deberían de ser llamado poeta maldito,
no... algo mas que ello, trovador maldito,
suena lindo, pero solo suena,
escribo verdades he historias,
digo "oh bello cosmos"
pero sigo hablando de ti,
eres un copo de nieve,
eres el cosmos completo,
eres el "ella" de mis versos,
eres el fantasma de mi habitación,
y si... deje de lado el romanticismo
hoy te escribo desde las copas,
desde tus fotos,
desde tu nombre,
desde tu recuerdo,
cuantas canciones de Silvio debo dedicar para que sepas lo que mi weon ser nunca pudo decir,
me tienes como un niño,
un niño que nacerá escuchando a un trovador solitario que lo perdió todo,
seré yo quien desea escribirte aquellas obras?
¿Por que no puedo?
te he perdido, tengo mi guitarra en compañía,
estoy ebrio y solo,
tal vez falta que esta botella derrame mas lagrimas sobre mi lengua,
las mariposas vomitan razones,
me carcome los huesos esta noche,
pero... que tiene de especial?
aposte a la muerte mi vida,
lancé a la cama una moneda,
tente a la suerte mirándola a los ojos y preguntándole
¿que es lo único que puede corromper la desgracia de una guerra?
me miro fijamente mientras yo me servía otro vaso,
bueno, la respuesta es la paz, el amor, y la tranquilidad,
me entregue al campo de batalla, desnudo y con sombrilla,
hubo un silencio de cojones por todas partes,
la paz reino por unos minutos, me senté y di las gracias,
siendo trovador nunca pensé ser como los clásicos,
"querer pero no poder".
solo me queda buscar un amante,
no mirar los mapas,
seguir en mi mismo,
no volver a recorrer algunas calles,
olvidar que fue mío cierto libro,
y hacerte una canción,
decirte que todo esta bien,
la ciudad los amigos y el bar,
esperando por ti,
hablare de fusiles recordando muertos,
tal vez aun me amas y por ello sigo escribiendo,
o tal vez sigo teniendo esa impresión,
de la ausencia de ti,
por que te conozco,
me pareciera que desde siempre,
te recuerdo como a un sueño,
una mujer innombrable huye como una gaviota,
y se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi luz en su mar,
pero...
quien fuera escritor para novelizar tu belleza,
quien fuera obrador para poder conjugar tus movimientos sobre la cama,
quien fuera trovador para vivir un segundo contigo y escribir una vida entera,
estoy buscando melodías para tener como llamarte,
podría llamarla esta como el poema de invierno,
veo nevar dentro de mi habitación,
aunque al despertar espero lo mismo siendo que el sueño ya haya pasado,
recoges tu pelo tan libre por la tarde,
tal vez nunca nadie lo vio preso,
bebes y todas las culpas,
te dan con un peso mayor que tus fuerzas
y pugnan tus ojos esta tarde loca,
hasta que eres débil y tapas tu boca,
sientes por dentro pasiones prohibidas,
no importa mentirse para sentirse feliz,
hasta que un deseo se te mete dentro y tapas tu pecho,
esta amaneciendo,
pase una noche escribiéndote y aun así se me hace poco,
como gasto papeles recordándote,
como me haces hablar en el silencio,
como me haces amarte aunque nunca nadie mas me veo contigo,
he decidido tararearte todo lo que se te extraña,
desde el siglo en que partí hasta el día de hoy,
me acompaño de mi guitarra ya que yo no se de cartas,
y cuando dije que buscare una amante debes saber que es ella la única que puedo aceptar en mi vida, mi guitarra,
lo único que me consuela es que uso tu abierto por las noches,
pueden ser casualidad u otras rarezas que pasan,
pero donde quiera que ando todo me conduce a ti,
especialmente la casa, me resulta insoportable,
cuando desde sus rincones te abalanzas sobre mi,
le hablo a tu fantasma, ahora mientras el sol sale
me prende un cigarro y sirve los últimos vasos de la botella,
necesito beber para que te poses ante mi recostada en mi cama,
lloro cuando trato de tocar tus mejillas y no puedo,
realmente no se si lo que digo nos hace falta,
por favor cuando puedes vuelve,
por que acecha tu fantasma,
ya amaneció... la botella esta vacía,
mi pieza huele a trago y mis ojos están hinchados,
mis pulmones hacen juego con mi cubrecama negro,
la pipa esta caliente, ya puedo ver tus regalos,
mi llavero con tu torre, mis manos machacadas cual fusilamiento de los 70,
le echaremos la culpa al alcohol cuando amanezcas
y nos demos cuenta que rompimos nuestro último trato,
espero con ansias otra botella de whisky
o de pisco para recordar ese 6 de julio por la noche,
rompería mi regla de oro otra vez.
salud por el último trago, va en tu nombre