La Ghoul Payasita ✘ Tokyo Ghoul ✘

Capitulo 4:atragantandose con donas

Camine por los pasillos del instituto, iba directo hacia las puertas de emergencias, por allí debieron evacuar a todos, mi cuerpo se estrello contra una puerta y mire hacia mi atacante.

–Lo siento preciosa, buscaba comida– dijo el chico al verme los kakugan.

–pues busca por otro lado–gruñí sonriendo.

Segui mi camino y fui estampada contra la puerta nuevamente, levante la mirada y pude ver al chico albino con un un quinque en la mano, el chico que anteriormente me habia acorralado saco su kagune el cual es un ukaku, un solo movimiento por parte del ahora investigador aquel ghoul quedo cortado a la mitad, el chico siguio cortando su cuerpo hasta dejar solo trozos de su anterior cuerpo, me miro y ladeó la cabeza.

–que interesante, ¿como lograste pasar por su lado?– pregunto jugando con su quinque.

–Tss no lo se–dije algo nerviosa.

–shinohara-san me mando a vigilarte, asi que espero no te escapes yuri-chan–dijo jalando una costura de su labio.

–¿que?, ¿porque?–pregunte alzando una ceja.

–¿no te parece hermoso el quinque?, Shinohara-san me lo presto– dijo pasando su dedo por el filo del quinque rinkaku.

–no contestaste mi pregunta– le dije haciendo un puchero.

–yuri-chan tampoco lo hizo– contesto el chico de las costuras.

–tss, si esta hermoso, ahora responde tu– el chico pateo el brazo del cadaver y me miro.

–yo le dije que sospecho de ti, y shinohara-san me dijo que podia vigilarte– dijo despreocupado.

–¿y si no quiero?–le mire desafiante y el sonrió abriendo sus ojos.

–que divertido yuri-chan, cuando abras mas de la cuenta tu boca la cosere– dijo mirando las costuras en su brazo y mano.

Frunci el seño y seguí caminando, este chico si que es raro, pero desprende un olor muy dulce, escuchaba los pasos del chico detras de mi y bufé, ahora tendría como sombra a una paloma, ¿como hare cuando tenga de alimentarme?, tendre que buscar la forma de quitármelo de encima.

***

Mientras suzuya se tragaba las donas en mi cocina, me sente cansada en el sofa del living, este chico me traera problemas, ojala se atragante con las donas.

–¡yuri-chan!–exclamo desde la cocina.

–dime que se esta atragantando con donas–susurre a la nada posando las manos en mis ojos.

–¿atragantando?–preguntaron detrás de mi, di un salto y gire mi cabeza para observar al joven investigador.

–¿que quieres?–gruñi tirándome de espaldas al sofa quedando acostada en el.

–tengo hambre yuri-chan, ya no hay donas– hizo un puchero y suspire.

–¡pero si te comiste todas las donas!– exclamé alzando los brazos.

–uh– cerré mis ojos y no escuche más a juzo, frunci el seño.

–¿suzuya?–pregunte abriendo los ojos.

El chico estaba sentado en el suelo con la mirada baja, al escuchar que lo llame levanto la mirada y sus ojos temblaban, su mirada estaba sería y sombría.

–¿no he sido buen niño?– pregunto medio confundido.

–¿buen niño?– pregunte y me sente en el sofa.

–¿me vas a castigar por no ser buen chico mamá?– su mirada estaba perdida, podia verlo pero el a mi parecia que no.

Me levante y agache frente a juzo, puse mi mano en su hombro y se tensó, me miro y se lanzó encima de mi, agarro mis manos y las puso encima de mi cabeza, poso una de sus piernas entre las mias para que no pudiera patearlo, su pupila estaba dilatada y brillaban,  dandole un aspecto psicótico.

–mamá dice que debo ser buen chico, y me ordenó acabar con todos–dijo sujetando mis muñecas con solo una mano, con la otra sacó de su saco una cuchilla.

–¿j-juzo?–tartamudee al ver su cuchilla muy cerca de mi rostro.

–¿como se vera tu rostro con algo de color?–pregunto mirando al techo con una pose pensativa.

–¿que tal si te portas como un niño bueno y alejas eso de mi?– le susurre apartando mi rostro del cuchillo quinque.

–¿ah?, pero si acabamos de empezar yuri-chan– ríe de forma juguetona.

–¿quieres ser un buen chico para mamá?–le pregunto y el asintió energéticamente.

–claro, mamá me querra por ser buen chico–dijo sonriendo.

–pues se buen chico y aleja eso de mi–alejo su cuchilla y bufo aburrido.

–¿asi esta bien yuri-chan?–pregunto ladeando la cabeza y abriendo sus ojos.

–si juuzou, ahora quitate y siéntate como una persona decente en el sofa–dije y el acató la orden de inmediato con aburrimiento.

–que aburrida eres yuri-chan– dijo jalando la costura de su labio.

–¿porque no vas a comprar un helado?– le pregunte y el se levanto de inmediato.

–yuri-chan tiene una buena idea, ¡vamos!– me agarro del brazo y con una fuerza increíble me levanto de un jalón.

–¡oh suzuya!, tss espera– le dije mientras el me arrastraba hacia la puerta.

–¿pasa algo yuri-chan?– pregunto mirándome con sus pupilas rojas.

–no quiero salir, asi que ve tu– gruñi soltandome de su agarre y acariciando la zona afectada.

–¡yuri-chan!, pero si me invitaste un helado–se quejo como un niño pequeño y empezo a jalar mi camisa del instituto.

–estonces espera a que me quite el uniforme, desde que me seguiste del instituto no me has dejado cambiarme– lo agarre de una de las tira de su pantalon de color azul y lo arrastre hacia la cocina.

–toma, espera aqui y ¡no toques nada!– gruñí pasándole un caramelo que estaba en la mesa.

–¡gracias yuri-chan!–dijo quitandome el dulce antes de que terminara de hablar.

Suspire y fui a mi habitación, agarre unas mayas negras, un short rojo y una blusa gris con un panda en el medio, me duche rapido para vestirme y colocarme unas botas junto con una chaqueta negra de vestir, cogí mi celular y mi billetera negra con estampados de calaveras.

–ahora si, vamonos suzuya–le dije y el me agarro del brazo arrastrándome hacia quien sabe donde, ibamos tan rápido que solo me concentraba en no caer.