Complicidad letal

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Mi padre me mira sin verme, su cara me desvela que hay más cosas pero que no haya las palabras adecuadas para comunicarmelo, noto que mi cabeza esta procesando la noticia de forma mas lenta de lo habitual, pero eso no evita que las preguntas empiecen a amontonarse dentro de mi cerebro de forma un tanto precipitada, mi padre me ha dicho que han encontrado al culpable de ambas desgracias en casa de Travis y mas concretamente en su habitación, mi cerebro no es capaz de empezar a encontrar una conexión coherente a todo esto, nisiquiera se donde esta el y porque no le acompaña, donde se ha quedado, poco a poco se amontonan todas esas preguntas telas que por el momento no he hallado respuesta sé que tengo que preguntarle pero no sé quién tiene menos ganas de hablar de los dos su cara refleja desconcierto como si aún no se creyese alguno de los datos que ha descubierto mi padre siempre ha sido para mí como un libro abierto siempre o la mayoría de veces he sabido con certeza lo que le ronda la mente lo que puede llegar a sentir mi madre me decía de pequeña que eso era porque yo era especial y era capaz de desentrañar hasta lo que una mirada intentaba ocultar pero se de buena tinta qué bien padre está tan impactado que no es capaz ni de contener una simple línea de expresión que le esté cruzando la cara ahora mismo, por segunda vez en mi vida siento ese miedo tan desagradable que me atenaza el estomago, la primera vez que lo senti fue cuando con tan solo siete años me levante una noche de madrugada para ir al baño y empece a oir un llanto inconsolable que empezaba a desgarrarme, seguí ese llanto hasta la habitación de mis padres, al empujar la puerta entornada con la mano derecha despacito halle a mi madre abrazada a la sudadera favorita de mi padre llorando, recuerdo que no le pregunte que habia pasado, me quede un rato mirandola desde la puerta sin que ella notase mi presencia, cuando ella se dio cuenta y me miro a los ojos, esos ojos que eran idénticos a los de mi padre me hizo un gesto con la mano para que me acercase hacia ella, parecia haber cerrado un poco el grifo de ese llanto tan horrible para mi corazón, cuando me acerque a ella, poso sus manos sobre mis hombros y sin mentirme ni ocultarme la verdad me dijo que mi padre no volvería a casa, que apartir de ahora seríamos las dos solas durante mucho tiempo que mi padre habia sido muy valiente y los valientes siempre tenian la puerta abierta en el cielo, no recuerdo llorar pero se que lo hice, recuerdo a mi madre secandome las lágrimas mientras me acunaba cerca de su pecho, su corazón martilleaba a una velocidad alarmante e intentaba ser fuerte por mi y no llorar, al pasar los meses fue siendo más fácil y la cuesta fue siendo cada vez mas fácil de ir subiendo. Y aqui estoy otra vez, con ese miedo creciendo en mi interior y amenazando con destrozarme.

-Por el amor del señor, Pam dime algo, no te quedes callada.

-Travis, ¿Donde esta padre?

-El, tiene cosas que asimilar, había un hombre alli, en la habitación.

-¿Un hombre? ¿Que tipo de hombre?

-Es algo un poco difícil y creo que es el quien te lo ha de explicar.

-¿Donde esta? -veo que traga saliva.

-Esta en el parque, cree que si habla contigo alli sera más fácil.

-¿Mas facil el que? -mi voz se eleva un poco.

-Mas facil que no despiertes a nadie si te enfadas de algún nodo.

Lo miro sin comprender porque tendria que enfadarme con el, si hay algo que me puede desesperar es el no saber, no comprender, no poder controlar un mínimo de la situación que me rodea hace que me tiemblen de forma leve las manos, también logra que se vuelvan frías. Comprendo que mi padre no me va a dar mas información, que si quiero llegar a comprender algo he de preguntarle al muchacho de ojos verdes que me espera en el parque, decido despertar un poco a mi madre para comunicarle que voy a darme una vuelta por el parque porque no logro conciliar el sueño, al principio se opone un poco por lo tarde que es pero al final acepta diciendo que confía en mi porque suelo ser bastante responsable, me agradece que la haya avisado porque de haberse levantado y no haberme hayado en casa se hubiera puesto de los nervios y hubiera acabado llamando a la policia antes que a mi teléfono. Como no me he puesto el pijama solo me hace falta calzarme y ponerme la chaqueta y la bufanda, se acerca el fin de semana y como anuncio el tiempo han descendido mucho las temperaturas, no me extrañaría que acertasen y se pusiera a nevar en cualquier momento, eso me hace recordar que queda una semana para que sea Navidad y que aún no he conseguido encontrar un regalo para mi madre, se que cualquier detalle que le haga le encantara pero este año que se esta abriendo al amor, que la noto mejor y no por el tono de su hilo del destino, sino porque noto que sonrie mucho más de lo habitual, espero que la cosa no se tuerza y consiga levantar cabeza aunque eso llevase a que mi padre desaparezca de mi lado, esa parte me entristece pero se que es lo mejor para todos. Mientras bajo en el ascensor me miro en su espejo, me noto la tez mas blanca de lo normal, la espera me tiene en vilo. Cuando salgo al frio de la noche me remeto mas en la bufanda y el abrigo, según mi teléfono hacen unos dos grados y encima me he dejado los guantes encima de la mesita del comedor, el color del cielo es de un tono anaranjado por el reflejo de las luces de la ciudad en las nubes blancas que llenan el todo el cielo que alcanzo a ver con mis ojos, cuando llego al parque echo andar mirando aqui y alla en su busqueda, veo charcos que empiezan a congelarse y me imagino que a causa del frío y las horas el parque anda vacío, camino hasta llegar a los columpios donde estuvimos el otro dia con Travis y lo veo alli sentado en uno de ellos, me da frio verlo alli con una simple sudadera y unos vaqueros, pero si no sientes el frío imagino que dara igual como vayas vestido, esta alli sentado mirando hacia el suelo sin mover ni el mas pequeño de sus músculos, si no fuese por el subir y bajar de su pecho parecería una escultura de pelo revuelto en la fría noche de Madrid. Quiero acercarme pero mis piernas no me hacen caso, me he quedado alli parada observándolo, se lo ve tan frágil como aquella vez en el hospital, tanto que parece que hasta la mas leve brisa podría hacerlo deshacerse como si de simple arena se tratase, no ha querido entrar a mi casa y la última vez que no lo hizo fue porque su corazón se rompía por segundos al pensar que sus padres ya no lo querian y que por ello habian puesto fin a su vida, noto ese mismo desconcierto al verlo, noto que esta conversación va a ser un antes y un después en la amistad que nos esta uniendo, porque aunque lo conozca de poco tiempo no puedo evitar sentir aprecio hacia el, es de esas personas tan fáciles de querer que como te descuides te pueden llegar a romper hasta el alma. El se percata de que estoy alli porque levanta la vista para mirarme, noto sus ojos mas oscuros que de costumbre, carecen de ese brillo especial que los caracteriza, eso no es muy buena señal, como las piernas siguen si hacerme caso el se levanta de los columpios y se acerca hacia mi, lleva las manos metidas en los bolsillos cerradas en dos puños apretados, cuando esta frente a mi se detiene no sabe si hablar el primero o esperarse a que yo de pie a la conversación, pasan unos segundos que se me hacen eternos.

-No se si deberia preguntarte que esta pasando o si deberias de ser tu el que tendria que estar hablando como si le fuese la vida en ello, pero puesto que no te veo muy por la labor de hablar lo hare yo, ¿Que sucede Travis?

-No se si seguirla ha sido la mejor idea que hayas tenido hasta el momento Pam -saca sus manos y al juntarlas retuerce los dedos.

-¿Ahora lo que pasa es culpa mia?

-¡No! -me mira a los ojos alarmado-. No queria decir eso en absoluto es solo que no encuentro las palabras exactas, esto es doloroso para mi y se que también lo sera para ti y no se como hacerlo.

-Yo soy la única que no se entera de nada, mi padre no ha querido soltar ni una sola palabra porque piensa que debes de ser tú quien me informe lo que habeis descubierto en tu casa y resulta que no encuentras las palabras adecuadas, ¿Es una broma?

-No, pero no se como hacerle daño a la persona más importante para mi -me mira de reojo y yo me siento en el filo de la fuente del parque.

-¿Hacerme daño? -mi mente cada vez esta mas confusa.

-Esa persona que encontramos en mi casa, me ayuda a recuperar mis recuerdos, quién soy y lo que ocurrio aquella noche.

-Me alegro que hayas recuperado la memoria de verdad Travis, pero no comprendo porque eso ha de enfadarme.

-Es que no es solo eso Pam, es también lo que he recordado y eso es lo difícil de contarte, lo que se que te hara daño -se le ve intranquilo.

-¿Quien era ese hombre? -desvía su mirada hacia la fuente.

-Ese hombre no es trigo limpio Pam, es un alma con algo pendiente como tu padre o yo, pero es de esas almas que están aqui aun para reparar un daño causado, como yo -las últimas palabras las dice casi sin aliento.

-¿Tu? Travis me estas asustando, ¿Que se supone que has echo? -noto que empiezo a respirar de forma precipitada.

-Te mereces toda la verdad, desde el principio, pero prométeme que me éscucharas hasta que acabe.

-Eso es absurdo Travis, claro que lo hare, pero hazlo ya que me estoy poniendo nerviosa -coge aire.

-De acuerdo, alla voy, todo se remonta a la noche del incendio, esa noche mi madre no tuvo mas remedio que dejarme solo en casa porque mi padre estaba trabajando, ella no podia cambiar el turno y la canguro que cuidaba de mi no podia llegar a tiempo, asi que penso que si me dejaba quince minutos solo mientras la niñera llegaba no pasaría nada, jamas habria pensado que en esos quince minutos podria pasar algo tan desastroso, pues cuando se fue mi madre después de haberme repetido hasta la saciedad que no le abriera la puerta a extraños y que Candela la niñera llegaría pronto me dejo sentado en el sofa viendo los dibujos y se fue por la puerta, todavia recuerdo su ultima mirada dedicada a mi, a ese niño de siete años, ese amor y ese terror de dejarme solo allí, al principio todo fue bien hasta que note que una sensación me invadía y me llenaba por entero, me levante del sofa sin ser dueño de mi cuerpo, porque yo queria hacerle caso a mi madre y no moverme de ahi, pero mi cuerpo no me respondía, llegue a la cocina y empece a abrir los armarios uno por uno hasta que encontre un mechero, te juro que lo intente, con todas mis fuerzas pero no pude resistirme, entonces volví al salón y empece a pegarle fuego al sofa y a las cortinas, trate de no hacerlo pero algo en mi no me dejaba, una vez que el fuego se cogio en la casa esa sensación dejo de invadirme y vi algo borroso que atravesaba el humo, una vez dueño de mi cuerpo fui al baño y subiendome al taburete que mi madre me ponia para lavarme los dientes, puse el tapón y deje que corriera el agua, hice lo mismo en la cocina pero el humo seguía ahi y el fuego se abria paso y se hacia mas grande, estaba aterrado, intente salir por la puerta pero no se abria, empece a llorar y pedir ayuda y alguien debió de oirme porque al poco oi una alarma y alguien pegando empujones a mi puerta, al abrirse el fuego se alimento y salio por la puerta devorando a la persona y haciendo que me agacharse y tumbase en el suelo, cuando el miedo dejo que me moviera el pasillo estaba en llamas, sali llorando y llamando a mi madre, cuando bajaba por las escaleras sobre el tercer piso, el techo se me cayó encima y eso es todo hasta que me desperté en tu puerta Pam.

-Estas insinuando que tu... -trago aire, me cuesta respirar.

-Que yo fui quién lo hizo Pam, yo soy el que provocó el incendio que acabo con la vida de tu padre.

Y por última vez, te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora