—Bueno, bueno, ¿a qué debo el honor de tener a estas preciosas damas en mi puerta?
¿Apenas supo mi dirección, se mudó enfrente? Acosador de mierda.
Jake estaba empapado, el cabello le escurría gotas que se deslizaban por su perfecta pero arrogante cara. A pesar de que estaba todo mojado, traía la camisa y el pantalón puestos, aunque, gracias al agua, la camisa se le pegaba al abdomen como una segunda piel, exhibiendo un pecho muy bien definido. No pude evitar ver los chocolates marcados en su abdomen. Maldita camisa mojada. Una toalla incolora colgaba casualmente de su hombro, sugiriendo que acababa de salir del baño, ¿pero quién rayos se mete a la ducha con ropa? Oh, claro, lo olvide, él tenía problemas mentales.
—¡Bienvenido! —vociferó mi madre alegremente, extendiéndole la torta, Jake la tomo y la miró, para luego volver la mirada hacia nosotras.
—Sólo espero que este pastel sea tan dulce como lo que mis ojos están presenciando en este momento. —Esa molesta sonrisa adornó su rostro.
—Oh... —De reojo noté que un ligero rubor llegó a las mejillas de mi madre. Me asqueé por ello. Jamás permitiría que a mi madre le agradara, ¡mucho menos que la sedujera! La agarré del brazo y la condujé devuelta a nuestro apartamento, pero ella se liberó de mi agarre—. Bueno, gracias. Te aseguro que lo será. —Le garantizó ella. Voy a vomitar.
—Bien, entonces creo que no me lo podre comer —el mongólico fingió lamentarse—. Porque ahora mismo me va a dar diabetes con toda esta dulzura a mí alrededor —dijo, con la mirada dija en mí, yo a cambio, lo fulminé con la mirada.
—¿Por qué estás mojado? —demandé.
—Me estaba bañando —respondió simplemente. Mi madre me lanzó una mirada diciéndome que era obvio, y que mi pregunta era realmente estúpida. Pero sólo pensaba eso porque no lo conocía.
Un pensamiento fugaz llego a mi mente: Puede estar mojado por la lluvia, ¿y si él fue quien entro por mi ventana...? Nah, lo deseché casi al instante; nadie puede haber trepado por ahí (que ya de por sí, no entiendo como lo pudieron hacer) y luego dejarme la nota, bajar, rodear el edificio para entrar, subir hasta el tercer piso (este edificio no tenía ascensores, sólo escaleras. Sí, lo sé, es horrible, no me lo recuerden), entrar a su apartamento, y buscar una toalla para comenzar a secarse antes de que nosotras saliéramos a darle la bienvenida.
—¿Con ropa? —Alcé una ceja. Él se encogió de hombros.
—Estaba en la ducha cuando escuché que llamaban a la puerta, claramente no quería hacerlas esperar, por lo que no tenía tiempo para secarme, así que sólo agarré una camisa, un pantalón y me los puse —explicó, indiferentemente. Lo que ocasionó que mi madre aumentara la mirada de "Es obvio, cariño, no seas estúpida". Ella y yo tendremos cuentas pendientes cuando entremos a la casa.
—Oh, ¿dónde están mis modales? —dijo mi madre—. Soy Samantha Vile, y ella es mi hija...
—Desgraciadamente, ya nos conocemos —la interrumpí.
—¿En serio? —miró entre Jake y yo, él asintió y ella sonrió—. Genial, ¿cómo se conocieron?
Jake me dio un mirada significativa. Si a este imbécil se le ocurre decir una palabra sobre dónde amanecí, qué cosa casi me sucede, o cualquier cosa involucrada con ese día, pondré en práctica la técnica de castrar de mi mamá. Comenzó a abrir la boca para responderle, pero yo lo corté.
—En el centro comercial. Me lo encontré en una tienda de maquillaje, me pidió consejos sobre cuál brillo labial resaltaría sus ojos —expliqué, y para aclarar dudas, me incliné ligeramente hacia mi madre y le dije—: Veras, mamá, él es gay.
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¿Ficción o Realidad? ©
Fantasy¿Alguna vez te has preguntado de dónde los escritores sacan sus ideas? ¿Esos mundos fantásticos y seres increíbles a los que llamamos "ficticios" son realmente inventados? Deben tener mucha imaginación, o tal vez no... Tal vez solo han sido testigos...