perspectivas

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Te cegaste a la idea de que solo te buscaba por tu cuerpo,
Por tu sexo,
Pero olvidaste que tú, mujer mía,
Fuiste quién me hizo niño otra vez,
Corriendo y riendo por los jardines de nuestro valle,
Que por ti mi lírica volvió a surgir,
Más bien, tuve un motivo para escribir,
Siempre admire con más tiempo tus ojos que tus curvas,
Y siempre te decía que tu sonrisa era perfecta.

Despertar emocionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora