Haruka Nanase, príncipe y único heredero al trono, conocido por su frío corazón.
Makoto Tachibana, un humilde campesino que por un terrible error terminará siendo sirviente del palacio.
Siendo habituada en una época antigua, un romance entre chicos...
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"Sinceramente no sé cómo he tenido el valor de siquiera agarrar la pluma con la que estoy escribiendo esto, me tiembla la mano... dejaré de darle vueltas al asunto y comenzaré a decirte el propósito de esta carta.
El día de hoy tengo algo que confesarte, tengo que arriesgarme aunque decidas rechazarme, pero es que siento que el corazón me da vueltas porque eres perfecto para mí; perdóname si éste no es el momento, pero ha llegado el tiempo en que mi corazón colapsara de una vez por todas para decirte lo que siento. Yo comprendería tu respuesta pues tal vez te sientas confundido, pero no quiero presionarte, solo quiero una respuesta clara en cuanto la tengas.
Te conocí en un momento devastador de mi vida, pero cuando vi tu sonrisa, tus ojos, tu forma de ser y de pensar me enamoré perdidamente. Juro que nunca me había sentido así como me siento ahora... tan seguro de mis sentimientos. Me he preguntado el por qué no puedo expresarle esto a la persona que me gusta, pero al fin lo hice por la sencilla razón de que estoy loco por ti.
Sé perfectamente que lo que estoy pidiéndote es un pecado, algo inaceptable para el mundo y espero que no te ofenda. No puedo pedir nada a cambio más que tu amor, no puedo pedirte que te escapes conmigo, mucho menos que les digas a los reyes o lo expongas públicamente. Todo lo que anhelo es que tú también me ames tanto como te amo yo.
El brillo de tus ojos, tu aliento, tu calor... hacen palpitar mi corazón y llena mi estómago de mariposas. Tú y yo no necesitamos palabras, con mirarnos sabemos todo el uno del otro.
Por si no ha quedado lo suficientemente claro... lo que quiero decir es que te amo Haru, te amo como nunca he amado a otra persona, quiero estar contigo todo el tiempo que pueda, quiero crear bellos recuerdos juntos.
Creo que tardé demasiado tiempo en darme cuenta de cuanto te amo y sé perfectamente que esa es una frase fácil de decir pero sumamente difícil de demostrar... déjame intentarlo, déjame enamorarte, déjame ser la persona por la que suspires cada día, déjame ser el único en tu vida, así como haz logrado ser el mío.
Y si en cambio no quiere saber nada sobre esto y le he ofendido, yo... me iré y no volveré a molestarle, lo juro.
