|18: "Aléjate"|

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El rubio gruñó sonoramente. 

- Como oíste - entrecerró los ojos. - Tú no tienes que meterte en esto, sólo eres un contratiempo.

- ¿A qué te refieres? - habló Louis demasiado confuso. Sintió una mano en su hombro, al mirar hacia arriba vio que era Harry.

- ¿Qué haces aquí? - susurró Harry solamente para los dos. 

Louis miró su pedido en la mesa. - ¿Podrías ir por el pedido? En seguida te alcanzo - el rizado asintió a regañadientes y se alejó de ellos. 

- Por lo visto no tienes tanto tiempo - rodó los ojos. - Me presento rápido. Mi nombre es Lance y no, no soy uno de esos angelitos mediocres como lo son tus amigos. Soy más que eso - hizo una pausa. - Ellos vienen de una monarquía, de donde vengo yo no se sabe dónde exactamente es pero hicimos un trato. Ellos podrían andar por el mundo de ustedes tanto como nosotros, sin embargo tus amiguitos lo arruinaron. ¡Nadie podía saber de dónde veníamos! 

- ¿Eso quiere decir que...? - se detuvo al ver que el rubio sacaba un papel. 

- Quiere decir mucho, mi querido Louis - desarrugó el papel. - Como podrás ver tengo una lista. En ella me muestran las personas que van rompiendo las reglas, tengo la orden de eliminarlas o si ellas quieren, pueden regresar a su mundo, pero si han hecho alguna relación con algún humano, éste lo olvidará por completo - sonrió malamente. - Y ahora que lo veo, tus amiguitos están apunto de aparecer en ella, así que es tu decisión. O logras que Niall se despida de su madre y los olvidas para siempre, o , regresas a tu casa y conservas tus recuerdos. No puede romper las reglas de nuevo, ya lo hizo una vez con ese chico llamado Ashton y no permitiré que lo ayudes ha hacerlo otra vez.

Louis lo miró con ojos preocupados. No entendía nada. ¡Era simplemente injusto! Niall no podría ver a su madre, pero él no quería dejarlos ir. Tenía que decidir y ese siniestro rubio no ayudaba en nada.

- ¿C-cúanto tiempo tengo para decidir? - habló Louis. Lance sonrió de lado y se aclaró la garganta.

- Al parecer eres muy egoísta, Tomlinson - rió tratando de hacer que Louis se sintiera mal. No cabe decir que lo logró. - Pero si quieres tiempo lo tendrás, pero, que quede en tu mente que mientras más tardes su nombre en esta lista se irá marcando más y más hasta quedar completamente, y si eso llega a pasar no habrá vuelta atrás - guardó el papel en su bolsillo. - Bien, al llegar a Mullingar, si decides aún seguir, ahí es donde decidirás. Yo te esperaré ahí y no preguntes, tan sólo te encontraré. Y si decides no hacerlo antes de llegar a allá lo sabré.

El castaño asintió torpemente. Miró hacia la cafetería y vio a Harry esperarlo en la entrada de ésta con las dos bolsas en una de sus manos. Agradeció por eso. 

- Una última pregunta - Lance lo invitó a proseguir. - ¿Cómo es que todos pueden verte? ¿No se supone que eres un ser mágico o algo así?

Lance rodó los ojos con cansancio y asintió. - Tú decides quién puede notar tu presencia. Yo quiero que todos tengan la oportunidad de admirarme así que se las doy. 

Louis no se sorprendió al notar tanta arrogancia. Decidió sólo despedirse e ir hacia donde Harry. Demasiado drama por un momento.

El rizado lo recibió con curiosidad, Louis suspiró cansado, Harry no lo pensó dos veces y tomó su mano. - ¿Nos vamos, Ojitos? 

Caminaron lentamente hasta el hotel para pagar su estancia y poder seguir. En la mente de Louis sólo se repetía que mientras más tarden en llegar a su destino mejor, pero eso sería atenerse a las consecuencias.

Imaginary Cupids | Larry StylinsonWhere stories live. Discover now