Baile parte 4 / 5
- ¡Damas y caballeros, nos alegra informarles que la princesa Chigusa Hanamura y el príncipe Haruka Nanase se unirán en matrimonio! – el menor abrió los ojos como platos y su mirada buscó a la de su pareja quien había palidecido enteramente – De esta manera los reinos Hanamura y Nanase se unirán formando uno solo, el cuál será próspero – los invitados aplaudieron ante tal noticia; los recién comprometidos bajaron y comenzaron a recibir felicitaciones de algunos visitantes, pero el azabache estaba abstraído.- ¿Príncipe?
- ¿Eh?, ¡oh! agradezco mucho sus palabras – su mirada estaba vacía.
Tras varios minutos se reanudó la música y estaba a punto de comenzar una nueva danza – Hijo mío... – dijo el rey tomando al mencionado del hombro, pero éste no respondió así que siguió con su oración – Invita a tu prometida a bailar – comentó con una amplia sonrisa en el rostro.
- Pero pa---------
- No me hagas reñir en esta noche tan especial – lo llevó frente a la dama - Quieres decirle algo a la princesa, ¿cierto Haruka?
- Yo... - su voz salía por sí sola, pero no había emoción alguna – Quería invitarla a bailar alteza – se inclinó levemente.
Las mejillas de la bella joven se tiñeron levemente de rosa – Por supuesto – se tomaron de las manos y caminaron al centro del salón, junto a los demás. Cuando el mismo inició no hubo conversación alguna, el oji azul estaba tan sumergido en sus pensamientos que se olvidó por completo de la oji turquesa - ¿C-cómo se encuentra en esta noche príncipe? – tuvo que decir ella.
- Creo que bien, gracias por preguntar... ¿Y usted? – él quería correr hacia su habitación y llorar, pero sabía que no podía hacerlo.
- Puede hablarme con confianza príncipe, Chigusa estaría bien y me encuentro de maravilla.
- Entiendo, gracias y lo mismo iría para ti... Chigusa – sonrió tristemente.
Tras un poco más de conversaciones sin importancia el baile finalizó, escoltó a la chica con sus padres y fue a conversar con Nagisa – Vaya noticia ¿no?... ¿Por qué no me dijiste antes Haru-chan?
- Es que... - hizo una pausa – Yo tampoco lo sabía.
- ¿¡Qué!? – alzó ambos hombros en respuesta – Pe-pero esto se les anuncia desde niños... ¿Seguro que no lo recuerdas?
- Mi padre nunca había mencionado al reino Hanamura frente a mí, todo lo que sabía de su existencia era lo que aprendía en clases de historia.
- ¿Nunca los habías visto? – negó con la cabeza baja.
- He cometido un error... - susurró.
- ¿A qué te refieres? – el oji rosa se acercó a su amigo y lo tomó de los hombros - ¿Haru-chan?
- Yo... yo no lo hubiera hecho si... - tartamudeaba en exceso – Si tan solo... - preocupado por que los demás invitados escucharan el menor llevó al perturbado azabache a otra habitación.
- ¿Qué hiciste? O-oye Haru-chan ¿Qué sucedió? – cerró la puerta detrás de ellos.
- ¡No me enamoraría de haber sabido esto antes...! - tiró de sus negros cabellos con fuerza.
- ¿Estás enamorado de alguien? – cuestionó el contrario haciendo que el oji azul reaccionara.
- ¡N-n-no! ¡No!, y-yo solo--------------------
- Tranquilo – sonrió en medio de la obscuridad – No diré esto a nadie – un sonrojo abundó en el rostro del príncipe Nanase - ¿Me podrías decir quién es la persona a la que le entregaste tus sentimientos? – no hubo respuesta alguna - ¿Le conozco? – hizo un gesto y el rubio lo interpretó como un si – Ya veo... - comenzó a pensarlo y esto hizo que el contrario se alarmara.
- N-Nagisa--------------
- ¿Puedo confesarte algo a cambio de que me digas? – no supo que responder.
- S-supongo... - contestó aún dudoso
- Solo... no me odies por esto ¿sí? – el pobre azabache no lograba comprender a su amigo, pero asintió tímidamente.
- L-la verdad es que a mi... - tragó saliva - a mí me gusta Rei-chan – el mayor abrió los ojos de par en par – ¡Y-y-ya lo sé! ¡Eso es horrible, soy un monstruo y merezco la muerte! Pero es que... ¡N-no pude evitarlo! Y... - respiraba rápidamente – No debí decirlo, lo lamento... quizá solo estoy confundiendo amistad con amor – sonrió con tristeza – Volvamos al baile – iba a abrir la puerta, pero sintió un ligero tirón y paró.
- Está bien Nagisa... de verdad – esas simples palabras hicieron que el menor abrazara al otro comenzando a llorar.
- ¡Yo no sé qué me sucede! y no puedo decirle esto a nadie porque se supone que es un pecado, pero yo de verdad le amo... y ¡él es un tonto! – el peli negro rio levemente ante lo último – Haru... dime... ¿S-soy un monstruo? – podía sentir temblar a su querido amigo - ¿Por qué nací de ésta manera? ¿Q-qué es lo que hice mal? – el oji azul se encontraba en un dilema... ¿estaba mal amar a alguien de tu mismo sexo o era normal hacerlo?
Sin darse cuenta comenzó a decir lo que pensaba – Yo creo que está bien amar a alguien siempre y cuando sea desde el fondo de tu corazón, no importa si es hombre o mujer o incluso si es de un rango diferente; aún no se con exactitud lo que es el amor, pero si "todo el mundo ama alguien" entonces... ¿por qué no puedes amar libremente? – cubrió sus labios al darse cuenta de que sin querer habló – L-lo lamento.
- Wow... - dijo en un hilo de voz el rubio mientras tallaba sus ojos – Entonces... ¿No soy un monstruo? – aquella mirada tan llena de tristeza conmovía al más alto.
- Y-yo creo que no... - agachó su cabeza recordando sus sentimientos por el de ojos verde esmeralda.
_- Haru-chan... - susurró el contrario – Te sucede lo mismo ¿cierto? – Abrió los ojos como platos ¿Ya sabía quién le gustaba?, rápidamente lo miró a los ojos y comenzó a negarlo rotundamente, pero sin darse cuenta un par de lágrimas surcaron por sus mejillas. Nagisa apresó las manos de su preciado amigo para poder tener un poco de su atención – Está bien... guardaré el secreto.
Sin decir ni una palabra más el oji rosa tiró de las ropas del azabache y salieron de aquella habitación; Haruka se sentía perturbado, su mente divagaba en diversas cosas y vivencias sin importancia, su mirada estaba perdida hasta que recordó la bella sonrisa de su amado... pero de repente todo se detuvo, su vista se nubló y un sentimiento inexplicable lo abrumó por completo ¡Makoto! ¿Dónde estaba? Necesitaba hablar con él, necesitaba que le dijera que todo iría bien.
Comenzó a buscarlo con la mirada y no lograba encontrarlo, estaba empezando a desesperarse "¿Dónde estás?" repetía una y otra vez en su cabeza, ¿Acaso se había ido? Repasaba una y otra vez los rostros de las personas para poder descartarlas y encontrar a quien tanto buscaba.
Hasta que por fin lo encontró.
Y... no era lo que esperaba ver.
Daily~

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Esclavo de ti...
Hayran KurguHaruka Nanase, príncipe y único heredero al trono, conocido por su frío corazón. Makoto Tachibana, un humilde campesino que por un terrible error terminará siendo sirviente del palacio. Siendo habituada en una época antigua, un romance entre chicos...