonrió de forma triste, y volvió a sacar de su cartera aquella copia que tenía de su diario. La abrió, y comenzó a leer la página que se le presentó ante sus ojos.

"Sentí su mano cruzar por mi cintura y eso fue suficiente como para salir del trance y del hoyo momentáneo que me encontraba al ver sus ojos. Eran marrones claros con algo minúsculo de verde, eran muy bonitos.

- Izzy -Dije en un susurro, mientras tomaba su antebrazo cubierto por su casaca para hacer que me soltara de forma suave.- Anda a descansar. -Repetí una vez más.

-¿Te pongo nerviosa? ¿Cierto? - Sonrió de forma provocadora y algo presumida."

Otra hoja:

"Él sólo negó y pude sentir como trató de ser más delicado, pues sus manos frías hacían una buena combinación con lo caliente que podía estar mi herida. Sentía que estaba palpitando, pero que su tacto de él, era lo suficientemente bueno como para calmarlo. Todo ese tiempo traté de no verlo a los ojos, no quería caer de nuevo, aún así mi mente me lo pidiera, pues tenerlo tan cerca no era lo mejor para mi. Era imposible no sentirme agobiada y tonta cuando él compartía junto a mi, pequeños momentos que para mi, quizás signifique mucho, y para él nada.

Aún así disfruté esos pequeños minutos de su delicadeza y de su quizás ternura que nunca había visto para luego quitar su mano de mi mejilla junto con el papel y sonreírme.

-Listo. - Murmuró de forma suave."

- ¿Srta. Solange? ¿Es el diario no?- Él se sentó al lado y vió las manos delgadas de su clienta que sostenía aquella copia.- ¿Por qué tanto apego a estos escritos? ¿Por qué sigue leyendo algo que no es verdad?

- Porque... porque hice algo estúpido Boris. Hice algo muy estúpido...- Dijo con la voz quebrada.

Aquella mujer que siempre se hizo la fuerte comenzó a llorar. No había quién la calmara, ni quien la parara. Y es que sí, ella había hecho algo muy estúpido, algo que en definitiva sería como un suicidio, como apuntarse un arma en la cabeza. Como si con aquella acción, tratara de enmendar todas las equivocaciones, todas las decisiones mal tomadas.