T/n se cepillaba los dientes mientras se veía al espejo. Era tarde en la noche. Mister J aún no había llegado y ella estaba más que ansiosa por verlo luego del tan largo día. El agua caliente la había relajado un poco; pero no del todo. Necesitaba estar en sus brazos y solo así podría estar completamente bien. Abrió la llave del agua y justo cuando iba a tomar el baso de agua alguien la tomó fuertemente de la cintura y antes de poder mirar quién era le colocaron una mano en los ojos. No tuvo tiempo de nada. Sintió tres balazos en su espalda. Cerró los ojos y se dejó caer. El resto fue solo negro para ella.
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- ¡No! - T/n encontró la voz luego de despertar en un lugar totalmente desconocido para ella. Se quitó la máscara de oxígeno y estaba lista para arrancarse un tubo que tenía en su garganta junto con otras cosas que no entendía. Pero justo antes apareció una enfermera que trataba de calmarla. - No no suélteme ¿¡Dónde estoy!? ¿¡Dónde está Mister J!? Déjenme ir.
- Señorita por favor tranquilícese, está en el hospital. Todo está bien ahora, estuviste dormida mucho tiempo y las esperanzas de que sobrevivieras estaban cercanas a cero pero milagrosamente lo logró. Por favor señorita, tranquila.
T/n se quedó en blanco por algunos segundos. ¿Que había pasado? ¿Por que Mister J no estaba a su lado? Frunció sus cejas y poco a poco recordó todo. Recordó que era de noche y alguien le había disparado por la espalda. ¿Pero quién? ¿Quién en la propia casa del Joker? ¿Dónde estaba él de todas formas? Los pensamientos de que algo malo le pasara a él hicieron que sus ojos se cristalizarán rápidamente. Ni siquiera le importaba que pasara con ella. Todo lo que le importaba era él amor de su vida.
- Necesito, necesito irme de aquí. - T/n estaba apunto de levantarse pero no pudo mover sus piernas.
- No, señorita escuche. - La enfermera se detuvo un momento, trataba de buscar las palabras correctas. - Los disparos afectaron partes importantes de su columna vertebral; lo siento pero las posibilidades de caminar son bastante mínimas.
Para T/n el mundo se detuvo en ese instante. Olvidó como respirar. No se pudo concentrar en nada más. Todo se fue en blanco. Se llevó la mano a la boca y lloró. ¿Cómo Mister J la querría de vuelta cuando no podía caminar? Sabiendo que J no conserva cosas rotas o inservibles a su lado. ¿Cómo? T/n sintió aún más dolor al pensar que el amor de vida ya no la quería. Que nunca más seria su reina. T/n prefería estar muerta; prefería que el milagro jamás hubiera pasado.
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Tres meses en el hospital. Tres meses de terapias. Tres meses de pura agonía para T/n. Tres meses sin saber nada de su dulce Mister J. Los pensamientos de que algo malo le pasó y ella no estuvo a su lado le partían el corazón nuevamente. Lo extrañaba más que cualquier cosa. T/n había mejorado bastante. Tenía poco movimiento en las piernas pero aún así los doctores tenían muchas esperanzas en ella. Sentían pena por la pobre chica. T/n siempre estuvo en bajo perfil; por eso nadie la conoce por "la novia del Joker". Por otra parte T/n quería saber que había pasado esa noche. Quería saber dónde estaba Mister J. Aún así sería paciente. Necesitaba estar totalmente recuperada para que J no la viera así. Por otro lado; T/n pensó en algo que en todo este tiempo no había pensando. ¿Quien la trajo aquí? T/n apretó el botón rápidamente y la enfermera entró enseguida bastante preocupada.
- ¿Quién me trajo aquí? - La enfermera se relajó ante la pregunta.
- Lo más importante T/n es que...
