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Yoongi suelta mi mano y la hace puño. El chico castaño en silla de ruedas avanza un poco hacia Yoongi. Pareciera que tienen un debate con la mirada. Yoongi se acerca lento hacia él y finalmente cae de rodillas en frente de él. Le mira triste, siento que en cualquier momento comenzará a llorar pero no lo hace. El castaño suaviza su mirada y le sonríe. Pequeñas lágrimas salen de sus ojos mientras sonríe para después reír mientras llora.
Yoongi reprime sus ganas de llorar y comienza a reír con él para después abrazarle. No puedo evitar conmoverme con la escena. Se separa y seca sus ojos. Se levanta del suelo y me mira.
—él es Jungkook, Hara.—lo presenta. Jungkook hace una pequeña reverencia desde su silla.—. Jungkook, ella es Hara.
—vamos al patio, ahí tendremos más privacidad.—dice el castaño y mueve su silla hacia la salida.Caminamos hacia el patio. Era un patio grande con algunas plantas y árboles y bancas para las personas. Nos sentamos en una.
Min YoonGi ←
Nos sentamos en una de las bancas del patio del hospital. Tenía tantas cosas que contarle. Y muchas disculpas que pedir.
—antes que nada, Yoongi. No pidas disculpas. Se que es lo que quieres hacer.
—tengo que. Es lo menos que puedo decir. Yo te hice esto y no te he visto en meses.
—pero no importa. Estás aquí.—sonrió. Miró a Hara y volvió a mí—. ¿Es tu novia?
—ambos reímos—no, es mi amiga.
—pues si tú no la quieres, yo sí—dijo coqueto y se le acercó a Hara.
—rió—. Gracias, pero no ahora.
—está bien.—se volvió—. ¿Por qué ya no volviste?—me preguntó.
—es una larga historia, Kookie. Pasaron tantas cosas. Muchas.
—bien, habrá tiempo después. ¿Has escrito algo en tu piano?
—lamentablemente no.
—¿piano?—preguntó Hara.
—sí, yo toco el piano.—dije señalándome.
—increíble, podría ayudarte a componer alguna canción.
—¿tocas algún instrumento?—le preguntó Jungkook.
—bueno, sé tocar la guitarra acústica. Tuve clases de canto.
—eso es una buena noticia, el hospital busca personas que puedan ofrecer música en vivo para los enfermos. Podrías venir a cantar.
—¿en serio? He tratado de buscar un lugar donde tocar desde hace tiempo.
—pues ya lo encontraste. Le diré al supervisor y te ayudaré.
—gracias, de verdad.
—Jungkook sonrió y me miró—. Tu novia es linda.Negué con la cabeza riendo.
Comencé a notar un poco ansiosa a Hara. Buscaba algo en sus bolsillos. Pasaba su lengua por sus labios y y tragaba saliva seguido.—¿Yoongi, tendrás un cigarrillo?—me preguntó aun buscando en sus bolsillos. Negué con mi cabeza revisando mis bolsillos por si no tenía un cigarrillo. No tenía nada mas que el encendedor blanco.
—eh, no se pude fumar aquí—dijo Jungkook señalando el cartel de una pared blanca del hospital.
—pero estamos en el patio.
—sí, pero los enfermos vienen seguido y no pueden oler el cigarrillo. Nadie.
—mierda, necesito un cigarrillo.—dijo desesperada.Jungkook sacó una pequeña paleta de dulce de su hoodie y se la dio a Hara.
—es ansiedad, solo come azúcar y te calmarás.
Hara aceptó la paleta y le quitó la envoltura para meterla a su boca. Se calmó un poco. No aguantaría tanto tiempo así, decidí irnos.
—te veré después, Kookie. Creo que nos vamos.—dije levantándome.
—claro, cuando quieran. Estaría bien que Hara viniera mañana para ver si puede tocar algunos días para el hospital.
—claro—dijo Hara aún con la paleta en la boca.
—hasta luego.Nos despedimos con una reverencia y salimos de ahí. Caminamos hacia la tienda de Jongadae. Hara compró un cigarrillo, le presté el encendedor y ya estaba fumándolo.
Nos sentamos en la acera. Comenzaba a atardecer y a hacer frío en las calles.—Hara—me miró—. Yo...le pregunté a Jongdae el porqué de tu mala reputación. Me dijo que lo discutiera contigo.
—hizo bien, le dije que si decía cosas demás lo iba a castrar.
—sí, pero. Quiero que me cuentes.
—te ha dicho que te alejes de mí, ¿cierto?
—¿que?—pregunté confundido.
—Taehyung, te lo ha dicho. ¿Por eso preguntas?—me miró.
—sí, él me dijo eso. Me dijo que eras...ya sabes...
—¿una puta? ¿La perra de Sungjae? ¿Que estoy loca?—preguntó—. Le encanta decir estupideces.
—¿por qué lo dice?
—todo eso no es cierto. Cuando Sungjae desapareció me di cuenta de sus ideas. Aprovechó que él no estaba y me trataba de ligar. Lo hizo todo el tiempo. Pero vio que no lo iba a dejar. No así de fácil. Comenzó a hacer rumores de que yo me había metido con fulanito y menganito y le pidió a sus pelmazos que le siguieran la corriente. Que inventaran nombres para decir que me había metido con ellos. Por celos. Así nadie se me acercaría y mi mundo se vendría abajo como siempre. Me quería hacer infeliz. Si no era suya no sería de nadie.
—no tiene una razón. ¿Por qué la gente le cree?
—porque él es Taehyung, el que inventó los rumores. Pero que nadie sabe que él los inventó. Y yo soy Hara, la de los rumores. Que nadie le cree que son inventados.Expulsó el aire de sus pulmones y lo desvió con su dedo. El humo desapareció.
—¿cuando fue la última vez que lo viste?—me preguntó volviendo a fumar del cigarrillo. Me miró—. A Sungjae.
—muy lejos de aquí. Taehyung me pidió que lo llevara a un lugar, ahí esperaría a sus padres. Y después desapareció...me hubiera gustado despedirme ese día.
—también yo, Yoongi. También yo.—dijo asintiendo con la cabeza. Tiró la colilla al suelo y la aplastó con su zapato.—. Jungkook dijo que tenías un piano.
—lo tengo.
—¿que sabes hacer en él?[...]
Cerré la puerta detrás de mí, el piano en la esquina del cuarto se notaba a simple vista.
—¿por qué está ahí?
—en una esquina de mi memoria, no lo he vuelto a tocar desde el accidente de Jungkook. Antes estaba en medio de cuarto, pero lo moví ahí.
—pues hay que devolverlo a su lugar.Caminó hacia el piano y comenzó a empujarlo al centro. Caminé hacia ella y le ayudé a empujar el pesado piano al centro de la habitación. Una vez en el centro se sentó en el banco y palmeó el espacio sobrante para que me sentara ahí. Obedecí y me senté a su lado.
—toca una canción.—pidió.
Torcí la boca. No encontraba algo en mi memoria que pudiera tocar en ese viejo piano color café. Entonces recordé el fragmento de una canción que aún no acababa. Posicioné mis dedos en el órgano y comencé a tocar la melodía. Observaba por el rabillo del ojo cómo ella movía su cabeza con el ritmo de la música y seguía con los ojos el movimiento de mis dedos.
Terminé el fragmento de la canción y la miré. Me devolvió la mirada y sonrió, creo que no la había visto sonreír desde hace mucho. Su sonrisa era linda. Ella era linda.
—¿es todo?—preguntó mirando las teclas del piano.
—bueno, es solo un fragmento. No he terminado la canción.—dije quitando mis manos de las teclas de piano.
—es linda. ¿Cómo se llama?
—'I Need U'—dije.
—¿tienes la letra?
—un fragmento, sí.Me levanté de la butaca y busqué en un cajón la libreta con mis canciones. La encontré y me volví a sentar a su lado. La hojeé y encontré el pedazo de letra de la canción. Le di la liberta y ella leyó la letra. Abajo estaba la partitura para tocarla.
—¿como entiendes esto?
—es lo mismo que en la guitarra, solo que las notas están en diferentes lugares—señalé las notas.Coloqué sus manos encima de las teclas y mis manos encima de las de ella. Juntos íbamos tocando la letra de la canción. Solté sus manos.
—ahora tú sola.
—tocó torpemente algunas teclas.—. Necesito practicar—rió—. ¿Me acompañas mañana al hospital? Puedes ver a Jungkook y yo mientras hago mi presentación.
—claro. ¿A que hora?
—a las doce, medio día.—saqué el bolígrafo con el que escribía canciones de entre los espirales de la libreta.
—está bien.—escribí un doce en mi brazo.
—entonces te veo mañana, pianista.Se levantó y caminó a la puerta, se despidió con un movimiento de mano y cerró la puerta detrás de ella. Dejé la libreta encima del piano y toqué una última vez el fragmento de la canción. Me dispuse a avanzar con la canción, agregué unas notas después de mucho tiempo.
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Cigarette ; M.yg
FanfictionHara encontró algo muy preciado entre sueños grisáceos, encendedores blancos, balas rojas, caramelos, fresas y cigarrillos. ¿Qué hace falta para que un par de almas rotas se encuentren? Solamente una serie de eventos desafortunados podrán desencaden...