Capítulo 24: Previas

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Narra Solange.

El día pasó tranquilo, o por lo menos lo fue hasta las últimas horas de la tarde junto a Izzy. 
Tenía pensado querer tocar el tema cuanto antes, pero fue un poco imposible al principio, ya que  estaba ayudándolo en poder ir a recoger unas cajas que contenía los cassettes que se venderían mañana en la entrada del bar. Así que los planes que tenía en mente se fueron desviando poco a poco, de forma que me hizo decidir que lo mejor sería hablar con Izzy al final del día, cuando ya esté para despedirme de él.

Por ahora no era el momento, y mucho menos el de seguir merodeando mis pensamientos. Debía seguir verificando que los empaques estén en un buen estado, por lo que mi atención estaba absorta en la portada de su primer material, el título era; "Live ?!*@ Like a Suicide". Siéndome algo más que divertido el nombre. 

- ¿Te acuerdas que te dije que iba a ser su primera compradora? -Estaba en cuclillas mientras mi mirada se fijaba en cada detalle de la portada. Salía solamente Axl y Duff, lo cual se me hizo un poco extraño pero a pesar de mi curiosidad preferí no preguntar nada al respecto.

-Sí. Espero que lo cumplas. - Me observó divertido desde arriba, ya que Izzy se mantenía parado mientras apilaba varias cajas y las agrupaba, para luego cargarlas hacia el carro que se había contratado.

- Créeme que sí. Mañana lo haré. -Me paré con algo de dificultad e imité las acciones de Izzy para ayudarlo. No era que habían hecho muchas copias de su material, pero si estaban muy protegidas por lo que ocupaban más espacio de lo usual.

-Iré subiendo estos, al carro Sol.

-Claro Izz. - Tomé un par de cajas más y comencé a ayudarlo de modo que pudiéramos terminar más rápido con la tarea.

El trayecto del estudio de grabación hasta el bar, donde dejaríamos los cassettes, fue más veloz de lo que pensé, por lo que prácticamente tuvimos que hacer doble esfuerzo en un corto tiempo. No quise quejarme por lo ya hecho, porque simplemente durante todo el recorrido, Izzy se dedicó en renegar de por qué los demás no estaban ayudando en lo que se suponía era algo de la banda. Algo que en cierto modo tenía mucha razón, pero que simplemente escuché porque no iba a lanzar más leña al fuego, como para hacer más comidilla de los demás chicos. 

-¡Oye ya deberías dejar de quejarte! - Murmuré mientras nos sentábamos en la barra del bar, después de haber dejado todas las cajas en el pequeño almacén que se tenía. 

-No me quejo. Sólo que son unos flojos de mierda. -Bufó y se sentó de mala gana sobre una de las tantas sillas altas que había. 

- Lo sigues haciendo Izz. - Rodé los ojos con obviedad y acomodé mi cabello hacia un lado por el calor horrible que estaba haciendo dentro del local. Agradecía infinitamente que no hubiese nadie, puesto que había decidido que hoy, treinta de Diciembre no se abriría para el público en general por el simple hecho de querer generar un poco más de expectativa. Era solamente tácticas de mercadeo. - Te invito agua.- Dije al ver que él también estaba comenzando a transpirar. Y cualquiera lo haría con simplemente ver la casaca que Izzy llevaba puesta.

- ¿Me estás bromeando cierto? - Soltó una risa fingida. - No creo que sólo vendas agua mineral acá. 

- Bueno, está bien. - Lo miré mal y me bajé de la silla alta en la que me encontraba para dirigirme hacia donde se encontraba la máquina expendedora. Tomé un vaso shopero y esperé a que se llenara.- Disfrútalo, porque es lo único que te daré. Y si quieres más, habrá agua.- Dije mientras seguía dándole la espalda para terminar de servirle la cerveza.

- ¿Agua?

- Claro.- Respondí rápidamente.- Lo necesitarás después de lo que te cuente.- Susurré y esperé a que no haya escuchado lo último, siendo una acción muy tonta la que realizé. 

Caminé con cuidado, pues el vaso hacía que me temblara la mano por lo pesado que estaba. No era mi costumbre llevarlo de un lado a otro, más que sólo empujarlo por la barra y así poder atender más rápido a la gente. Este no era mi caso, mi único cliente, por decirlo así, era Izzy y al parecer el se estaba divirtiendo con la situación de mi mano con defectos de abuela. 

-¿De qué te ríes idiota? Te vi. - Le entregué el vaso y seguido de eso me volví a sentar al frente suyo, siendo separados únicamente por la barra. 

- ¿Idiota? -Rió- De nada. - Se encogió de hombros aún con una sonrisa burlona en sus labios.

Lo miré por unos cortos segundos y eso fue lo necesario para darme cuenta que él estaba relajado y que me hizo retraerme un poco al no saber si era el momento indicado de poder decirle lo que ya tenía en mente. Él se veía con la guardia baja, y quizás eso sea bueno, después de todo, estábamos solos y lo que se hablara aquí, sólo quedaría entre los dos. 

- ¿Izzy? Tú crees que podamos hablar de algo. - Había colocado mis codos sobre la superficie de madera para poderme recostar y así tener una leve inclinación hacia él. 

- ¿Algo? -Me miró serio, y suspiró, mientras veía el reloj que estaba en la pared de al frente.- ¿Te demorarás, bonita? Porque tengo unos encargos que hacer.

Lo volví a mirar y traté de leerlo, de saber más allá de lo que él podía decirme con simples palabras, y realmente era difícil. Porque se notaba a miles de kilómetros que él simplemente deseaba ser así. Privado. Y lo entendía. Lo comprendía muy bien.

- Yo pienso que quizás si me demore un poco. - Miré mis manos, para así distraerme y dejar de sentirme un poco extraña por la mirada de Izzy.

-Hagamos algo. Te parece si lo hablamos después de la presentación. - Se había parado y junto con ello, terminaba lo poco de cerveza que le quedaba en el vaso.

-¿Te refieres al primero de Enero? - Pregunté sin entenderlo, en especial porque de la nada ya se estaba alistando para irse.

- Exacto. -Se acercó hacia donde me encontraba y se despidió con un corto beso.- Por primera vez, no debo agacharme.- Comentó con diversión haciendo referencia a que estaba sentada en una silla alta y prácticamente estaba a la altura de él. 

- ¡Qué gracioso! - Entrecerré mis ojos y alcé mi mano para hacer un ademán de despedida mientras lo veía caminar y salir por la puerta del bar. 

Había algo dentro de todo que no me había convencido por completo ¿es que acaso él realmente sabía lo que tenía pensado decirle como para tomar una excusa e irse? Me recosté una vez más sobre la barra y me quedé pensando en si esa posibilidad era probable ¿De qué manera él lo podría saber? ¿La habría? Me cuestioné un poco más y fui llegando a la conclusión de que no había posibilidad. Que no había forma de que él lo supiera.

Izzy prácticamente tenía una visión limitada de todo el panorama que yo sí podía ver. Y esa era mi ventaja sobre él.
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Me gustaría saber que es lo que ustedes suponen que Solange e Izzy ocultan.
A partir del próximo capítulo comenzará a ser algo más interesante 😊

Decisiones Nocturnas |Izzy Stradlin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora