Ahí estaba yo,
frente a la inmensidad de un océano;
A eso de las 8 de la tarde,
el sol levitaba sobre el firmamento,
como si de capricho quisiese el día infinito.
Con un cigarrillo de tabaco en mano,
recordé mil aventuras,
mientras miraba fijamente el firmamento,
recordaba momentos inolvidables.
Oleaje suave, brisa veraniega,
cielo despejado, sol levitando sobre el firmamento.
Entre las huellas de la arena, aquellas que se desvanecían por tan puras aguas,
apareció una silueta:
bella y delgada,
de suave y fina piel,
blanca y acendrada.
Al acercarse pude distinguir unos escritos y tatuajes en su cuerpo:
un copo de nieve es su pecho y un cuervo en la espalda.
El sol seguía plasmado como una fotografía,
humo echaba mi boca como una locomotora huyendo del tiempo.
Recostada a mi lado aquella fulana se quedo en silencio,
le recite un poema,
y nada;
le cante unos versos,
y nada;
le hable sobre el cosmos,
y nada;
mi cigarrillo estaba casi consumido,
en ello empezó a cantar la canción del océano,
solte una lagrima,
y se borro un recuerdo,
ella desaparecía como el humo de mi cigarrillo,
se puso en pie, camino hacia el firmamento.
caminando sobre el agua,
-¿a que viniste?-
en cuanto voltio a verme
pude presenciar una luna en su rostro,
una curva majestuosa,
perspicaz sobre su cuerpo tuve todas las respuestas que buscaba
aquella sonrisa era un adiós,
y atravesó el firmamento.
a donde ira aquella mujer desnuda y con sombrero?
pero antes de que su silueta se perdiera,
un beso en la frente y un latido en mi pecho sentí,
me regreso mi vida para perseguir el por venir.
Entendí que ya era libre de aquel fantasma,
y que los momentos volvieron al pasado,
de donde son.
ya es de madrugada y en mis ojos un veo el sol levitando sobre el firmamento.
sera recordado por este cuervo el dia 14 como el dia en que volvi a ser mio.
