16 y 17 de Septiembre. Sábado y Domingo respectivamente
Y llegó el día, después de una escala en Madrid y un parón en Londres, nos estábamos montando en el avión que nos llevaría a Delhi. Una vez dentro empezamos a tener contacto con gente india, en especial yo, ya que mi compañero de fila era uno de ellos. Pareció un poco molesto de que me sentara a su lado, de hecho me preguntó que si de verdad tenía ese asiento. (Pues bien empezamos...)
Me fijé en una chica que nos miraba de vez en cuando, viajaba sola. Yo que no llevaba ni 10 minutos en ese avión ya me empezaba a sentir incómoda, qué estaría pensando ella?
Después de un rato y cuando empezaron a servir la cena, uno de los azafatos se pone a hablar con nosotras en castellano, al parecer había estudiado con su mujer en la Universidad de Deusto y nos contaba lo mucho que le gustaba Bilbao. Mas tarde nos presentaría a su colega argentino, también azafato, que vivía en San Sebastián. Ahí ya las cosas dejaron de cuadrarme. Un argentino, que vive en Donosti y trabaja desde Londres para British Airways? No podría ser más rebuscado, pero bueno, hay que reconocer que San Sebastián es precioso y uno puede hacer lo que sea para poder vivir allí. De mientras, el otro nos daba botellitas de vino para probar ya que no nos decidíamos si beber el Chardonay español o el sudafricano. Decisions, decisions...
Llegó el momento, ahora si que si, estábamos en Delhi!! No nos paramos a cambiar dinero ya que Haróon nos recomendó hacerlo con ellos para que nos saliera mejor. Sabíamos que nuestro conductor se llamaba Anil, y que no debíamos irnos con cualquiera que tuviese una tarjetita con nuestro nombre ya que podía ser un impostor que nos quisiera vender otro tour. Había que preguntarle su nombre y el nombre de su jefe, solo así sabríamos que era nuestro driver. Habíamos quedado fuera de la puerta 5, pero al salir, y después que recibiéramos un guantazo de calor en toda la cara, vimos que no había nadie allí. Nadie nos esperaba, y tampoco Anil. Pobres de nosotras. Por suerte me llegaba señal WIFI del aeropuerto y pude contactar con Haroon, le escribí diciéndole donde estábamos y al de nada le vimos aparecer. "Nombre y nombre de tu jefe por favor"
Al parecer estaba dentro del aeropuerto, aunque no habíamos quedado ahí, pero bueno...un despiste lo tiene cualquiera.
Fuimos hasta el parking donde nos esperaba su TATA, marca de coche no existente en nuestro país, pero muy común en India (junto con los Suzuki, Hunday y Honda).
De camino al hotel me fijé que las calles eran amplias, con mucho verde alrededor, y mucho ruido. El claxon suena desde todos los vehículos que circulan por la carretera, y son unos cuantos. Pero....¿y donde están las vacas?
Ni rastro de ellas desde el aeropuerto al hotel.Llegamos al hotel, un edificio de 20 plantas, el The Royal Plaza Hotel, en el centro de Delhi. Anil nos acompañó a hacer el check-in y quedamos de nuevo con él a las 15 horas. Según mis cálculos de cambió de hora, no teníamos mucho tiempo, así que a cambiarse de ropa rápido y a estirarse un poco en la cama, que habían sido muchas horas sentadas.
A las 15h estábamos ya allí en el lobby, que más que la entrada de un hotel parecía la capilla Sixtina con los techos en bóveda y pintados con ángeles y demás motivos rococos... pero Anil no venía (ya van dos que no aparece...) Otra vez de casualidad llego a coger WIFI, que en ese hotel era de pago, y ya con su whatsap que habíamos prefijado previamente, le hago una llamada. Me dice que habíamos quedado a las 15h y le digo si...por eso, a las 15h, son las 15:20h!! Y entonces me dice que no, que eran las 13:20h. OMG...quien me manda a mi calcular la hora, estaba claro que mi móvil tampoco se había actualizado bien, y cuando me fijé en el reloj de la entrada del hotel, vi que ciertamente eran las 13:20h. Le pedí disculpas al hombre y nos fuimos a directas a la cama, ahora si que teníamos algo más de tiempo para dormir.A las 15h en punto estaba el conductor esperándonos en el parking del hotel, nos iba a llevar primero al Fuerte Rojo. Estábamos algo preocupadas porque teníamos todo el dinero en euros, y lo llevábamos con nosotras en el bolsillo interno (tipo riñonera). Le comenté a Anil para ir a cambiarlo lo primero, pero me dijo que no podía ser porque era domingo y estaba todo cerrado. Pero claro, ¿cómo pagaríamos las entradas, propinas y demás? Nos dio la opción de sacar dinero de un cajero, cosa que rechazamos nada más mencionarlo. Estábamos con todo el dinero encima, y para colmo íbamos a sacar más y a perder dinero con la comisión, ni hablar. Le dije que nos buscara cualquier sitio. Entonces nos llevó yo creo que a la parte opuesta de donde nos quería llevar, en el fondo sabía que había algo abierto pero no le venía bien retroceder... Poco tiempo pero ya íbamos calando a Anil.
Mientras tanto por la ventanilla veíamos, a parte del tráfico, mucha gente haciendo vida bajo los puentes o en mitad de las medianas. Digo haciendo vida, aunque muchos estaban allí tirados. Señoras en cuclillas con niños descalzos alrededor, cabras, perros, y ninguna vaca. Me habían engañado!
Cuando llegamos a la peluquería, digo, a la oficina de cambio... nos quedamos muertas. Estábamos entregándole a Anil unos 2000€ (había que pagar aun el tour) para que se metiese en una peluquería él solo a cambiar dinero. Welcome to India, pensé. Nos habíamos fijado que en el hotel 1€=71 rs y Anil nos ofrecía 74 rs. Así que le dimos el OK. Nos trajo una barbaridad de billetes que no disimulaban mucho dentro de nuestro bolsillo secreto, pero bueno, era lo que había. Al día siguiente íbamos a quitarnos parte de esa montaña.
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Diario de un viaje a la India
AbenteuerEste diario fue escrito día a día durante los 14 que duró el viaje. Narra las aventuras, experiencias y muchas anécdotas vividas durante las vacaciones de 2 amigas. Una historia real contada por una de sus protagonistas, que te transporta a un mundo...