Habían pasado sólo cuatro días y sentía como perdía la cabeza. No la encontraba en ningún lado, no había rastro de ella. Todo era su culpa, todo era su culpa por hacerla echado a un lado. Sin pensarlo dos veces tiró todo lo que encontró sobre la mesa. Bien J, esto es tú culpa. Tú la echaste a un lado y finalmente te abandonó. Te abandono como todo el mundo lo haces. Eres un monstruo. Nadie quiere estar al lado de un monstruo.
- ¡Ya basta! - J gritó para luego taparse los oídos con ambas manos, lo odiaba. Odiaba sentirse así. Miró a Frost que entro al despacho sin ni siquiera tocar la puerta. - dime qué tienes noticias. - Frost respiró hondo, debía decirle sin más.
•••
Con la mano temblorosa y sin poder creerlo entró a la casa de playa. Su mirada se posó en el cuerpo de T/n, arropado en sábanas blancas. Cerró los ojos y sintió un fuerte dolor en el pecho. Se había ido, demonios. Se fue. El Joker se acercó lentamente a ella como si fuera a despertarla del sueño profundo. Posó su mano en la delicada mejilla y sintió lo fría que estaba. Calló de rodillas sin más y comenzó a llorar desesperada. ¿Por qué? ¿Cómo pudo dejar que esto le pasara a la única persona que había querido? ¿A la única persona que amó a un monstruo como él? Tomó la mano de la chica y depositó un pequeño beso en ella. La miró por lo que se podría decir horas. Parecía que simplemente estaba dormida. Continuó llorando desesperadamente, la perdió por su culpa. Todo era su culpa, todo lo que tocaba se marchitaba. Él hizo esto con sus propias manos sin quererlo. Frost miraba todo desde la puerta. J por un momento dirigió la mirada hacia su mano derecha y se puso de pie. Johnny respiró hondo y tuvo la necesidad de salir corriendo, pero no se movió ni un centímetro. J le extendió la pistola color violeta y Frost lo miró confundido ¿que significaba todo esto?
- Disparame. - dijo frío y sin emoción.
- ¿Qué? no Mister J. No.
- ¡No te pregunté! Es una orden. ¡Mátame! ¡Mátame ahora!
Todo esto era tan enfermizo y Frost negaba con la cabeza frenéticamente. No quería matar a su jefe, pero tampoco quería desobedecerlo. Sentía como si la cabeza le fuera a explotar.
- Si no lo haces tú, lo haré yo. Pero primero te mataré a ti Johnny boy. Hazlo, no lo diré otra vez. Disparate y asegúrate de matarme. No merezco esta vida, no quiero continuar sin ella. No quiero estar aquí ni un segundo más, la vida no tiene sentido sin la única persona que puede amarte. Hazlo Johnny, es una orden. La tuve en mis manos y yo fui el único responsable de perderla. - las cortinas blancas bailan al son de la brisa marina, lo que le deba un toque aún más melancólico. - Apiádate de mi y hazlo. Le mentí, de la peor manera posible. No volveré a ver su sonrisa ni su luz. La apagué. Ahora mírala Frost, está muerta y no pienso cargar con esa cruz. Hazlo, porque como ella no volverá a ver otra jamás. El cielo se me nubló y no la volveré a ver más. Se ha ido y yo estoy dispuesto a seguir su camino. Vi muerta a mi flor, la maté yo. Hazlo.
Las garzas salieron volando luego de escuchar el horrible sonido que le quitó la paz a ese hermoso lugar. Estarían juntos, tal vez no en esta vida. Johnny le disparó. Johnny se apiado del hombre; que no tenía compasión con nadie.