Capítulo 12: Promesas

870 54 9
                                    

No me maten por haber tardado tanto! Estoy hasta el cuello con los estudios, pero quedense tranquilxs, no voy a dejar colgada la historia!

Muchas gracias a MariMalfoy99, CaterinaCullen2000, CarlaBernengo y a todos los que votaron y leen la historia!

Que disfruten la lectura :)

.

Capítulo 12: Promesas

 “Now I lay here owing my life to a stranger

And I realize that empty words are not enough

I'm left here with the question of just

What have I to show except the promises I never kept?

I lie here shaking on this bed, under the weight of my regrets.

I hope that I will never let you down”

The Artist in the ambulance – Thrice

Creo que pasé a velocidad inhumana los trescientos canales de televisión al menos tres veces en los últimos diez minutos con mi vista fija en el techo, de donde provenía el estable murmullo de las apagadas voces de Edward Masen y mi padre adoptivo. La pantalla del televisor era un manchón de colores conforme pasaba de canal en canal con el control remoto. Mi mente estaba a kilómetros de distancia en los hechos de la tarde anterior…

Alice me había arrastrado temprano ayer hasta la casa con la promesa de que Carlisle traería a Edward en cuanto lograra calmarlo y meterlo a su Mercedes. Esperé ansiosa paseando enfrente de la puerta de entrada –con la mirada ansiosa de mi familia taladrándome las sienes– a que mi padre apareciera acompañado de mi tortura personal.

Jasper me fijó los pies al piso con una de sus miradas autoritarias y volví a agachar la cabeza en vergüenza.

–Lo siento, Jazz –susurré.

Sabía lo duro que se lo estaba haciendo. Jasper era un empata, todo lo que sentíamos pasaba por él como un molesto filtro, retorciendo y amplificando sus propias emociones. No me imaginaba cuán al borde lo estaba poniendo mi estado de ánimo.

–No es nada, cariño, pero trata de calmarte un poco; me estás poniendo de los pelos con tu ansiedad –él respondió con su acento sureño escapando de sus labios mientras mantenía una postura tiesa, reflejando mi ansiedad como si fuese un espejo.

Jasper había nacido en Houston, Texas en 1844. Se había unido al ejército confederado para pelear en la Guerra Civil teniendo apenas dieciséis años. Subió de rangos rápidamente hasta llegar a Mayor gracias a su encantadora carisma, convirtiéndolo en el estratega indiscutible de la familia.

Carlisle creía que los dones que poseíamos en esta vida eran las características más resaltantes que nos traíamos de nuestra humanidad. Así podíamos decir que la facilidad de manipular la voluntad de las demás personas era lo que había derivado un poder empata en Jasper; o bien, que la naturaleza compasiva de Carlisle se debía a su capacidad de comprender y perdonar cuando era un joven humano apasionado por aprender y rebelarse ante las creencias dogmáticas de su padre, un pastor anglicano.

Salí abruptamente de mis cavilaciones cuando escuché el ruido de las ruedas del auto de Carlisle tocar el ripio del camino de nuestra entrada. Necesité de todo mi autocontrol para no arrancar de un tirón la puerta de sus bisagras. Emmet me agarró de los hombros y me mantuvo fuertemente apretada contra su pecho en un abrazo pétreo. Supongo que Alice había visto el desafortunado destino de la tan querida puerta de entrada de Esme. Aunque solamente debía bastar con ver el conflicto en mis ojos para darse cuenta.

De Amor y Otras AdiccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora