Haruka Nanase, príncipe y único heredero al trono, conocido por su frío corazón.
Makoto Tachibana, un humilde campesino que por un terrible error terminará siendo sirviente del palacio.
Siendo habituada en una época antigua, un romance entre chicos...
- Es por eso alteza que no estaremos todos a su plena disposición en estos días – terminó de explicar Amakata.
- ¿Todo por el baile que organizará mi padre?
- Así es alteza – corroboró Sasabe.
- Pero hay mucho más personal ¿no? ... ¿por qué ustedes tienen que...? – Suspiró pesadamente, se le notaba algo disgustado ante la idea, hubo silencio durante algunos segundos – Esta bien... Lo entiendo.
- Pero nos turnaremos para poder atenderlo apropiadamente – continuó la mujer.
- ¿Eso quiere decir que no los veré durante mucho tiempo al día?
- Si, así es alteza, pero cada que lo necesite uno de nosotros vendrá a atenderlo – El oji azul de vez en cuando miraba al de hebras verdes, pero éste estaba con la mirada baja; Makoto no podía levantar la vista del suelo, no podía creer que dejaría de ver tan seguido al príncipe.
- Esta bien, ¿podrían dejarnos solos a Makoto y a mí? – ambos adultos se sorprendieron un poco, pero sin más se retiraron tras una rápida reverencia.
- ¿Qué sucede? – dijo el mayor con un tono bajo de voz aun observando el piso – Y-yo------------- Sus palabras fueron interrumpidas dada la impresión de la acción del príncipe, el cual se abalanzó sobre el castaño y lo abrazó con todas sus fuerzas - ¿H-H-Haru?
- Me sentiré triste sin tu presencia, pero esperaré ansioso a que todo vuelva a la normalidad, por favor no te pongas así – es como si el menor hubiese leído sus pensamientos.
- ¿Cómo...? – dijo en casi un suspiro.
- Yo siento lo mismo que tú en estos momentos, pero sé que no podemos hacer nada y no te quiero ver en ese estado; Makoto siempre está feliz y es positivo ante los malos momentos, así que por favor... - el rostro del azabache estaba completamente rojo, le costaba expresar sus sentimientos, pero sabía que tenía que mostrarlos en ciertos momentos y éste era uno de esos – Lo lamento, no puedo continuar es demasiado para mi... - escondió su rostro en el pecho del oji verde.
Makoto abrazó fuertemente al príncipe y besó su frente – Gracias Haru-chan – el menor levantó la cabeza y miró a los ojos a su amado.
- ¿Por qué? – el azabache llevó ambas manos a su pecho.
- Por ser cómo eres – dijo con una sonrisa en su amable rostro.
Hubo silencio en la habitación, en donde los ojos de Haruka Nanase y Makoto Tachibana se observaban con suma intensidad, en donde no eran necesarias palabras para entender lo que el otro pensaba. El oji verde comenzó a acercase lentamente al rostro del menor, pero el otro al notar sus intenciones lo alejó bruscamente y cubrió su rostro con ambas manos - ¡M-Makoto!
El mencionado salió del trance y al recordar sus acciones de hacía algunos segundos enrojeció totalmente – L-lo lamento, y-yo me dejé llevar y... - llevó una mano a su cuello y miró hacia otra parte – Ammm... - parpadeaba con rapidez y su corazón iba a mil por hora – Lo vendré a visitar más tarde, por el momento m-me retiro... - hizo una reverencia y salió de la habitación.
El oji azul se dejó caer lentamente en el piso y llevó sus manos al corazón, el cual estaba totalmente agitado, la reacción que tuvo había sido involuntaria pero en el fondo deseó no haber interrumpido al chico de ojos verdes.
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