Días, horas, minutos y segundos sin Ignacio traían la estabilidad que Julieta necesitaba. Se odiaba por sentirse liberada al dejarlo pero entendió que más que extrañarlo a el, extrañaba la sensación de seguridad que tenía al tenerlo frente a ella; la misma que fue perdiendo con el pasar del tiempo. Extrañaba los buenos recuerdos, pero no tenía ni uno solo que le gustaría repetir.
Siempre dijo que no quería estar con alguien por costumbre y tenía tanto miedo de que alguien más la lastime que prefiero ir a lo seguro: ser lastimada por Ignacio.
Por otro lado estaba Daniel. Ese enano morocho que sin darse cuenta la volvía loca, la enloquecía con todo lo que hacía y le despertaba aquellos sentimientos que creyó murieron con Castro.
¿Era posible enamorarse de alguien que estuvo a su lado en los momentos más difíciles?
No sabía, pero estaba tan segura de lo que sentía por Dani que la asustaba. Corría el riesgo de romper una amistad y de salir aún más lastimada.
Era una pendeja, no había otra palabra. Estaba apunto de tener una hija, tenía a su hermana a su cargo y seguía dudando de tomar algunas decisiones para su bien.
Tenía medio claro que hacer, pero necesitaba sin duda la necesitaba una charla y opinión de sus dos mejores amigos a los cuales tenía bastante abandonados.
Sin dar muchas más vueltas tomó su celular para llamar a sus dos pilares : Mauro y Marcos, quienes en media hora estaban sentados en su cama.
-Dejé al Auge. Y es oficial.- Fueron las palabras que usó para romper con el silencio que ponía nervioso a Duki.
-Y porque esa decisión tan de la nada?.- Lombardo habló pero antes que Julieta pueda contestar, Mks lo hizo por ella.
-No fue de la nada, gordito. Todos sabíamos que iba a pasar en algún momento pero no que tan pronto.- La rubia asintió, aliviada de que no se lo tomen a mal.
-Igual siento que algo no nos estás diciendo. Porque fue que te decidiste?.- Lombardo rompió el silencio que se había formado.
-Hay algo más, pero no quiero decirles hasta que lo resuelva. Primero tengo que hablar con esa persona.- Los amigos se miraron entre sí, sabiendo de quien hablaba la rubia pero guardaron silencio.
-Y en que podemos ayudarte?.- Julieta sonrió y se tiró encima de Mauro que intentaba ocultar una sonrisa al ver a su amiga siendo feliz realmente. Auqnue sabía que todavía faltaba algo: ESE chico y estaba seguro de hacer lo que esté a su alcance para ayudarla a salir adelante.
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🔥 Burning 🔥Nacho Augenuino.
Fanfic"Extraño volverte loca..." "..Nuestro hijo nos mira del cielo sonriente"