Copos olvidadizos

57 16 0
                                    

No para de nevar cada vez caen mas copos, poco a poco se van cubriendo todas las ramas de los árboles, es increíble qué por fin, coincidan las vacaciones de invierno y que esté nevando ya solo quedan dos días para Navidad y todavía se me sigue encogiendo el corazón cada vez que recuerdo la última vez que vi a Travis, eso fue hace ya casi una semana en aquel parque, en ese mismo qué ahora lo cubre un manto blanco, se que Laura no tardará en venir a mi casa para sacarme de ella y jugar con la nieve sabe que me encanta, qué es un placer para todos mis sentidos. Sé que lleva nevando desde las 3 de la mañana porque para variar como todas las noches desde aquel día no puedo pegar ojo me cuesta y si lo hago acabo despertandome empapada en sudor y buscando mi padre. Recuerdo cada segundo de ese momento, todas las expresiones que cruzaron el rostro de Travis, del dolor mas intenso al pánico para acabar en resignación absoluta, no me detuvo, se quedo ahi clavado como si fuese un árbol mas de alli, mientras yo me alejaba de el con una promesa en los labios y un mal sabor de boca. El timbre detiene el hilo de mis pensamientos y me obliga a levantarme del ventanal, como ya me imaginaba es Laura, lo que no le imaginaba era con que iba a venir.

-¿Me lo puedes volver a aclarar? -la miro de reojo sentada en la cama mientras ella hurga en mi armario.

-Ya sabes que estoy haciendo un curso de fotografía, y quiero que me hagas de modelo y que mejor dia que hoy -vale mas bien lo esta destripando.

-Cualquier otra persona quedaría mejor en tus fotos creeme -coge un par de prendas y me las tira a la cama.

-Eres muy guapa a pesar de que te infravalores, a parte llevas unos dias muy rara -la ultima palabra la enfatiza con un gesto de su mano derecha.

-No estoy rara, simplemente pensativa supongo.

-¿Supones? ¿Quien eres tu y que has echo con mi amiga? -parpadeo sin comprender.

-No entiendo a que te refieres, sigo siendo la misma.

-Vamos a ver, tu nunca supones cielo, tu siempre estas segura y desde hace una semana estas tristona, no se porque y la nieve es algo que disfrutas y quiero hacerte fotos mientras la disfrutas, quiero que alegres esa carita tristona, ¿Si? -se ha puesto de cuclillas frente a mi y me ha cogido las manos, su mirada refleja un poco de preocupación.

-Si accedo, ¿Me vas a maquillar? -pongo cara de niña pequeña, lo que la hace sonreir.

-Eso no puedes siquiera dudarlo mi queria Pam.

Nos echamos a reir y ella vuelve a zambullirse en mi armario, se que estos dias quizá no he sido una muy buena compañia, mi humor no ha sido óptimo pero tampoco me encontraba con muchos animos de estar sonriendo, hablando o quedando si quiera con nadie, mi padre viene a verme de vez en cuando y hablamos de mi madre y aquel hombre que hemos averiguado que se llama Derek, por lo visto a sus padres les parecio un nombre bonito y magestuoso y estuvieron de acuerdo a la hora de ponerselo. Es un hombre agradable y quiere llevarnos a cenar en Navidad, al principio no me hacia muchas gracia dado mi humor pero ver la ilusión que le hacia a mi madre y ver dia tras dia que el color de su hilo mejora me devuelve un poco la ilusión de mi don como lo llama mi padre, la ilusión de ayudar a los demás pero luego me acuerdo de Travis y se me remueve cielo y tierra. Me siento en la taza del baño y dejo que Laura me maquille, no soy muy fan de ello pero he de admitir que cuando el pincel roza mi cara hace que me recorra un cosquilleo agradable por toda la cara, ello me hace sentir viva. Me pongo unas medias negras y un vestido del mismo color con vuelo, de manga larga y unas botas de tacón ancho que me llegan hasta las rodillas, ha elegido un look que va bastante con mi estado de ánimo a parte va a contrastar contra la nieve que esta cayendo, una vez vestida cogemos las chaquetas, las bufandas y salimos por la puerta. En la calle hace bastante frío y Laura ya me ha dejado claro que en algunas fotos tendré que quitarme la chaqueta, ella me comenta como posar, hacia donde tengo que mirar, yo le hago caso sin rechistar, vamos caminado por el parque y ella va eligiendo los lugares perfectos según ella para hacerme fotografías, también aprovechamos y nos hacemos varias fotos juntas, nos tiramos alguna que otra bola de nieve hasta que llegamos a la fuente que hay en el centro del parque esta totalmente congelada tiene estalagmitas y me deleito mirándolas, me veo en el reflejó y me asombra como puede quedarse el agua así, parece que se va a poner a gotear en cualquier momento, ver mi vaho en el aire me saca de mi ensoñación, busco a Laura con la mirada y la veo maravillada mirando la cámara.

Y por última vez, te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora