Todos nos miramos sin palabras en nuestras bocas.
—Pues...de...den opciones— balbucea el ojiverde.
—¿Opciones de qué?
—¡Lo tengo! Vayamos a comer sushi— Jordyn salta como niña pequeña mientras mi mente revolotea en aceptar o no.
Jacob deja escapar un "de acuerdo" después sale por la puerta sin un antes "las espero en el coche". Este chico realmente es rápido.
—Ire a arreglarme.
—¡Espera Maddie! Préstame ropa y algo de pasta dental que mi boca apesta.
—Nada de cepillo de dientes— sentencio antes de que a mí rubia amiga se le ocurra hacer tremenda asquerosidad.
No suma más de veinte minutos cuando estamos saliendo por la puerta del departamento.
—¿Algo que quieras contarme acerca de mi borrachera?— pregunta mientras se coloca un poco de labial.
Entro en un breve momento de shock sin saber que responder, obviamente no le diré lo ocurrido con su novio ¿O ex novio? Lo evitaré por hoy.
— Mmm no...nada que recuerde— volví a aplastar el botón del elevador.
—¿Tú también estabas ebria?— despega su mirada del espejo para verme.
—No, solo que...te apartaste de mi ¿Lo recuerdas?—
Despega su mirada de mi para recorrerla por el lugar.
—No...no recuerdo nada de eso—
—¡Chica! ¡Debes de dejar de ser tan mala copa!— trato de bromear un poco para destensarme.
Ríe mientras subimos al elevador.
—¡Amo el sushi!— exclama mi amiga mientras su boca sigue saciandose atragamente de su comida.
—Si, pero yo no amo que hables con la boca llena... limpiate — le aviento una servilleta. Ella ríe mientras obedece.
—La ciudad es grande y somos los tres de nuevo— el inesperado diálogo de Jacob extrae mi atención hacia él.
—¿Que quieres decir con eso?
—Hagamos algo hoy, ¿Les apetece ir a la feria?
—¡Wu si! Creí que nadie lo diría— Jordyn levanta sus brazos en señal de victoria.
—Me parece bien.
—Dos contra uno, perdiste...sorry not sorry—
—Chicos no me importan los votos no lo haré.
—¿Tienes miedo?— Jordyn picotea mis costillas.
—¡Ay! No...no tengo miedo es solo...solo seguridad ¿Si?
Ambos sueltan una exagerada carcajada que cubro mi rostro para que no sepan que vengo con ellos ya que llamaron la atención de todo el lugar.
—La montaña rusa es segura, además perdiste y tendrás que subirte con nosotros.
—Solo si voy en medio.
—Lo que diga su majestad— Jacob hace una reverencia hacia mí y no puedo evitar reír.
Llegamos a la taquilla y mi sangre callo hasta mis pies, estoy entrando en pánico, odio los juegos mecánicos y ni nombremos a la montaña rusa... ¡Gracias LaMarcus Adna!
Después de hacer mi debate mental, decidí subir a la maldita montaña rusa, pero casi me desmayo cuando el encargado señaló solo dos asientos...¡Dos malditos asientos! ¿Donde esta la montaña rusa de solo un asiento para ir nunca jamás?
—Estare detrás de ustedes— susurra Jacob hacia nosotras y yo no puedo tensarme más.
—Vamos— la rubia hala de mi brazo.
—¡CASI ME DA UN INFARTO!— grito cuando intento estabilizarme y no vomitar.
—¡Diablos Maddie! ¡No fue tan mala! Vi como alzabas los brazos— Jacob dijo entre risas mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.
—¡NO ERA POR DIVERSIÓN! ¡ESTABA PIDIENDO AYUDA!
—Bueno...de nada—
—¿De nada?
—Superaste uno de tus miedos, tal vez no del todo, pero lo intentaste ya puedes decir con la frente en alto "Yo me subí a esa maldita montaña rusa del demonio" — Jordyn me mira desde el asiento del copiloto alzando su cerveza.
Un suspiro frustrado escapa de mi boca.
—¿Algo más que quieran hacer? Vomitar no cuenta
—Entonces ya llevenme a mi casa antes de que a mi madre le de un colapso—
—Gracias, nos vemos después desgraciados—
Entro a casa no sin antes mostrarles mi bello dedo del medio. Cierro la puerta lentamente para no perderme de sus carcajadas ante mi descarada forma de despedirme. Amo a esos chicos
Subo lentamente hacia mi habitación rogando al cielo para que no a mi madre ni a Kenny se les ocurra salir a estas horas. Abrí la puerta de mi habitación y una figura femenina recostada en mi cama me sobresalta. Espero un grito de mamá o un sermón de Kenny y lo único que encuentro es una Kenzie leyendo una de mis revistas.
—¿Que haces aquí?—
—Después de ver a mi hermana bajarse del carro de Jacob no me perderé el resumen.
—No hay ningún resumen— me quito mis zapatillas.
—¿Porque no llegaste a dormir ayer?
—Kenzie estoy muy mareada Hablamos mañana ¿Si?
—¡Estás ebria!
—Shhhhhhht baja la maldita voz...claro que no estoy ebria.
—¿Entonces porque estás mareada?
—Aaaaaaaaaagh...de acuerdo, te contaré.
Así fue como el amanecer llegó a nosotras, le conté sin perderme de ningún detalle, caímos en un profundo sueño después de las 5 am.
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