Tuerce el gesto al oír la palabrota, se que no se la esperaba, casi ni yo se de donde a salido, aun así esa fijación ciega que tiene hacia nosotros, cada vez me parece menos casual. No aparta sus ojos de los míos, me desafía con esa mirada tan oscura y carente de sentimientos que me provoca un escalofrió, no se que espera ganar con todo lo que esta haciendo, pero no le pienso dar el gusto de hacerle mas daño a la gente que quiero y aprecio, va listo si se piensa que el miedo me va a paralizar.
-Me quedaría a admirar como ardes con tu amiga y el almacén, pero tengo otra cita esta noche -sonríe de forma perversa.
-Dudo que alguien te pidiese o aceptase una cita a ti engendro -espeto entre dientes.
-Te sorprenderías -noto que su voz viaja a algún lugar en el tiempo- en fin, imagino que seras lo suficientemente lista para comprender que careces de la fuerza necesaria para sacar de aquí a tu amiga, ¿Te salvaras o morirás intentando ayudarla?
-Vas a llegar tarde a tu cita -digo la ultima palabra con la mayor repugnancia que tengo en mi.
-Tic-Tac Pam, Tic-Tac -atraviesa la pared que tenia a su espalda y desaparece.
Si se piensa que voy a dejar que alguna de las dos pereza aquí va listo. Vamos a ver algo debo de haber aprendido de mi padre, ¿Que era lo primero que había que hacer? empiezo a frotarme las sienes en busca de la respuesta "AGUA", me susurra mi cerebro, miro a mi alrededor y veo un bidón en un rincón, me acerco y ayo agua en el, tiene una pinta horrible, a saber cuanto tiempo lleva aquí, pero no es momento de ponerse asquerosa, tiro del bajo de mi vestido y consigo arrancar un buen trozo, lo empapo de agua y me lo ato alrededor de la boca, acto seguido voy hacia la puerta y antes de abrirla recuerdo las palabras sabias de mi padre: "Antes de abrir una puerta en un incendio, asegúrate tocándola que no este caliente" al tocarla la noto normal, gracias al cielo el fuego no ha llegado hasta allí, la abro y entra mas humo, toso un poco y los ojos se me llenan de lagrimas, me alejo d la puerta y me acerco a Laura, intento volver a despertarla pero sigue inconsciente, miro alrededor y veo una cortina, me acerco a ella y tirando la arranco, la extiendo detrás de ella, haciendo uso de todas las fuerzas que tengo, logro ponerla encima, la envuelvo y hato varios trozos de la tela sobre ella para que no se escape, empiezo a empujarla hacia fuera pero lo hago muy lentamente, a este paso arderemos sin mas remedio, ¿Pero que hago? Si salgo de esta, prometo hacer mas ejercicio.
-¿PAM? -una voz familiar grita mi nombre bastante asustado.
-¡EN LA PARTE DE ARRIBA! -grito hacia las escaleras que tengo justo delante.
Al cabo de un minuto lo veo aparecer derrapando a Gabriel, no se como habrá llegado hasta aquí, pero no tiene la menor idea de lo que me alegro de verlo subiendo las escaleras. Le explico lo mas rápido posible lo que ha pasado hace apenas cinco minutos, me mira incrédulo.
-¿Lo llamaste imbécil? -se le escapa una sonrisa.
-Si, pero no es el momento de hacer mella en mis modales, ¿No crees? -asiente.
-¿Pero como la vamos a sacar de aquí? Pam, no tienes suficiente fuerza para cargar con ella por las escaleras.
-No me digas lo que ya se, dime algo que me ayude Gabriel.
Lo miro con el ceño fruncido y toso, veo llamas por casi todos lados, no me imagino lo horrible que tuvo que ser para el cuando vio arder su casa mientras Sebastian lo mantenía quieto en el sitio, una luz se enciende al instante en mi mente.
-Tu eres mas fuerte que yo.
-Luego me dices que no diga obviedades -me mira sin comprender lo que atraviesa mi mente.
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Y por última vez, te quiero
Teen Fiction¿Que harías si te despertaras sabiendo cosas que nadie mas sabría? Pamela es una chica mas inteligente que el resto de los de su edad, tiene un coeficiente intelectual muy elevado, lo que hace que la gente la mire raro en ocasiones, a la que pocas...