Ha perdido su caminar,
No tiene musa,
Ni historias.Escribo las travesías de un cuervo maldito,
Quien de amante tenía un copo de nieve.Mortalizo,
una eternidad,
Un beso,
Un amor,
Un corazón,
Una frase,
Una sensación.El cuervo, alzó sus alas y migró al desierto,
Dejó su paraíso nevado,
Pero...
En su viaje el viento le hablo,
Le pidió que vuelva al valle donde nació,
Que su copo necesitaba de el.Aquella ave,
Pérdida y confundida,
Quería volver,
Pero no aceptaba el arrepentimiento ni la necesidad,
No quería ver su corazón y solo siguió las huellas del desierto.El cuervo había vuelto donde nació,
hace 2 años escribí el nacimiento de aquel carroñero,
Pude presenciar como se acogió en el frío y el lamento del desierto,
Que suerte la de aquella noche,
donde comenzó a nevar,
Observe los ojos cristalinos y oscuros del ave,
Deseaba volver a ver caer lo acendrada del blanco.