T/n se reía para si misma mientras miraba la copa de vino que tenía en sus manos. Miró por instinto las velas ya derretidas en la mesa de mármol y cerró los ojos fuertemente. Su respiración se agitó casi al instante y apretó aún más fuerte la servilleta que tenía en la otra mano. Estaba enojada y más que enojada estaba decepcionada. Mister J había olvidado la fecha más importante para ella; su aniversario. T/n entendía que el tenía bastantes cosas que hacer; pero luego de dos años ella pensó que el payaso al menos recordaría esta fecha que tan importante era para ella. Luego de todo lo que habían pasado juntos lo menos que ella pedía era que al menos se acordara de tan significante fecha. Nunca le pedía nada. Absolutamente nada. Antes de irse a su tan importante reunión de trabajo T/n le pidió que llegara temprano; pues adivinó que la broma estaba en ella. Ya perdió la cuenta de cuantas copas de vino se había tomado. De cuentas servilletas había destrozado. Se llevó las manos a su cuello y se echó levemente para atrás. Estaba cansada. Lo había esperado por horas y horas pero él nunca llegó. Preparó la cena solo para él. T/n nunca cocinaba; es más tenía los mejores chefs de Ciudad Gótica disponible para ella. Pequeña ella que pensó que el payaso se sentiría tan orgullosa de ella por prepararla ella sola. Pero él nunca llegó y la cena ya de había enfriado. Luego de horas para T/n tratando de hacer la comida favorita de J; todo había fracasado. Más que molesta con él se sentía molesta consigo misma por pensar que el Joker se acordaría de tan mínimo detalle como este. Dios si tan solo pudiera regresar el tiempo a esta mañana. Ni siquiera sabía dónde demonios estaba. Una cosa que si estaba segura era de que no estaba en el club. Sabía perfectamente que J le estaba mintiendo desde hace algunas semanas atrás. Pensó que T/n era lo suficientemente tonta como para no darse cuenta de esos chupones en su cuello. Pensó que podía disimular la colonia de perfume de zorra; pensó que podría borrar de alguna manera las marcas de labial en su camisa blanca. T/n quería creer que su dulce Mister J no la engañaba pero muy afondo sabía la verdad detrás de toda esa falsedad. T/n tomó otro poco de vino y miró la copa nuevamente. Solo los pensamientos de que J en estos momentos estaba con otra mujer hacían que la sangre de la pequeña chica ardiera. Los pensamientos de las manos que todos los días tocaban su cuerpo y que en estos momentos debían estar tocando a otra mujer la estaban llevando al borde de la locura. Tiró la copa fuertemente contra la pared haciendo un gran reguero. Pero a T/n no le importaba. Nada le importaba en estos momentos. Rabia la invadió y tiró todo lo que con sus propias manos había preparado. Se dirigió a la puerta y se colocó un gran abrigo por encima. Necesitaba aire fresco.
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Mientras caminaba por la fría calle T/n no paraba de pensar mientras luchaba fuertemente por contener las lágrimas y no llamar la atención de nadie. Estaba rota. Estaba dolida y decepcionada. No había cosa que deseara más que ir al club de Mister J y desenmascararlo; pero tenía miedo de ver toda la verdad que había tratado de tapar con sus manos en toda su gloria. Así que prefirió que sería mejor caminar por el parque para aclarar su mente. Desearía que él fuera ella; así podría sentir este sentimientos que la está matando por dentro.
Luego de algunas horas de diversión para Mister J con su puta favorita decidió que lo mejor era volver a casa con su pequeña T/n. T/n era... especial para él. Especial en el modo en que ella lo hacía sentir cosas. Cosas o más bien sentimientos que jamás había sentido. Ella lo amaba por quién él era de forma totalmente incondicional. Nunca puso un truco en ella como con su ex Harley Quinn. Ella sola se había enamorado. Nunca la cambió, nunca la lastimo para hacerla como él quería. Simplemente le gustaba la forma en que T/n era tal cual. No quería cambiarla. T/n era capaz de escucharlo sin juzgarlo; T/n tenía el don de que el Joker se abriera con ella sin miedo alguno. Tenía fuertes sentimientos por ella. La amaba más de lo que él mismo pensaba que podría. Se preocupaba más por ella que por sí mismo.Pero eso no significaba que algunas veces no podía tener un poco de diversión. Al entrar a la habitación en absoluto silencio la vio dormida en la cama. Sonrío para si mismo y le dio un corto beso en la frente. Estaba más que feliz de tener a alguien como T/n a su lado; jamás lo diría en voz alta. Luego de un baño se durmió al lado de su reina.
