Lo único que quería hacer en este momento era desaparecer, no quería estar ni aquí ni en ningún lado, tampoco quería estar con alguien, quería estar solo y llorando.
Si, necesitaba llorar, y demasiado.
Rubén lo único que hacía era mirar hacía arriba sin decir ni una sola palabra. Sonó el timbre ¿Quién podría ser? Mangel esta en el hospital, y la posibilidad de que alguien venga a ayudar sabiendo todo lo que paso, es completamente nula. Al abrir la puerta me encontré con Luzu, miro todo destrozado, incluído Rubén, y luego me miro, no con enojo, si no con mucha, demasiada confusión.
-Vale ¿Por dónde vas a comenzar a explicar? -pregunto Luzu.
Pase media hora explicándole como en dos días, mi vida se fue completamente a la mierda.
En un momento se escuchó un gran ruido y todo se silencio luego de un grito. Luzu y yo corrimos hasta encontrar a Rubén, y ahí estaba, tirado en el suelo, llorando entre vidrios rotos, mientras sus manos se teñian de color rojo, no solo por la poca sangre que caía por de ellas, si no por los múltiples golpes que ejerció sobre el vidrio antes de que este se rompiera.
-Dios Rubén -comencé a ponerme nervioso- voy en busca del botiquín.
Corrí hacia el botiquín, aunque, como era de esperarse de mi, fallé. ¡Dios! Es que... ¡Por Dios Alex!
Sentí como corría con la respiración agitada por el nerviosismo, no sabía que ocurría, podría ser un ataque de pánico, ansiedad, estrés, o cualquier tipo de colapso nervioso, el problema era que hace tiempo no me ocurría algo parecido y no sabía cómo manejarlo, iba a explotar todo y yo no sabía que hacer.
Entonces sucedió, me desmayé, como era de esperarse, nunca iba a poder manejar algo, siempre iba a fallar, nunca falta eso del caótico Alex.
Los ví, estaban todos como si nada hubiese pasado, tranquilos y en paz, voltearon a verme y sonrisas inundaron la habitación, pero... Algo estaba mal
No me sentía bien, sabía que esto no era real, pero tampoco me tentaba vivir en la mentira. Me sentía mal, no solo por la falsedad, si no porque, ya estaba, había asumido que mi vida estaba completamente diferente, y el volver a verla normal no me hacía feliz, no se porque, pero no lo hacía.
Entonces desperté, tenía unos ojos verdes llenos de lágrimas sobre mi. Rubén.
-Gracias a Dios estás vivo -suspiro Rubén sollozando mientras me abrazaba fuerte, como si fuera a escapar y no volver jamás- Dios Alex, te extrañe.
Te extrañe.
¿Me extrañaba?
Dios no, no de nuevo Alex
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»Wrong (Mangexby)
Fanfiction-Me haces sentir equivocado -susurro. -¿Por qué? -pregunto triste. -Me haces sentir equivocado porque... Tu sonrisa me lleva a otro mundo, en el cual no comprendo nada; Me haces sentir equivocado porque tus ojos me hipnotizan, mareando mi realidad;...