La Ghoul Payasita ✘ Tokyo Ghoul ✘

Capitulo 12: ¡alarma! chico desnudo

Estaba  sentada frente a yoshimura-san como aquella vez que le pedi empleo, al lado de el se encontraba sentado y con postura despreocupada yomo, el hombre que entro al mismo tiempo que el jefe.

–yuri-san quiero que entrenes junto a kaneki con yomo, y ademas deberias decirle a todos que eres una ghoul–dijo yoshimura-san.

–oh, bueno con lo de entrenar no lo necesito, pero igual me gustaria y supongo que ya deben saber la verdad, aqui en Anteiku todos son como una famila, no me gustaria seguir con la mentira– dije pensandolo bien, el dulce anciano sonrio levantando la comisura de sus labios.

–me alegra yuri-chan, a parte tambien cuando yomo no consiga alimento, quiero que salgas a cazar con el, esto quedara entre los tres– dijo firme pero con voz agradable.

–por mi no hay problema– mire al platinado y este asintio.

–excelente, ¿querias decirme algo?– pregunto.

–Creo que el Arbol Aogori esta tramando algo, dile a todos que esten alerta a cualquier sospechoso– dije segura.

–Estaremos en eso–

***

Agarre la taza de cafe y la lleve hacia mis labios para tomar un sorbo, la deje en la mesa y mire a kaneki, que se encontraba sentado al frente de mi en la mesa de mi casa, el queria hablar conmigo y pues acepte.

–yuri-chan, ¿conociste a una mujer llamada Kamishiro Rize?– pregunto de golpe.

Observe atenta su ojo, me molestaba algo el hecho de que tapara el otro pero que podia hacer, levante las comisuras de mis labios formando una sonrisa.

–Si ken, tuve el honor de conocer a la glotona– dije sarcastica.

–¿entonces..?– lo interrumpi levantando un dedo en su direccion.

–si, soy una ghoul, te preguntaras porque lo oculte y la repuesta es simple, no queria que nadie supiera que soy una ghoul no al menos con mi verdadera identidad– dije mirando la taza de cafe entre mis manos.

–entonces si estoy en lo cierto, ¡tu eres esa chica de cabello rojo!– dijo alegre.

–asi es kaneki-kun, utilizo varias identidades para hacer distintas cosas, aunque ya no podre utilizar mas esa identidad debido a que el CCG la busca, lastima que nunca la encontraran– dije riendo un poco.

–¿porque tu olor es...?– lo volvi a interrumpir.

–¿neutral?, ¿a humano?, cree unos perfumes que me ayudan en eso– dije restando importancia.

–vaya– susurro y luego bebio de su taza.

–bueno kaneki-kun, ¿otra pregunta?– dije levantandome para ir a lavar las tazas vacias.

–por ahora no, arigato– dijo agradeciendo.

–No es nada, la puerta esta abierta, hasta luego– dije al ver que se levantaba.

–adios, nos vemos luego– dijo saliendo de la cocina, luego escuche cerrarse la puerta de entrada.

Termine de secar las tazas y las guarde, suspire y mire a la mesa, no esta la pinza de suzuya, que raro y loco, suspire dejando atras la cocina y caminando hacia mi habitación, mañana tengo el dia libre gracias a que es sabado,  aunque tengo que ir a "entrenar" con yomo y kaneki, se que yoshimura lo hace para que yomo le indique como mejore en combate cuerpo a cuerpo, soy bastante buena ya que la mayoria del tiempo me enfrento sin usar mi kagune, asi los investogadores del CCG no tendran esa  informacion, aunque estoy clara de que algun dia se enteraran, tengo que aceptar que si son buenos en su trabajo, y no me cuesta admitirlo.

–¡Buenas noches!– un cuerpo ni identificado salto hacia mi haciendome caer.

Sus brazos rodearon mi cintura y su rostro quedo abajo de mis pechos, mire la cabellera blanca y suspire.

–¿como entraste juuzou?– pregunte sobando mi nuca adolorida por el impacto.

–por la ventana Yuri-san–dijo como si fuera lo mas normal del mundo.

–levantate, ¡y por la puerta es que se entra!– gruñi,  espere que se levantara y lo hice yo.

Mire su rostro y tenia varios cortes, frunci el seño y deje de respirar al darme cuenta, lo menos que deseo ahora es que aparezcan mis kakugan.

–estas sangrando, ve al baño y cura tus heridas, se podrian infectar– dije, ¿me preocupo por el?, no solo que necesito que deje de sangrar para detener la sed de sangre.

–¿sangrando?, ¿donde?– pregunto mirando sus brazos.

–tu rostro, ¡anda y te doy algo dulce!– dije señalando la puerta que da al baño.

Se digirio enseguida al baño tarareado sabra dios que, camine hacia la cocina y me puse a preparar cafe, en pocos minutos ya estaba listo y lo servi en una taza de vidrio, le puse cinco cucharadas de azucar y espero que eso sea suficiente, ¿como se cuanto debe llevar si nunca lo pude provar?, escuche unos pasos y como solo esta juzo a parte de mi,  le hable aun de espalda revolciendo el cafe con una pequeña cuchara.

–juuzou sientate, ya te paso lo que te prometi– dije dejando de revolver el cafe y dejando la cuchara en el lavaplatos.

Me gire con la taza en mis manos y levante la mirada, la taza que tenia en mis manos enseguida cayo al suelo haciendo extremo ruido para la silenciosa casa, los pedazos de vidrios y el cafe recien hecho cayeron a mis pies, aunque apenas y me hizo daño.

–¿estas bien?– pregunto confundido y ladeo un poco la cabeza sonriendo de lado.

Mi boca se abrio en una perfecta O, mire el torso desnudo del chico, tenia algunas heridas abiertas aun sangrando, y algunas ya cerradadas, el dulce olor que desprende se hizo mas fuerte, baje la mirada y pude percatarme que solo habia una toella blanca con manchas rojas que debe ser por su sangre, mis ojos ahora acompañan a mi boca, en una competencia de quien es el que puede hacer la O mas grande,  mire nuevamente el torso del chico, a pesar de tener una complexion delgada tiene el abdomen formado, negue con la cabeza y me obligue a ver su rostro, el muy idiota tiene una expresion divertida en su rostro.

Al parecer no es tan inocente como parece, ¡demonios!, si lo veo asi durante cinco minutos mas.

¡Lo devoro!