-¿Crees que puedes salvarlo? Pobre ilusa -sonríe con desdén.
En su mirada se nota que se esta mofando de mi, me cuesta respirar y me estan llorando los ojos y cada vez carezco mas de visibilidad. ¿Como he podido dejarme engañar de semejante manera? No Pam, céntrate tienes que sacarte de aquí y a ella también, la miro por segunda vez desde que yace en el suelo y se me encoge el corazón al ver que aún no se mueve, nisiquiera ha emitido un tono de queja, ni ha tosido y eso me pone los bellos de punta.
*
En el fondo se que mi padre tiene toda la razón del mundo, que debo de hablar con el, en mi interior se que el no tiene la culpa, que el único culpable es aquel hombre que lo poseyó de alguna manera, que se aprovecho de el, pero aun sabiendo eso mi nivel de rabia no es capaz de menguar. Hable con mi padre esta mañana y accedí a quedar con Travis para hablar, me pone nerviosa volver a verlo y eso me inquieta bastante. Cuando llega la tarde desde el sofa veo aparecer a mi padre con el detrás, se le ve tímido y cabizbajo, tiene que haberlo pasado mal estos dias, mi padre decide dejarnos un poco de intimidad para que hablemos.
-Hola, Pam -me mira dubitativo.
-Hola -hago un parón-. ¿Te llamas?
-Me llamo Gabriel -se retuerce las manos nervioso-. Asi me llamo mi madre, agradezco que me pusieras un nombre al conocernos pero, como comprenderás prefiero el mio.
-De acuerdo - asiento despacio-. Se que la última vez que nos vimos no fui una buena amiga por asi decirlo, me pediste que te escuchara y no lo hice, te pido disculpas por ello.
-Si me escuchaste -dice confuso-. Solo que lo que oiste te dolio, cuando a mi me lo conto aquel hombre también me paso, pero tu padre me calmo, me ayudo a centrarme.
-Si, mi padre suele ser asi, ayuda sin mirar a quién -se me escapa un suspiro-. Yo no soy muy buena a la hora de relacionarme con la gente, hay veces que las situaciones suelen superarme, por eso mi circulo de amistad es tan reducido, no se me dan bien las personas Gabriel.
-Hasta el otro dia no me lo parecio y aun asi tu comportamiento me lo esperaba creeme, yo mismo me quise morir al afrontar semejante información, pero también quiero que me ayudes a enmendar lo que hice, quiero que ese hombre pague todo el mal que ha causado lo único, que su forma de pagarlo es ayudarlo a cambiar.
-Pero ese hombre, ¿Como se llama?
-Se llama Sebastian y creeme que su compañia no es grata ni mucho menos, despide maldad por todos los poros de su piel, estos dias ha estado rondandome, también me he dado cuenta de que intenta meterle ideas espantosas a mi madre en la cabeza, dia tras dia le susurra que es la culpable de todo lo que pasa.
-Se comporta de forma muy posesiva con tu madre, eso es algo que tenemos que indagar, al igual de averiguar quien es y como murio, eso quizas nos ayude a comprender algo de su forma de actuar.
-Pam, se que te cuesta asimilar tanto de golpe y que a lo mejor ayudarme es lo último que quisieras hacer y me gustaria decir que yo no tengo la culpa de nada pero eso no es asi, solo te pido que me ayudes a ayudar a mi madre -mira hacia la ventana, pero sin mirarla, esta imaginando a su madre y su rostro refleja un dolor terrible.
-Es que tu no tienes la culpa de lo que sucedió y tu madre tampoco, se que a lo mejor eso de dejarte solo en casa aunque fuesen solo quince minutos no fue una de sus mejores ideas pero ella confiaba en ti y ese malvado hombre se aprovecho de ello, el único culpable es el.
-Va a dar igual lo que me digas, ¿Lo sabes no? -me mira intentando sonreir de medio lado, aunque la angustia no le deja hacerlo muy bien.
-Lo se, siento no haberte apoyado desde el primer momento, si pudiera ahora mismo te abrazaría, ¿Lo sabes verdad? -sonrie mejor.
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Y por última vez, te quiero
Teen Fiction¿Que harías si te despertaras sabiendo cosas que nadie mas sabría? Pamela es una chica mas inteligente que el resto de los de su edad, tiene un coeficiente intelectual muy elevado, lo que hace que la gente la mire raro en ocasiones, a la que pocas...