La historia entre T/n y el Joker no es la mejor historia de amor; todo salió mal desde el principio. Aún así, si hablas del Joker sabes que las cosas estarán mal. Para empezar T/n era solo una chica de dieciocho años; pero con un pasado totalmente aterrador. Era una prostituta en la qué J tenía el ojo puesto desde que la conoció. Luego se cansó de las demás y decidió que T/n debía estar en el apartamento las veinticuatro horas del día y que jamás nadie más la tocaría. T/n sabía en lo que se estaba metiendo desde un principio, pero al mirar esos ojos azules se quedaba perdida en ellos; así que decidió quedarse al lado de un hombre totalmente malo.
•••
El Joker sin duda alguna admirada la forma en que T/n lo observaba. La pequeña chica lo miraba como si él fuera la obra más hermosa creada por dios; eso era para ella. Era tan pequeña, que sin querer tenía el deseo de protegerla el resto de su vida. J no era una persona romántica, pero cada vez que T/n le tomaba la mano antes de entrar al club simplemente no podía lastimar sus sentimientos retirando la mano. Gruñía para si mismo, no entendía como lo que comenzó siendo solo un juguete le producía tantos sentimientos. Sentados en el club T/n pierde nuevamente la mirada en el Joker, la tenía sujeta del corazón y él lo sabía. J tenía la mano en el muslo de T/n, acariciando de arriba a abajo. Su mirada puesta en el hombre que estaba en frente de él para hacer negocios. Su rostro en blanco, y la otra mano sosteniendo fuertemente su bastón.
- Vaya Mister J, tienes un gusto bastante extraño para las mujeres. - Frost tosió ligeramente en señal para que se detuviera pero el hombre no se dio cuenta. - aquella mujer, la rubia, sin duda era preciosa. Esta, a esta la recuerdo perfectamente en las calles de Las Vegas. - río y no notó la forma en que los nudillos de J que sostenían el bastón se tornaron blanco. - Incluso creo que la vi en Los Ángeles.
- Verás, no me interesa la opinión de nadie mi querido amigo. Tengo un gusto peculiar por las zorras ¿no crees tú?
- Por supuesto. - el tonto no había notado el sarcasmo en las palabras de Mister J. - incluso escogiste a la más zorra de Ciudad Gótica. - sin dudarlo dos veces el Joker se levantó y se aproximó a él como el animal que era. Lo tomo fuertemente del cuello y empezó a reír.
- Oh mi querido amigo, no sabes cuantas cosas haré contigo. - se echó levemente para atrás, tomó un cuchillo y lo dirigió a su garganta. - discúlpate con mi gatita, estoy seguro que la has echo sentir mal por lo que dijiste ¿cierto princesa?
- Lo siento tanto Mister J, de verdad lo siento no pensé que...
- No lo perdones daddy. Me faltó el respeto.
- Mi gatita tiene razón, Frost llévalo a ya sabes donde. No puedo esperar para jugar con mi querido amigo. - empezó a reír de la forma en que solo él podía. Dios, T/n verdaderamente lo amaba.
•••
T/n no había parado de molestar con que quería tomar un poco de sol así que el Joker decidió complacerla. Subieron a la azotea del edificio donde había una gran piscina con una asombrosa vista. J simplemente se deja caer sobre la silla lujosa con un vaso de cristal con algún whiskey adentro, mientras observa detenidamente a T/n. La mira mientras disfruta del agua. La desea, hoy, mañana y siempre. T/n nada durante algunos minutos hasta que su mirada en el Joker. Tiene los ojos ardientes mientras la mira fijamente. T/n sonríe y sale de la piscina lo más sensual posible. Lo mira fijamente sin miedo alguno, lo quería solo para ella. Se deshace de la parte superior de su traje de baño mientras su mirada sigue en él. Luego baja sus manos suavemente con su llamativas uñas postizas color rojo intenso; y se deshace del pequeño bikini. El Joker lambe sus labios y siente como la ereccion le molesta en sus pantalones. T/n se da media vuelta y vuelve a la piscina. T/n y esos juegos provocativos que tenía con él. Solamente a ella se lo permitía. Aprieta su puño y se echa levemente para atrás. Resiste todo lo posible para no meterse a la dichosa piscina y cogersela allí mismo.
